Su mano derecha marca el ritmo de la música mientras, a su espalda, una orquesta acompaña cada una de sus canciones. Frente a él, cientos de ojos reflejan lágrimas, nostalgia y el amor de toda una vida. Es que son 50 años, un tiempo que lo marca como un baluarte de todas las épocas. Así, Nito Mestre celebró su exitosa trayectoria en el Teatro Ópera.
De la mano un formato sinfónico, acompañado por su banda y con grandes invitados como León Gieco, Daniel Raffo, Raúl Porchetto, Juanse y Silvina Garré, el cantante celebró las cinco décadas de Vida –el primer álbum de estudio de Sui Generis, el dúo que conformó junto a Charly García–, y repasó su etapa con Los Desconocidos de Siempre y Porsuigieco.
Ante un auditorio colmado, el cantante mostró por qué se volvió historia. Desde chicos hasta grandes, su música une generaciones y los hace viajar. ¿Por dónde? Por el tiempo, recordando aquellos días de juventud, rebeldía, donde sus canciones iluminaban tiempos oscuros. Está más allá de la fama, la idolatría, los discos o las millones de reproducciones en las plataformas. Nito Mestre es un clásico del rock argentino.
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Así abrió con Canción Para mi Muerte, uno de los hits de Vida y el cual da pie a todo el álbum. “Vamos a ir en el mismo orden que está en el disco. Ahora vamos con este tema que fue icónico, nos acompañó bastante tiempo en muchas fiestas”, dijo antes de dar paso a ‘Necesito’.
Entre aplausos y ovaciones, viejas fotos de la banda acompañaban cada uno de los temas. Y como si de un golpe a la memoria se tratara, unos jóvenes ‘Charly’ y ‘Nito’ mostraban el paso de los años. Desde aquella época en la escuela hasta los afiches de ‘Adiós Sui Generis’, uno de los momentos más importantes de la historia del rock argentino que enmarcaba el show de despedida de la banda.
“En ese momento pudimos grabar solamente un disco, que era este. Después pasó que grabamos varios más. Pero me acuerdo que este tema en particular, que era bastante jorobado, era el que más ensayábamos para que salga bien y era uno de los más pedidos peso a que no era el más conocido dentro de Vida”, expresó el artista antes de presentar ‘Dime Quién Me Lo Robó’.
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Mestre continuó con Estación, Toma Dos Blues (con la participación de Daniel Raffo), Natalio Ruiz, el hombrecito del sombrero gris, Mariel y el Capitán, Amigo vuelve a casa pronto y Quizás Porque en un ambiente relajado, y dando lugar a su clásico humor, acotaciones y anécdotas.
Así dio cierre a la primera parte del show, la cual despidió a la Orquesta Sinfónica de Neuquén y dio lugar a una nueva parte protagonizada por la banda. Allí interpretó la siguiente etapa en la vida de Nito Mestre, Los Desconocidos de Siempre, el grupo de folk rock, de 1976, que surgió tras la separación de Sui Generis.
Y como no podía ser de otra manera, para hacer más completa la fiesta, una figura de aquellos años se hizo presente en el escenario, León Gieco. Más tarde también se sumó Raúl Porchetto, dando forma a lo que en 1974 llamaron PorSuiGieco (“Por” (Raúl Porchetto), “Sui” (Sui Generis), “Gieco” (León Gieco)).
Ante la mirada del público, y los celulares en lo alto que buscaban no perderse nada, Mestre repasó aquellos años (1976 - 1980) de la banda que comenzó como Nito Mestre y Amigos, nombre que hasta que María Rosa Yorio, por entonce esposa de Charly García le dio el nombre definitivo, inspirado en la película italiana Los Desconocidos de Siempre.
De cara al final, la noche tomó más fuerza y se tiñó a puro rock con todos los invitados en el escenario, incluyendo a Juanse, de Ratones Paranoicos. Sin embargo, la tercera parte de la noche, y cierre, estuvo a cargo de Silvina Garré, con una nueva interpretación de ‘Cuando Empezamos a Nacer’.
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