A pocas horas de convertirse en marido y mujer, Florencia Peña y Ramiro Ponce de León compartieron una entrevista juntos en el programa que ella conduce por América. Así fue que Flor y Diego Ramos, su coequiper en LPA, le dieron la bienvenida al abogado salteño.
Con la desfachatez que la caracteriza, Flor lo recibió con un abrazo y le presentó al resto del equipo. “Ya estás mirando a mi cotorra”, le dijo entre risas cuando Ramiro se puso a saludar al personaje disfrazado de loro que acompaña a la conductora. Sin embargo, el futuro marido de la protagonista de Casados con hijos, lejos de avergonzarse, se sentó al lado de ella y se sometió a las preguntas que tenía preparadas Diego Ramos, quien además es íntimo amigo de la actriz.
Así que el actor aprovechó la ocasión para preguntarle: “¿Te acordás de la primera fiesta en la casa de Flor?”. Y Ponce de León dijo que sí, que estaban todos los amigos de ella, entre ellos Elizabeth la Negra Vernaci, Humberto Tortonese y el mismo Diego Ramos. “¡Pequeño recibimiento te hicimos”, le dijeron los conductores, revelando que en ese momento se habían reunido para conocer al candidato de Florencia, que venía de Salta para verla.
A los pocos minutos, Florencia le confesó a Ramiro que la primera cita fallida fue por su culpa porque se había arrepentido de salir con él. “Yo venía de una época muy difícil, recién me había separado del papá de mis chicos y encima él vivía a miles de kilómetros”, aseguró la actriz. Pero enseguida le puso ritmo a la entrevista y se pusieron a conversar de las anécdotas más divertidas de su relación.
“¿Vos la conocías a Florencia?” quiso saber Diego y entonces el salteño contestó que sí, que incluso la había ido a ver al teatro cuando protagonizaba “Son de diez”, con Claudio García Satur y Silvia Montanari. “Es que tenemos la misma edad, somos de la misma generación”, agregó Ramiro. Aunque después confesó que nunca se había imaginado casarse con una estrella de televisión. “Soy abogado, soy serio”, dijo. Y la actriz le retrucó: “Te hacés el serio, sos jodón igual que yo”.
De todos modos, Ponce de León contó que para su familia fue un impacto enterarse que estaba saliendo con Florencia Peña.
Entre una de las situaciones que recuerdan de sus primeros encuentros, contaron de una vez que Florencia viajó a Salta acompañada de una amiga para que no la descubrieran que iba a visitar a Ramiro. La actriz dijo que llegó al aeropuerto medio de incógnito y que se dirigió al departamento de Ramiro. “Cuando lo vi venir caminando por el pasillo casi me muero. Tenía puesta una remera de color turquesa que sobresalía más que sus ojos”, destacó Flor matándose de risa. Enseguida Ramiro recordó el episodio e incluso lo que él le dijo en ese momento: “No vas a poder cambiarme todo”.
A la hora de hablar de sus defectos y virtudes la pareja fue contundente. “Para mí el peor defecto de Flor es el desorden, aunque después de diez años comprendí que ella es una artista, que empieza del caos y termina en el orden”, dijo su novio. En cuanto a un defecto de él, la actriz confesó que es un poco lento, que tiene otros tiempos para hacer cosas, al revés de ella que es muy polvorita con todo. Y hubo coincidencia en las virtudes: los dos se mostraron amorosos y coincidieron en el gran corazón del otro.
Después, llegó al piso uno de los hijos de Florencia, Juan Otero, quien se sentó en el medio de la pareja y se acopló a la charla. Diego Ramos empezó a hacer una seguidilla de preguntas rápidas y picantes, a modo de test de conocimiento de la personalidad del otro. Empezó preguntando: “¿Quién de los dos se aburre más rápido de hacer cucharita? “¡Ramiro!”, contestó Flor sin dudarlo y agregó entre risas: “Lo que pasa es que a esta edad a él ya le duele el ciático y tiene que tener una almohada entre las piernas, así que aguanta muy poco en esa posición”.
Con respecto a la típica pregunta de rigor de quién es el dueño del control remoto, ambos coincidieron también en que él lo usa siempre para elegir una serie o una película porque Florencia se aburre rápido y se enoja.
Cuando llegó el turno de contar detalles de sus bodas - porque serán dos, una en Salta y a la semana siguiente en Buenos Aires - ambos destacaron que invitaron a todas las personas que quisieron, y a nadie de compromiso. “Yo fui a todas las pruebas de vestuario de ellos”, confesó Florencia, a lo que se escuchó que le dijeron: “¡Qué pesada!”
Después, también se divirtieron al recordar el momento en que Ramiro le pidió casamiento a Flor y todo lo que tuvo que organizar para que ella no se diera cuenta. “Hasta le saqué un anillo para medirlo y no me di cuenta que era del dedo gordo, así que el anillo de compromiso le quedó enorme”, reveló el abogado ante la cara risueña de su novia.
Al final, se acercó el bailarín Facundo Mazzei para enseñarles a bailar el vals para las celebraciones, aunque después terminaron bailando cualquier ritmo movido.
A modo de cierre, Ramiro la miró a los ojos a Flor y le dijo que la amaba. Ella, visiblemente emocionada, le respondió que estaba muy feliz de haber formado una familia con él y que lo elegía todos los días.
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