Con una temporada que recién comienza en Punta del Este y con el balneario uruguayo lleno de turismo, Martín Seefeld y Luly Drozdek se preparan para el estreno de una obra que promete dejar huella e invita a la reflexión.
“Holter” es un music hall escrito por Martín Seefeld, Sol Levinton, y Sebastián Meschengieser. Cuenta con la dirección de Daniel Fernández y participa el actor uruguayo, Gastón Torello. Se trata de una obra que invita a transitar y replantearse la vida con humor y profundidad a través de monólogos, música y baile, poniendo en escena los temas que aceleran el corazón: la convivencia, los hijos, los logros, las frustraciones y los miedos.
“Es un espectáculo de varios géneros porque tiene monólogos, baile, escenas de ficción y está todo encadenado. Te obliga a reflexionar acerca de la vida que vivimos hoy, porque tiene que ver con el matrimonio de larga data, con los adolescentes, la relación con los miedos, la finitud... Es una estructura que tiene mucho humor pero, a la vez, una enorme profundidad y emoción. Se transita por todos los lugares que tiene el ser humano, en donde te encontrás con una cantidad de cuestionamientos y preguntas con los que no sabés cómo hacer o manejarte, y donde todo el tiempo tienes que estar aprendiendo. Se hace un viaje a través de los personajes. Por todo eso, es un espectáculo distinto. Hice mucho teatro, televisión y cine, pero siento que esta obra es diferente a todo”, le dijo Martín Seefeld a Infobae.
“Es muy identificatoria, porque no hay un momento que no te toque, pero también es catártica, tengas la edad que tengas o la situación que sea: que estés casado, que tengas hijos... Nació de la necesidad de contar y transmitir, y de llevar al espectador a un lugar de reflexión a través de la risa y la emoción. La gente se va a ir pensando que se rió, sí... pero preguntándose de qué se rió”, agregó Martín Seefeld.
En diálogo con Infobae, Luly Drozdek contó el gran desafío que le plantea esta obra en su carrera, ya que se pone en la piel de varios personajes y cambia desde el vestuario hasta la voz para interpretarlos.
“Es un producto muy innovador. Es un desafío muy grande trabajar con Martín, que es un gran amigo, y con Gastón que es un actorazo. Como actriz, después de este trabajo va a haber un salto interno de crecimiento muy grande, porque es muy difícil hacer esta obra y lo estamos logrando. Hago muchos personajes, así que me cambio y salgo a escena vestida completamente diferente. Venimos ensayando hace mucho tiempo y logramos un producto lindo, que a la gente le va a gustar mucho. Es una propuesta que sale de lo normal y en la que pasan tantas cosas en el medio que nos cuesta rotularla, ponerle un nombre... Nunca ví nada igual y todo se enlaza”, expresó Luly Drozdek.
La colocación de un holter para monitorear su corazón obliga al protagonista a transitar todo un día de su vida tomando nota de cada suceso y apuntando si percibe alguna sensación. Pero, ¿qué es un día normal?. Las sensaciones son infinitas y no hay hoja que alcance para expresar todo lo que sucede: su esposa, sus hijos, la empleada que lo maltrata, sus amigos de paddle (que lo hacen jugar entre cables y los electrodos)... El trabajo, la calle, el país… Un combo de reflexiones, recuerdos, preocupaciones y, sobre todo, el miedo a la muerte.
“Hago cuatro personajes completamente diferentes. Toda la gente que vea este espectáculo se va a identificar con . Sí o sí, porque todos somos hijos, esposos, padres... Son conexiones muy íntimas y muestran situaciones en las que uno se ve reflejado. Cuando Martín me propuso estar en este proyecto, leí el libro y me pareció espectacular: es profundo y simple a la vez, porque llega a un punto muy íntimo”, destacó Luly Drozdek.
Los espectadores pasarán un día entero junto al protagonista, con quien se identificarán, emocionarán y reirán con sus batallas cotidianas, con las que se sentirán plenamente identificados. Hasta que finalmente, Fernando logre sacarse de adentro eso que tanto ama y, a la vez, es centro de sus pesadillas: el corazón.
Devenido en una especie de Hamlet divertido y moderno, el protagonista monologa con su corazón en la mano hasta llegar a la conclusión de que le quedan veinte años: ocho se le irán durmiendo y tres en los embotellamientos. Por eso, necesita dejar de lado los miedos y empezar a disfrutar la vida.
Para Martín Seefeld, lo más importante de esta obra es ponerse y poner en carne viva a muchas generaciones. “Poner en carne viva aquellos temas que hoy son fundamentales para poder hablar, comprender y encontrarte, valorando aquello que tuviste y tratando de encontrarte con lo que tenés. Tratando de cambiar un poquito ese universo de la no conexión por la conexión, pudiendo enfrentar los miedos... En este espectáculo, siento que estoy en llaga permanente, de principio a fin. Hablo con el corazón y, si logro abrir un poquito el de los demás, ya está: es misión cumplida. Holter te obliga a cuestionarte un montón de cosas en la vida”.
En cuanto a sus proyectos laborales para 2023, los actores planean continuar con las funciones de “Holter”, mientras Luly Drozdek retoma las grabaciones de ATAV y participará de una serie que aún no puede revelar. Por su parte, Martín Seefeld también se encuentra enfocado en otra obra de teatro que empezará a ensayar en marzo, en una miniserie y en la esperada película de “Los simuladores”.