En Los 8 escalones del millón (El Trece) suelen darse escenas desopilantes en el desarrollo del juego, casi siempre con los participantes como protagonistas excluyentes ante un Guido Kaczka que nunca pierde su capacidad de asombro ante las situaciones que ocurren en su ciclo. Este martes, Nicolás sorprendió a todos en el piso luego de anunciar que, al ganar su segundo millón en el programa, decidía retirarse de la competencia y le cedía su lugar a su rival en la final, Julio César. Pero cuando el conductor le recordó que también entregaba lo que acababa de ganar, decidió volver atrás en sus pasos.
El joven se alzó con el premio luego de contestar mejor una pregunta por aproximación que hizo Walter Nelson, quien en esta emisión estuvo acompañado por Carmen Barbieri, Ingrid Grudke, Gino Tubaro y Manuel Jaramillo en el notable panel de jurados encargados de impartir las preguntas temáticas y sus correspondientes respuestas en la final. “La pregunta es la siguiente: según la FIB, la Federación Internacional de Baloncesto, ¿a qué altura está el aro?”, les preguntó el periodista de deportes en calidad de jurado, tanto a Nicolás como a Julio César. Luego, al mostrar sus respuestas, este último había dicho que a 3,80 metros, mientras que el otro contestó que a 3,20 metros. “La altura del aro de baloncesto es de 3,05 metros”, dijo el célebre relator de fútbol y de boxeo.
“¡Dos millones de pesos, Nicolás! Que baila danzas folklóricas ucranianas, que hizo un recorrido perfecto, ¡gana dos millones!”, anunció Guido y, dirigiéndose a Nicolás, le preguntó con respecto a su continuidad en el certamen: “Ganaste, de nuevo, con firmeza. ¿Qué vas a hacer, volvés?”.
“Yo hoy vine por un sueño y creo que, ya en gran parte, ya se me cumple. Y creo que hay gente que tiene más necesidades que yo. Así que ya no vuelvo. Le doy el lugar a Julio César”, dijo el ganador. “Sabés que no es solo el lugar, ¿no? Sabés que le das tu millón”, le aclaró el conductor. Estas palabras sorprendieron al vencedor, a la vez en que empezó a dudar teniendo en cuenta esta información. “Ahhh, ah, ah, ah...”, cavilaba Nicolás, mientras movía la cabeza de un lado para el otro, como negando, arrepentido de lo que había decidido. “¡No lo avivés, no lo avivés!”, le rogó Julio César a Guido, entre risas.
“‘No lo avivés’, me dice Julio César. Pará, pará, pará, te llevás un millón, le das un millón a él si vuelve él. Si no vuelve él, le pregunto a María. El que vuelve, vuelve con el millón ganado. Nueva modalidad, siempre lo explico. Qué hacés: ¿volvés o hasta acá?”, insistió el conductor del concurso. Con todas las reglas del juego sobre la mesa, Nicolás volvió tras sus pasos y tomó una decisión: “Volvemos”, confirmó su regreso. “Vuelve entonces por los tres millones de pesos”, certificó Guido mientras que Julio César hacía gestos resignados en dirección a Kaczka, aunque se reía de lo ocurrido.
Así las cosas, Nicolás alzó el cheque simbólico que lo declaraba ganador de los dos millones de pesos, mientras ya empezaba a prepararse para el programa de preguntas, respuestas y escalones a seguir aumentando su premio.
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