Dando comienzo al nuevo ciclo de entrevistas íntimas en Polino Auténtico, su programa de Radio Mitre, este sábado Marcelo Polino tuvo un mano a mano con Viviana Canosa. “Viene afiladísima y tengo un montón de cosas para preguntarle”, adelantó el conductor sobre su colega. Y dio lugar a una presentación, en la que remarcaron la carrera de la periodista, que se hizo famosa haciendo espectáculos y hoy está abocada de lleno a la actualidad y la política.
“Yo siento que pegué la vuelta en un montón de cosas porque estoy haciendo solo lo que me gusta. Elijo con quién trabajar, a quienes entrevistar...Ya no quiero hacer nada que no me guste. Uno ha tenido que entrevistar gente o estar en programas que no nos gustaban. Hemos hecho de todo. Y a veces me da como mucha ternura la que fui. Digo: ‘¡Pobrecita, cuánto has trabajado!’ Y sigo trabajando, pero nunca bajaba los brazos”, comenzó diciendo Canosa.
Lo cierto es que, cuando Polino le remarcó lo “polvorita” que era cuando se iba de sus trabajos, Viviana reconoció: “Así era con mis relaciones de pareja, también. De repente el tipo llegaba y yo ya no estaba en la casa, me había ido. Y sin nada, me iba. Pero, ahora, eso lo modifiqué un poco. Me hartaba porque me sentía maltratada”.
No obstante, en relación a su abrupta salida de A24 en agosto del año pasado, donde estuvo haciendo Viviana con vos, aclaró: “Ahí me fui de otra manera, eso fue distinto porque yo venía teniendo las mismas dificultades con los mismos personajes. Y un día les digo: ‘Chicos, me parece que no me pueden decir que esto no lo puedo hacer’. Ese día era: ‘Esto no, esto no, esto no...’. Eran varias cosas que no. Y le digo: ‘Mirá, si todo se complica yo me voy porque yo necesito trabajar tranquila y en libertad, que fue lo que habíamos hablado y hasta ese día había sido así. Y fue como que lo solté. Pero me fui bien. Después, de hecho, el dueño del canal me llamó, me agradeció. Y yo le agradecí hasta ese momento todo lo que había pasado”.
Según explicó Canosa, antes no se iba bien de un lugar o de una relación, pero ahora logró hacerlo en otros términos. “Antes no sabía sentarme y hablar las cosas de frente. Me enrollaba tanto la cabeza, que decía ‘me voy’ y abandonaba el rumbo. Ahora no, me pueda plantar y decir: ‘Mirá, si esto es así, a mí no me gusta y me quiero ir’. Pero más elaborado y más profundo”, dijo. Y agregó: “En este caso no fue lo mejor. Yo había pasado hasta ese momento varios años fabulosos en el canal. Pero fue una decisión que, a la distancia, también digo: ‘Qué valiente’”.
Remarcando su osadía para enfrentarse a todos, Polino le recordó a la entrevistada el día que sobrevoló la casa de Gran Hermano en helicóptero. “Eso fue una locura. Un día lo llamo a Claudio Villaruel, que dirigía Telefe y con el que tenía la mejor de las ondas. Pero como conducía Jorge Rial el programa, yo le digo: ‘¿Me vas a dar a todos los invitados?’ Pero lo di por hecho. Y me dice: ‘No. Es más, si esta conversación la estás grabando te la voy a negar’. Era mi amigo, me hubiera dicho: ‘Mirá, Vivi, se me complica’. Y yo lo hubiera entendido. Pero, desde ese día, lo empecé a planear”, recordó Canosa. Y reconoció que “podía haber salido todo mal”.
De todas formas, Viviana reconoció que a veces siente como que tiene un desdoblamiento de su vida, entre su realidad junto a su hija Martina, y la televisión. Y que es súper casera, así que cuando termina su programa sale “casi vacía” y ni se acuerda de lo que le pidió a sus productores. “Me olvido de todo. Y cuando miro esa parte mía del pasado digo: ‘¡Wow!’. Ya tenía muchos ovarios desde chiquitita, porque la verdad es que para ese momento ya me había enfrentado a Telefé que era el medio más importante. Después me enfrenté a Marcelo Tinelli. ¡Me enfrenté a todos!”, señaló.
Luego agregó: “En ese momento, yo estaba acostumbrada a trabajar en un medio misógino. De varones maltratadores y de mujeres maltratadoras. Y lo vivía con naturalidad, me parecía que así era la tele y así era la vida y el laburo. Muy machista todo. Yo me tenía que enfrentar a los poderosos. Y los tipos no se bancaban una mina con pelotas y con personalidad”.
De su paso por Intrusos, donde solo estuvo un año y medio, dijo: “Era difícil. Juan Cruz Ávila, con quien voy a trabajar ahora, era el dueño del canal. Primero me dijo de conducir el programa, que me daba un cheque en blanco, y yo dije: ‘No, si está Jorge acá no’. Porque Rial iba a ser gerente, que después de hecho lo fue, pero no me hablaba en cámara. Era todo raro. Entonces yo me fui con un ataque de pánico, que ahora se sabe que eso es un ataque de pánico. Porque se cagaban de risa que la silla estaba vacía y era que yo estaba con un ataque de pánico en el camarín. La doctora me dijo: ‘Váyase’. ¡Y yo me fui!”.
No obstante, Canosa contó que recompuso su relación con Luis Ventura y que a veces se mensajea con Rial. “Yo reacomodé todo. Para mí, el pasado ya fue. Y si con alguien estuve peleada, aunque sea a muerte, yo necesito hacer las paces. Ya estamos grandes”, aseguró. Y dijo que, aunque antes de dejar un trabajo se preocupaba por lo económico, siempre decía: “Dios me va a ayudar”. “Me da más miedo quedarme en un lugar donde no la paso bien y me siento físicamente mal”, explicó, dejando en claro que hoy está muy bien con las autoridades de América a pesar de lo “fuerte” de su renuncia.
¿Si no le daba miedo tocar ciertos temas en su programa? “Me da miedo, pero digo: ‘Lo tengo que hacer’. Hay una fuerza superior que me dice: ‘Hacelo’. Aparte, lo que laburo para esos editoriales. Llego a mi casa y empiezo a buscar material y algo que yo sienta que me tocó, sea una noticia o algo que vi en la calle. Y me dejo llevar mucho por el sentido común y por mi intuición. Y, a partir de ahí, empiezo a pensar”, respondió Viviana.
Canosa confesó que todo el tiempo sueña con hacer otra cosa diferente a su profesión. “Yo siento que no voy a estar toda la vida haciendo esto. Es como una fantasía que tengo, pero me gustaría ser empresaria. Como que siempre me imagino de tailleur entrando a una oficina con un maletín. Porque yo nunca laburé de otra cosa que no sea de esto”, dijo.
Aunque después de tener a su hija estuvo cinco años sin trabajar, Viviana aseguró que “la maternidad fue lo mejor del mundo”. “Me encerré en mi casa, literal. Viajaba, iba y venía, y me ponía a estudiar. Pensaba qué nuevas profesiones podía seguir. A mí me gusta mucho salir de mi zona de confort, porque me gusta estar todo el tiempo en cambios. Necesito transformarme, no puedo ser la misma que hace quince, hace veinte años o hace una semana”, dijo. Y contó que llamó a la psicóloga de Polino para que la ayudara en ese momento.
“Dejé de hacer terapia cuando me di cuenta de que estaba buscando problemas para ir a terapia”, agregó divertida. Y explicó que, cuando ya se sentía bien, sabía que tenía sesión y empezaba a pensar qué contarle a la terapeuta. “Ella me ayudó mucho con el tema de mi divorcio, porque ahí pensé que se me caía el cielo encima. Eso fue lo más traumático que viví en la vida, porque yo soñaba la familia como la había constituido para toda la vida”, dijo en relación al final de su vínculo con Alejandro Borensztein.
Y explicó que superar ese transe le llevó cuatro años. “Yo te sufro hasta el final. Por eso ahora no quiero conocer a nadie... Tiene que ser no sé quién. Pero me da pánico meterme en una relación en serio. Y, a la vez, tampoco soy del touch and go, así que la estoy pasando raro. Pero estoy divirtiéndome con mis amigos”, aseguró. Y agregó: “Ahora estoy sola y estoy bien. Un domingo a la tarde, no deprimirme, me parece genial”.
Canosa aseguró que el mundo de la política era “un puterío” como el del espectáculo, pero que no le tiraban muchos lances. “Capaz que tiran un bocadillo a ver si enganchás. Pero, hoy por hoy, es muy difícil encararme a mí. Yo me doy cuenta de que hay algo que estoy haciendo mal o estoy haciendo bien, porque no dejo que nadie se acerque”, dijo. Y reconoció que antes necesitaba estar con un hombre para sentirse “completa”, pero ahora ya no.
Sobre su hija, Viviana comentó orgullosa: “Martina heredó lo mejor de los padres. Es brillante, es inteligente y es muy bella por dentro, además de que por fuera es una muñeca. Es buena, es noble, es leal. Y no lo digo porque sea mi hija. Es buena amiga, es buena compañera, es buena nieta, buena sobrina. En ambas familias, la aman todos. Y a mí me da lecciones de vida impresionantes”. Y recordó que el año pasado, cuando ella sufrió un pico de stress, la nena le preguntó: “Mamá, ¿cuándo te vas a ocupar de vos?”. “Yo le digo que es lo mejor de mi vida y ella me dice que la mandó Dios para cuidarme”, señaló.
Divertida, Canosa contó que aunque su hija ya no siente celos de su trabajo, un día encontró el teléfono de un señor muy conocido con el que ella estaba saliendo, lo llamó y le dijo: “Vos no te vengas a hacer el novio de mi mamá”. “Lo reputeó, le dijo de todo. Yo volví a terapia y después me fui. Pero ella me dice: Mamá, si vos me tenés a mí, ¿para qué querés conocer a alguien?” Por lo que descartó de lleno la posibilidad de una convivencia. “Tendría que ser alguien muy especial, un compañero de vida que yo nunca tuve. Yo tuve parejas, pero no sé lo que es estar acompañada de un hombre”, remarcó. Y dijo que, aunque amó mucho, sentía que sus ex eran competitivos y la tiraban para abajo en lugar de caminar a la par suya.
Sobre el final de la entrevista, Viviana contestó un ping pong sobre distintos personajes. De Alberto Fernández dijo: “El peor presidente de la historia. Creo que se esmera cada día para ser peor. Tremendo”. Cristina Fernández: “Cínica. Y, ahora, condenada. No creo que vaya presa pero estaría buenísimo que la Justicia actúe y que los argentinos sepamos que el que las hace las paga. Se han afanado el futuro de nuestros hijos, nietos y el nuestro”.
Mauricio Macri: “Se perdió la gran oportunidad de su vida. Una gran pena. Yo confiaba plenamente en que él iba a poner los huevos para cambiar la Argentina, que iban a venir todas las inversiones. Y no pasó”. Patricia Bullrich: “Me gusta mucho. Me parece que es una mina con mucho coraje y que podría ser una gran presidente. Pero si pienso de acá a un año no tengo la menor idea de lo que va a pasar en este país. El oficialismo es un desastre, la oposición está toda peleada. Hay que parar con los egos”. Javier Milei: “Es un tipazo. Hablamos mucho de Dios y de la espiritualidad. Es una muy buena persona, no sé cómo será de presidente si gana”, aseguró. Y ante la pregunta de Polino, reconoció que todos ellos la quieren como candidata.
“Me ofrecieron ministerios, jefatura de la Ciudad, senadora, diputada, ministra de desarrollo social...todo. Yo igual empecé a estudiar. Tengo un historiador, un abogado, como un equipete de tres o cuatro personas con las que me estoy preparando por las dudas para cualquier cosa”, dijo. Y agregó: “Creo que lo mío es la tele, pero tampoco por mucho tiempo. Pienso que me va a caer una ficha si yo tuviera que hacer política”.
Elisa Carrió: Tenía más relación antes, hasta que sentí que le pegaba más a Milei o a gente de su propio partido que al gobierno. Pero es una mujer que siempre dice verdades y en ese sentido la respeto, le hizo denuncias a este gobierno cuando nadie se animaba. Es una apasionada de la política y quiere mucho a la Argentina, aunque a veces no comparta algunas cosas.
En el último bloque de Polino auténtico, los nombres propios giraron hacia las grandes estrellas del mundo del espectáculo: Mirtha Legrand: “Con los años la pude entender. Es un ejemplo total, podría quedarse en su casa y volvió a laburar con todo lo que le costó”. Susana Giménez: “No soy tan susanesca, soy más de Mirtha. Pero no puedo dejar de decir que es una número uno de la Argentina. Creo que entendió de qué se trata la vida, se fue a Uruguay, viene, hace un especial y se raja...”.
“De Marcelo Tinelli sos muy crítica”, apuntó Polino. Y Canosa se explayó: “Yo tenía buena relación, de hecho cada vez que Rial lo mataba, él me llamaba llorando. Después me llamó para Bailando por un sueño, pero después me pareció muy de pegarse al poder de turno. Para mí fue el número 1 total pero hoy no es el tipo que yo conocí, un carismático que pasaba la pantalla. Aparte, pidió mi cabeza un montón de veces”.
Para finalizar, contó sus planes para este 2023. “No voy a dejar de hacer el streaming, y voy a arrancar la primera semana de febrero en el prime time de LN+”, anunció. Y cerró con una reflexión: “Todo lo que me está pasando es una bendición de Dios. Siento que estos últimos años encontré el equilibrio perfecto de gente buena, tanto en lo personal como en lo profesional. Estoy muy entusiasmada con eso”.
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