“¿Ya le contaste al Cone que nosotros no estamos más juntos?”, le preguntó en voz baja Juliana Díaz a Maximiliano Giudici hace unos días, mientras ambos pedaleban en una bicicleta marina instalada en la pileta de la casa de Gran Hermano 2022 para cumplir con la prueba semanal de 24 horas. “No, no hablé con nadie”, le respondió el cordobés, dejando en claro que no le había comentado sobre la rutpura ni a Alexis Romero ni a ningún otro participante. Pero ambos daban a entender que la primera pareja que se había formado en esta nueva edición del reality había llegado a su fin. ¿Estrategia o realidad? La duda quedó instalada.
Lo cierto es que, una vez que ambos terminaron con su parte de la prueba, las cámaras del programa captaron el llanto desconsolado de la joven oriunda de Venado Tuerto frente al espejo, lo que parecía ser la certeza de la separación. Pero ninguno de los dos había hablado abiertamente del tema con sus compañeros. Quizá, para que la noticia no interfiriera en el día a día de la casa. Hasta que Tini deslizó: “Estamos peleados. Yo a él lo quiero en serio y lo voy a defender. Aunque ahora igual no se que va a pasar...”.
Así las cosas, en una charla a corazón abierto con Agustín Guardis, Maxi dejó en claro cuál había sido el motivo del distanciamiento. “Como que no me pongo a dramatizar o me pongo bajón, porque si lo decidí es porque para mí es lo mejor. Así que creo que está bien. Pero tampoco pum para arriba, aunque lo intento. Hay que ser positivo. Para mí afuera era así, uno cree en la ley de atracción. Si no tiene solución, guardalo. Y si tiene solución, enfocate y arreglalo. Y esto como que me cuesta verle solución...”, empezó contado el cordobés.
Y siguió en referencia a las actitudes de Juliana: “Tiene cosas que ya las he vivido y no tengo ganas de repetirlas. Parece que estoy viviendo el inicio de mis relaciones más tóxicas. Y digo: ‘No, este es el momento de frenar’. Por ella sobre todo, porque es muy sensible. Y después me voy a sentir mal si la pasa mal. Ahora hace un día que está un poco bajón y después va a estar todo bien. Cuando caiga donde está...La onda es tener una linda relación acá adentro porque yo la quiero mucho”.
En ese momento, su confidente le dio la razón. “Está bien lo que hacés. Es feo estar así aguantándose las cosas y después termina todo mal al pedo, uno en una punta y el otro en la otra y ahí la pasan mal los dos”, dijo. Y Maxi agregó: “Uno se guarda las cosas por más que sean dolorosas en el momento hasta que una boludez termina siendo la que explote todo de mala manera. Yo ahora tuve la oportunidad de razonarlo bien, tranquilo. Esto no me gusta, no va para algún lado bueno. Si no es ahora, va a ser después y si es afuera va a ser peor”.
Maxi y Juliana fueron la primera pareja de esta edición del reality. A solo tres días del comienzo del programa, ambos se mostraron muy cercanos. Y, durante la primera semana de aislamiento, a los dos se los veía siempre acurrucados en una cama, mientras sus compañeros estaban desparramados en distintos rincones esperando obtener las consignas de la prueba semanal.
En ese momento, fue el cordobés quien le confesó al todavía integrante de la casa Tomás Holder su acercamiento con Tini: “Había que meter un poco de algo a esto. Hubo un intercambio de besos”, le dijo al influencer, quien quedó sorprendido y le pidió mayores detalles de cuándo, dónde y en qué circunstancias se había dado el encuentro.
“Si a mí me gusta alguien, ¿voy a estar esperando tanto?”, le preguntó Juliana entre risas, para explicar por qué ella y su compañero se habían besado. “Claro, si después afuera tu vida sigue igual. Yo igualmente no creo que lo que pase acá siga afuera. Somos todos muy distintos”, reflexionó Holder ese día sobre la posibilidad de que adentro de la casa se formen parejas que perduren en el tiempo, más allá del reality.
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