En el mes de agosto de 2017 y después de diez años de matrimonio, Alejandro Fantino firmó su divorcio de Miriam Lanzoni. Por entonces y casi tímidamente, el conductor de Animales Sueltos había vuelto al ruedo nocturno. “Yo me había ido de la movida con ‘La isla bonita’ de Madonna y regresé con unos DJ de los que no sabía nada”, habría bromeado para dar a entender que estaba fuera de training. Lo cierto es que, mientras muchos imaginaban que iba a dedicarse a disfrutar a pleno de su soltería por un buen tiempo, el periodista no tardó en volver a apostar al amor junto a una modelo Multitalent Agency a quien descubrió, justamente, en el Vip de Tequila. ¿Su nombre? María Constanza Mosqueira, conocida por todos como Coni.
“Ella estaba con unas primas. Todas unas bombas en ese equipo. Me acerqué, charlamos un rato y no sabía de qué hablar”, recordó Fantino sobre aquel primer encuentro que tuvo lugar en el mes de diciembre de ese mismo año y en el que, al menos, consiguió que la joven le diera su nombre para comenzar a seguirla en Instagram. Cabe señalar que, si bien Coni lo conocía del medio, la realidad es que ella no estaba muy al tanto de las actividades del periodista. “Miro muy poca tele y soy cero fútbol”, explicó la modelo. Pero, tras intercambiar un par de mensajes directos a través de las redes sociales, ambos concretaron una cita formal.
Esa primera cena fue suficiente como para que Alejandro y Coni descubrieran los muchos aspectos que tenían en común. ¿Por ejemplo? A ambos les gusta la comida sana y el entrenamiento. Y los dos son amantes de la vida diurna, al aire libre, del mar y del calor, por lo que les encanta irse de vacaciones juntos a la playa. De hecho, fue sobre las arenas de Punta del Este que en el mes de enero de 2018 blanquearon la relación frente a los paparazzis.
Es verdad que, al principio, hubo quienes pensaron que la diferencia de edad -él tiene 51 años y ella 29- podía llegar a ser un escollo para la pareja. Pero nada más lejano a la realidad. Nacida en Bahía Blanca, Mosqueira comenzó como modelo de Pancho Dotto cuando tenía apenas 17. Con el consentimiento de sus padres, María de los Ángeles y Alejandro, se mudó a Buenos Aires para comenzar su carrera. Y, al poco tiempo, estaba conquistando los mercados de México, Chile, Inglaterra, Alemania y España, entre otros países. De manera que, aún siendo muy joven, ya era muy madura cuando lo conoció a Fantino.
La historia del periodista había sido bastante similar, ya que con apenas 18 años y después de haber dejado su Santa Fe natal para recorrer varias provincias, se había instalado en la Capital Federal, dónde se la rebuscó con distintos trabajos antes de incursionar en el medio radial y luego el televisivo. Cuando conoció a Coni, sin embargo, ya era un conductor consagrado. Pero, al igual que ella, mantenía ciertas rutinas típicas de la vida provinciana. Así que, aunque en principio preferían vivir bajo techos separados, disfrutaban de las escapadas de los fines de semana para pasar tiempo en familia y lejos de los ruidos de la gran ciudad.
Lo cierto es que es que, con la llegada de la pandemia del coronavirus, en marzo de 2020 Alejandro y Coni se vieron obligados a probar la convivencia para poder mantener el vínculo. Ella se mudó a la casa que él tiene en la zona norte de Buenos Aires. Y, a medida que se iba prolongando el aislamiento, ambos fueron descubriendo lo fácil que les resultaba estar juntos. Incluso, cuando ambos se contagiaron COVID-19 y tuvieron que cuidarse mutuamente. Así las cosas, aunque ella siguió manteniendo su departamento capitalino, cuando tuvieron la oportunidad de volver a separarse decidieron no hacerlo. ¿Un detalle? Con sus parejas anteriores, el conductor solía implementar los “cuartos separados”. Pero Mosqueira no aceptó esta moción y esto, sin embargo, tampoco fue un problema para la relación.
Aunque es papá de Nahuel, de 31 años, Fantino manifestó abiertamente su deseo de volver a convertirse en padre junto a Coni. Y hasta se animó a decir que le gustaría tener mellizos con ella. Es que el periodista se enteró de la existencia de su primogénito, fruto de su relación Sandra Algarbe, más de una década después de su nacimiento. Y, aunque enseguida logró una gran conexión afectiva con él, nunca tuvo la oportunidad de criar a un hijo desde bebé. Así que la idea de agrandar la familia siempre estuvo en sus planes.
Pero, antes, Alejandro quiso darle a su relación con Coni el marco legal que le faltaba. Así las cosas, a mediados de julio de este año mientras disfrutaba del incomparable marco del Mar Egeo, en la ciudad de Santorini, Grecia, le propuso matrimonio de la manera más romántica. Y recibió un “sí “ como respuesta. “Me llevé el anillo, que lo había comprado en Buenos Aires, y armé todo para que eso se dé y se haga el pedido oficialmente”, contó Fantino, que le hizo creer a la modelo que tenían que llegar a esa playa que queda a 2500 metros por montaña para grabar unos copetes de ESPN. Y que, por los nervios, casi pierde la alianza que se le cayó al agua y que por suerte pudo rescatar justo a tiempo.
La boda civil, finalmente, tuvo lugar el pasado 21 de octubre en Bahía Blanca, donde ambos estuvieron acompañados por familiares y amigos. Y la ceremonia fue transmitida en vivo y en directo a través de Neura, el canal de Twitch del conductor. Cuando la jueza le preguntó si aceptaba convertirse en el esposo de Mosqueira, Fantino respondió de manera enfática: “¡Recontra acepto!”. Y todo terminó con un apasionado beso y una celebración íntima. Sin embargo, este sábado tendrá lugar un festejo para más de 200 invitados en una estancia ubicada en Cañuelas, donde Alejandro y Coni reunirán a todos sus seres queridos y bailarán hasta altas horas de la madrugada para celebrar su unión a lo grande, como se merecen.
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