Luego de haber vivido una tensa situación luego de que la policía de Qatar frenara una transmisión que estaba haciendo en vivo para Nosotros a la Mañana, el Pollo Álvarez ahora pasó otro incómodo momento, aunque esta vez por decisión propia y por una buena causa. El conductor y periodista durmió en el piso.
Fue su esposa, Tefi Ruso, quien contó en sus redes sociales que él decidió dejar su cama del hotel para darsela a una pareja de chicas que estaba en el Mundial Qatar y que no tenía donde parar.
“A todo esto, le pedí a Pollo Álvarez que cuide y acoja a Male Pizarro y su mujer. Se lo tomó a pecho”, escribió en una historia la cocinera junto con una foto de su marido durmiendo en el suelo, y Pizzaro había puesto: “Este pibe se tiró en el piso y nos dio su cuarto”. En la siguiente historia, la creadora de Inutilísimas compartió una foto de él con ellas en Qtar y agregó: “Fui feliz por ustedes a la distancia. Ni haciendo un casting juntas gente tan buena onda”.
Hace unos días Joaquín, tal es su verdadero nombre, pasó un mal momento cuando la policía de Qatar lo paró para pedirle papeles en medio de un móvil que le estaba haciendo al Tula para el ciclo de El Trece, Nosotros a la Mañana. “No les gusta que esté grabando, ¿qué vamos a hacer? Banquen que voy a hablar un segundito y sigan ustedes”, pidió desde Doha a Nicolás Magaldi, quien se encuentra reemplazándolo en Buenos Aires.
La cámara nunca se apagó y siguió transmitiendo: se lo veía al periodista y a uno de los productores a lo lejos hablando con los efectivos. Horas más tarde, finalizado el programa y pasado el susto, contó a Teleshow sobre lo ocurrido: “No hubo demanda, no estuvimos a punto de ir presos ni nada por el estilo”. Sin embargo reconoció que les pidieron que se fueran y que la situación les generó “mucho miedo”.
En la charla con los policía además de él, estaban dos productores y el camarógrafo y no había traductor, lo cual hizo todo más difícil: “Hablamos en lo que se pudo. Ellos hablan mal inglés y yo también”. “Teníamos todo en regla, la acreditación de la FIFA, permiso para estar ahí, y no sé qué pasó, porque no nos expresaron mucho”, dijo y contó que estaban en ese momento en un predio que está en las afueras de Doha donde va la gente que viaja al Mundial en plan más austero: “Afuera en la calle, en el desierto nos pidieron que no grabemos, que no vayamos”.
Al momento del corte del móvil, Nicolás Magaldi, desde el estudio, dijo: “No dejan mostrar lo que está pasando ahora, vamos a dejar el aire para cuidar a nuestros compañeros y para que vean cómo es la intervención policial. Estábamos haciendo una nota de color, queríamos mostrar la zona y queremos esa imagen y seguiremos mostrando en vivo para cuidar al Pollo y todo el equipo, ¿cómo no te va a intimidad si es otro idioma? No extrañe que después revisen la cámara a ver si se grabó algo”.
“Es una cultura diferente y si no pasa nada, me encanta que pase esto porque esto también es el Mundial, por un lado tenés una careta que te dice ‘tenés libertades’, pero hay un control absoluta a la prensa y cualquier expresión de género, de las mujeres… Esto es la otra cara de un Qatar que puso toda la plata del mundo a la FIFA. No nos dejan trabajar tranquilos”, agregó indignado.
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