Gonzalo Ocaña, Gonny como se hace llamar en las redes sociales, tenía nada más que 21 años cuando se presentó en el ciclo Cuestión de Peso, en ese momento conducido por Claribel Medina, hacía curso de reparación de PC y algunos trabajos relacionados. Además de descender para tener una vida más saludable, su sueño era dedicarse a la música. La primera de las metas se hizo realidad tras un paso de ocho meses por el reality y la segunda, poco más de una década después, cuando tras la pandemia comenzó a escribir sus propios temas y a grabarlos en sus tiempos libres.
Con 1,80 metros de altura, actualmente en 105 kilos, entró al ciclo de El Trece con 154,300 y se fue con 105. Luego logró mantenerse y tras operarse primero de los colgajos y después hacerse un by pass gástrico, llegó a los 90/95: “Juego con eso, aunque con la pandemia aumenté y quiero bajarlo, estoy en 105”.
“Me acuerdo que vi en la tele que que empezaba el programa y mi mamá me dijo que me anotara, me dijo que me pusiera traje, yo le dije que no, que me mostraría tal cual soy, en ese momento estaba de moda el reggaeaton y mandé foto con una cadena, creo que un poco me eligieron por eso también”, tars salir con casi cincuenta kilos menos, siguió yendo a la clínica del doctor Cormillot un tiempo más y luego fue en otra institución donde se operó: “La gente del programa me ayudó, lo agradezco y no quise molestar, ahora si voy, es para saludar”.
Aunque en pandemia subió un poco de peso y hoy está intentando descender esos kilos que aumentó, se mantiene con una alimentación equilibrada y con ejercicio: “Voy al gimnasio tres veces por semana, hago aeróbico, fierros, nada del otro mundo. El secreto es ser constante. Pero hay días que como de todo, tengo ganas de darme un gusto con un helado o una hamburguesa y lo hago, y sé que en la siguiente comida me cuido, pero salgo, tomo alcohol, todo normal. Me mentalizo que no quiero volver a lo que era, tengo una foto en mi cuarto de lo que era, son esas son pequeñas motivaciones”.
“Yo ahora me manejo con mis médicos, voy cada mes a mi nutricionista, sino cada tres. En el programa nos dieron una herramienta que tenemos para utilizar y yo trato de estar bien. Después de aumentar en pandemia, me focalicé en que no quería subir más”, dijo y reconoció que “bajar se baja, lo difícil es mantenerse”.
—¿Cómo estabas cuando pesabas 150?
—La pasaba mal, en cosas muy pequeñas como pasar de costado en el subte, que me miraban mal en el colectivo, ir a un boliche a hablar con una chica se complicaba o no me dejaban entrar. Tampoco había ropa de mi talle. En ese momento sentía que estaban todos contra mí, agresiones, miradas. Cuando tuve la oportunidad (en el programa) me acordaba de la gente que me pasaba su negatividad, o la que me decía que no podía bajar. Me mentalizaba para cerrarles la boca.
—¿Y en el colegio?
—Y... no muy bien. Era un chico muy tranquilo, prácticamente solo hacia la mía, no la pasé bien en el cole.
A diferencia de algunos de sus ex compañeros, Gonzalo no sufrió el tema de la obesidad durante su niñez, sino a partir de los 12, cuando unos remedios lo hicieron subir de peso. “Desde chiquito tengo ADD (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad), me costaba concentrarme y en el colegio no me iba bien. Me medicaron y esa medicación me hizo engordar, eso se corrigió y estoy bien”.
“Creo que en ese momento era una solución darme eso y ya está, no me pongo a pensar en lo que pasó, sino en el ahora porque me arrepentiría de muchas cosas, ya está, lo que pasó pasó y hay que mirar para adelante y focalizarse”, dijo y en ese foco, está sin dudas su carrera musical que por cuestiones de la vida y amores, después del programa hizo a un lado y retomó post pandemia, tras regresar de Chicago, Estados Unidos, donde vivió un año sigueindo el sueño de quien era su pareja.
Encargado de un local de venta de colchones, trabaja allí día por medio, lo que le permite dedicarle tiempo a su pasión, la música. Hace un mes, lanzó su primer disco, Seguimos de pie y espera volver a grabar en enero. “Son temas de reggaetton romántico, los escribo y compongo, todo lo que saco es mío. El disco lo pude terminar después de muchas idas y vueltas y complicaciones, lo pensé porque empecé a cantar a los veintipico y ahora tengo 30 y decía ‘estoy grande, soy viejo’, y no, lo pude hacer, no sé si irá bien o mal, pero lo hago”.
Ya hizo varias presentaciones y cantó en varios lugares con colegas amigos: “La primera vez que canté en público me costó, pero pensaba que es lo que me gusta, para eso la tele me ayudó. En el programa me vieron casi desnudo, entonces pensaba, ‘no voy a tener vergüenza por cantar un tema”. Al ser consultado sobre si creía que estaría cantando si no hubiera bajado de peso, dijo: “Podría ser cantante, pero de ahí a ser conocido… la música es una imagen y algo que criticaba cuando estaba gordo, decía ‘me gustaría ser así pero no voy a poder porque por mas que tenga una re voz, no sería conocido’. La industria es marketinera, hay que ser rubio y flaquito para poder venderte. No conozco muchos cantantes con sobre peso. Lamentablemente es así, no sé si va a cambiar en añgún momento, yo quería bajar de peso para hacer lo que me gusta y que la gente me conociera”.
En su camino, siempre estuvo la música: “Si estoy bien, escucho música. Si estoy mal, escucho música. Si tengo un problema, escucho música. Es mi cable a tierra, cuando me separé, lo plasmé en una canción, escribo lo que me pasó a mí, pero también le pudo haber pasado a otra persona y a veces esas que duelen, son las canciones que más llegan”.
“Siempre tuve intención de escribir algo sobre eso (cómo se sintió cuando tenía sobrepeso) pero ahora pienso en hacer canciones alegres y mas que viene el verano. Ya contaré esa historia”, dijo Gonzalo, que está soltero y tras haber vuelto instalarse en Estados Unidos, está viviendo con su madre. Ahora aunque algunas personas lo reconocen de Cuestión de Peso, quiere hacerse un lugar en el medio por su música: “En mi instagram comparto mis canciones, pero también consejos y mucha gente me escribe”.
Seguir leyendo: