Desde que entró en la casa de Gran Hermano, Juan Reverdito se convirtió en uno de los participantes más polémicos. En los primeros días, integró el autodenominado grupo de “Los monitos”, junto a Tomás Holder, Martina Stewart Usher y Nacho Castañares, pero los dos primeros ya fueron eliminados y entonces decidió cambiar de estrategia y comenzar a tejer nuevas alianzas, aunque todavía sin muchos resultados.
En este contexto, su hijo Juan Cruz, que vive en Barcelona, fue entrevistado en A la Barbarossa, el programa que conduce Georgina en Telefe, y dio su punto de vista sobre el accionar del concursante, con quien fue muy crítico. “Me preocupa porque lo veo más ansioso, muy de prisa, de querer jugar rápido”, comenzó expresando el joven. Y continuó: “Le diría que disfrute un poco más el momento que está viviendo. Él entró a ganar porque quiere cambiar su vida, la peleamos un montón, pasamos muchos momentos malos y quiere comprar su auto para trabajar y depender de sí mismo, no deberle nada a nadie”:
“Lo veo muy tenso. Creo que se tiene que liberar un poco más, disfrutar de la casa. A pesar de que es un juego, uno tiene que disfrutar el momento, también para que la gente lo empiece a conocer como realmente es: amiguero, le gusta joder, jugar en el sentido de reírse y pasarla bien”, agregó. Por último cerró: “Quizás a mucha gente no le está gustando porque por ahí se apuró mucho en entrar, jugar y querer resaltar, y a la gente no le gustó ese juego”.
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En la última gala de expulsión, Reverdito se salvó de ser el último eliminado junto a Nacho, y en cambio el público decidió que fuera Martina la que abandonara la casa, con el 57% de los votos en contra. “Personalmente creo que se vio otro juego. Nosotros jugamos para quedarnos y nos divertimos mucho. Pero claramente se vio otra cosa. Me salvé la primera semana, pero era cantado que iba a ir a placa esta semana”, comenzó diciendo la flamante eliminada. “Fue un error salvar a Alfa. Creí que se salvaba Tomi Holder, le tenía fe, pero fue una mala jugada”, dijo después con respecto a la estrategia que adoptaron “los monitos” en la primera semana.
En tanto, Santiago del Moro aludió a las denuncias que en las redes sociales hicieron algunas madres de sus alumnos, quienes la acusaron de maltrato. “No sé nada al respecto, no tengo el celular conmigo”, dijo ella, quien aun estaba aislada de la “vida real”.
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“Me considero buena persona, pero ahora escuchando a los chicos, pienso que algunas actitudes de juego -porque yo entré a jugar, no a ser buena persona- pudieron caer mal”, se autodefinió Martina. “No soy de agredir ni de insultar. No lo hago afuera ni siento que lo haya hecho adentro”, agregó. “Nosotros pensamos que estábamos jugando bien, que divertía... Claramente no. Pero nos divertía ser cuatro contra toda la casa”, insistió con respecto a la estrategia de su grupo. Sobre el final del debate, Martina recibió una visita muy especial: su perro Atilio. “Yo tenía uno igual con un ex y él me lo sacó. Yo busqué uno igual para reemplazarlo y llegó Atilio a mi vida”, contó la participante desbordada en llanto.
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