Las imágenes que Wanda Nara y L-Gante dejaron circular en sus redes sociales hace unos días fueron contundentes: la flamante pareja dio rienda suelta a su amor luego de besarse apasionadamente en un auto al salir de un restaurante juntos. Y si bien no blanquearon el romance, con este gesto quedó más que claro que ya no son solo amigos.
Al día siguiente de esta noche romántica, que fue opacada por mensajes de Mauro Icardi, Elián Valenzuela decidió presentarle a su hija Jamaica a la empresaria mientras vieron el partido de Argentina contra Croacia por las semifinales del Mundial Qatar 2022. También en esta oportunidad, la armonía de la pareja se vio alterada por los posteos de su propia ex.
Así, Tamara Báez estalló de furia y publicó en sus redesalgunos mensajes privados que había mantenido con el músico de cumbia. Con esto la influencer quiso demostrar que el papá de su hija le seguía escribiendo para verse aun cuando está iniciando una relación con la expareja del jugador del Galatasaray.
Por su parte, Wanda se mantuvo ajena a esta pelea mediática entre el cantante y su ex y optó por dejar a sus propios hijos lejos de esta situación. Así es como Elián todavía no conoce a los chicos de ella.
Durante la tarde del miércoles, Nara abrió las puertas de su mansión de Nordelta para recibir a la revista Hola!, donde hizo declaraciones muy fuertes sobre su vida, tanto sentimental como profesional.
“Tengo muy buena onda con Elián. Él tiene 22 y yo, 36. No te puedo decir que no vaya a pasar nada con él el día de mañana. No tengo prejuicios. Como te digo…, muchos hombres se me han acercado en este último tiempo, y puedo decirte que si hay algo que tiene Elián es que es auténtico. Yo, quizás, vivo en un mundo artificial, más careta, y, encontrarme con una persona tan frontal como él me ha hecho pensar bastante… Por ejemplo, ¿para qué tengo todo lo que tengo si, quizás, con menos soy feliz?”, reveló. Y enseguida agregó: “Elián me respeta; sin embargo, tiene otra política: yo no tomo alcohol, no fumo cigarrillos. Somos el agua y el aceite”, expresó con la autenticidad que la caracteriza.
En cuanto a su presente sentimental, Wanda enumeró los años que estuvo casada. “Siete con Maxi y diez años con Mauro. Pero no le cierro la puerta a nadie. Nunca diría “Con esta persona no voy a estar”. Si hay alguien que me pueda hacer feliz, que me tenga respeto y que sepa que soy una madre, bienvenido sea… Quien se enamore de mí debe saber que mi prioridad son mis cinco hijos. A mí me tenés que querer con el combo completo”, se sinceró.
También hizo una fuerte autocrítica sobre su rol como esposa de jugadores de fútbol. Al respecto, Wanda admitió que si bien por un lado se llenó de cosas materiales, por el otro perdió su vida privada. “Vivís la vida del otro: si el equipo de tu marido gana, está todo bien; si perdió, todo se cancela. Tengo amigas del mundo del fútbol que han suspendido cumpleaños de sus hijos porque perdieron un partido. En el fondo, es una vida infeliz. Le tenés la vela al amor de tu vida… pero hay que ver si la otra persona haría por vos lo mismo que vos hacés por él. Dejar tu vida de lado tiene un precio muy alto”, contó.
La hermana de Zaira se define a si misma como una empresaria. “Desde chica aceptaba todos los trabajos que me ofrecían, siempre pensé que hoy hay y quizás mañana no. Por eso durante mi matrimonio con Maxi él compraba autos y yo compraba departamentos en pozo. Cuando nos separamos tenía 15 propiedades y él me dijo: ‘La mitad son míos’. Y sí, pero el trabajo lo había hecho yo”, concluyó.
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