Juana Repetto es una popular influencer que suele opinar sobre temas relacionados a la maternidad y suele conversar con sus cientos de seguidores sobre los desafíos que plantea la crianza de sus hijos, Toribio y Belisario, fruto de su relación con Sebastián Graviotto.
En esta oportunidad, la actriz e hija de Reina Reech y Nicolás Repetto expresó su preocupación por la educación de su hijo mayor, que tiene 6 años. Ella hizo una reflexión sobre el actual sistema cuando una seguidora le consultó que pasará con Toribio el año que viene.
“Qué temón, fue un año de pensar mucho, de recorrer colegios, de repreguntarme una y mil veces qué tipo de educación quiero para mis hijos y todavía no tengo la certeza sinceramente. Por suerte, todo indica que vamos a poder empezar en un cole que nos gusta”, señaló en una historia de Instagram.
“Estoy cada vez más convencida de que el sistema tradicional educativo no va más y a su vez, no creo que me de la espalda o los recursos para encararlo de otra manera”, agregó Juana, con total sinceridad. “Todo depende de cómo lo vaya tomando Toro. Jamás permitiría que sufra o que tenga una experiencia traumática”, explicó.
Además, Repetto fue consultada sobre la educación de Belisario, que tiene 1 año. Por el momento, decidió que el bebé por ahora no irá a un establecimiento, salvo que encuentre un “jardín rodante”. De esta manera, seguirá siendo cuidado en su hogar, ya sea por sus padres, sus abuelos o alguna niñera.
Por otra parte, la actriz se había quejado en sus redes porque cuando Toribio empezó el jardín dejó de comer muchos alimentos que antes ingería sin problemas. “Por suerte come mucha fruta y eso me deja más tranquila”, manifestó la actriz que se preocupa porque en su casa se mantenga un alimentación saludable.
“En nuestro caso, el jardín fue una gran contra. Conoció alimentos que no conocía, muchos de sus compañeritos se alimentan a diario con galletitas dulces y comida tipo: patitas de pollo, milanesa, fideos, hamburguesa, salchichas y esas cosas. Ahora el señor quiere comer eso”, dijo e hizo una encuesta entre sus seguidores con dos opciones: el jardín no ayuda; no tiene nada que ver.
Luego, contó que llegó a un acuerdo con su hijo mayor: y es que los viernes almuerza “alguna de sus comidas favoritas”. Para ello, sugirió unas patitas caseras de pollito de granja rebozado. “En el cole de Toro cada uno se lleva su vianda. Por lo que, a pesar de que el colegio sugiere que envíen comida saludable, cada madre le manda lo que quiere”, continuó y volvió a hacer una encuesta sobre lo que cada uno le manda a su hijo: “Mando saludable, chatarra/fideos”, preguntó.
“A nosotros nos re perjudicó -afirmó la influencer-. Mismo en los cumples comen porquerías (panchos y esas cosas) y vuelven llenos de caramelos que en casa regalamos porque Toro no consume (al menos en casa, andá a saber cuántos se lastra en el cumple, a pesar de que le pido que no lo haga)”. Y calificó como “drama” cada vez que llega a su casa y debe regalar la bolsita con las golosinas.
“Más allá de los ultra procesados, que son pésimos para la salud y ni hablar de la cantidad de azúcar y colorantes y cosas que dañan la salud integral, Toro no puede consumir por su quilombete dental. Ni caramelos y chupetines, que ama y se desespera, ni galletitas dulces que, por suerte, no le gustan. En casa nunca hubo y no hay, pero además no le gustan salvo alguna en especial, que igual no consume, salvo que le robe a algún compañero en el jardín”, cerró Juana.
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