En mayo último la periodista Débora D’Amato había confirmado que sería madre por segunda vez, con toda la alegría que llega en esos momentos, pero a la vez todo los cuidados por los que debería pasar. “Con Lola tuve un embarazo con una letra chica que nadie me contó”, había explicado sobre el primer embarazo, del que pasaron ya más de tres años. “Pasó, pero fue terrible. Preguntame qué no tuve que es más fácil. Sinceramente, tuve otra vez por tratamiento. Yo estoy hace rato con esta intención y mi cuerpo decía que no otra vez más. Tanta medicación, tanta medicación me descompuso mucho en los primeros meses”, expresó sobre lo transitado.
“Es óvulo mío y (esperma) del mismo donante que Lola. Es de esa camada -de embriones- que decidí guardarlos en su momento porque sabía que iba a querer una segunda oportunidad”, detalló respecto del tratamiento al que se sometió para poder lograr ambos embarazos. “Espero para diciembre. Estoy súper feliz. Estoy como una nube”, había expresad en ese momento.
Y finalmente en diciembre se produjo el nacimiento de Charo, tal el nombre que había previsto. En caso de ser varón, su intención era que llevara el nombre Enzo. “¡¡¡Bienvenida Charo de mi ❤️!!!”, expresó la madre a través de las redes sociales al momento de anunciar el nacimiento, acompañado de una foto de la beba, que no tardó en llenarse de saludos de amigos y conocidos felicitando por la nueva integrante de la familia.
Respecto del momento en que había hecho el anuncio del embarazo a los padres, afirmó: “Me pasó algo muy loco. Uno cree que es adulto y que no le importa la aprobación de los padres a determinada altura de la vida, porque lo hace igual. De hecho, yo nunca conté mis procesos, sino mis decisiones. Pero se ve que importa, porque cuando se lo conté y se largó a llorar y me abrazó... por más que lo hacés igual, uno espera la aprobación. Y está enloquecida, me dijo: ´Fue la segunda mejor decisión de tu vida´”.
Lola, la primera hija de Débora, nació el 5 de noviembre de 2018, luego de una larga lucha para convertirse en madre. Desde entonces, fue compartiendo en sus redes sociales algunos momentos de su crecimiento, descansando después de tomar la teta o luciendo orgullosa el carnet del Club Atlético Independiente, del que ella es fanática. Cuando creía que nada podía sorprenderla, que había visto todo lo referido a aquel día inolvidable, había algo guardado en el cajón de las emociones.
D´Amato fue madre soltera, a los 45 años y con el método de transferencia embrionaria con donante de esperma anónimo: “Creía que no era justa no brindándole la posibilidad a ese bebé de no tener papá, hasta que un día me animé porque sentía que el tiempo pasaba y pensé, es ‘ahora o nunca’”, había contado al comunicar la noticia, donde dio algunos detalles de cómo fue palpitando aquellos nervios.
“En todo el tratamiento no pregunté nada, incluso estaba descreída porque no me quería ilusionar. Sabía que doce días después de la inseminación el médico me tenía que llamar para darme los resultados”, reveló la periodista, que tuvo dos indicios que le permitieron ilusionarse. “Mi gatita que es distante se puso cariñosa y después me sentí un poco mal, pero pensé que sería muy pronto”, agregó. Luego sonó el teléfono y era el médico que le confirmó lo que tanto quería escuchar.”Yo estaba con mi mamá que no entendía nada”, aseguró.
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