Tercera noche de Coldplay: cuando el cielo se llenó de estrellas y la despedida de un ídolo de BTS

La banda dio un show único en el mundo junto al artista surcoreano Jin, previo a que este parta al servicio militar. El estreno de “The Astronaut”, la emoción del público y la lluvia de estrellas

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Los fuegos artificiales que iluminaron
Los fuegos artificiales que iluminaron el Monumental.

El show citaba a las 19 horas, pero las fans estaban en la puerta del Monumental desde las seis de la mañana. Las más aguerridas incluso habían acampado la noche anterior. “Es el mejor show que ví en mi vida”, dijo una joven que ya había experimentado el Music Of The Spheres World Tour tres veces -e iba por más-.

La habilidad de Coldplay para congregar es innegable: 650 mil personas entre grupos de jóvenes, familias con hijos, mujeres solas, adolescentes con brillitos en las mejillas y hombres con aspecto de rockero pesado. Todos reunidos para ver a la banda con más estadios River Plate en una gira en la historia de toda la Argentina -batiendo el récord de Roger Waters de nueve shows en 2012-.

Pero el show del viernes fue único, incluso para una gira que se destaca porque cada espectáculo es diferente del anterior y en donde las canciones que se tocan son una sorpresa para el público. ¿Un factor diferenciador? La presencia de Kim Seok-Jin, vocalista de la boyband ahora separada BTS y probablemente, el mayor ídolo del mundo del K-pop hasta el momento.

Con un viaje de más de 40 horas para llegar al país, se trató de una de las últimas veces que los fans tuvieron la oportunidad de ver a Jin antes de que regrese a su país de origen para cumplir con el servicio militar obligatorio. La importancia del show es tal que fue transmitido en vivo y en directo para las salas de cine de todo el mundo, incluyendo las de la Ciudad de Buenos Aires.

Las luces de las pulseras
Las luces de las pulseras ecológicas cambiaban de color según la melodía y ritmo de la canción.

En las dos horas que duró, el público de River pudo disfrutar de 24 canciones divididas en tres actos: “Planets”, “Moons” y “Stars” (planetas, lunas y estrellas) a tono con la temática espacial del recital.

La multitud se encendió en gritos cuando las pulseras ecológicas que se regalaban en la entrada se iluminaron de color rojo, así sabíamos que el show estaba a punto de comenzar. Chris Martin bailaba al ritmo de Higher Power, sobre todo en el pegadizo estribillo: “Cause you’ve got a higher power, got me singing every second, dancing every hour”.

Con Adventure of a Lifetime llegaron el pogo y las pelotas gigantes en forma de planetas coloridos que se arrojaban de adelante para atrás sin cansancio. La química del grupo con el público es imposible de discutir, así como el sonido; ni los instrumentos ni la voz de Martin tienen algo que envidiarle a las versiones de estudio.

Habiendo recibido algún esporádico pero pasional “¡Te amo, Chris”!, el vocalista le pidió al público que se agachase lo máximo posible para luego estallar en saltos en el estribillo y gritar la coda del ¡Woohoo! final a todo pulmón.

Music of the Spheres World
Music of the Spheres World Tour es una gira repleta de luces, láseres, fuegos artificiales, confeti y pulseras LED.

“Estamos tanto feliz y agradecidos de estar aquí con ustedes esta noche. Muchísimas gracias por todo”, expresó Martin con un español claro y con marcado acento gringo luego de tocar uno de sus mayores éxitos, The Scientist.

Luego pasó a saludar en orden alfabético a todos los países del mundo que estaban mirando el show en directo; Albania, Australia, Bolivia, Bosnia, Brasil, Chile, Ecuador, Francia, Grecia, Guatemala. Sin embargo, la Argentina se llevó el título de “Público más grande de todos los tiempos” o Greatest Crowd of All Time.

Por momentos la multitud parecía contagiarse del espíritu del estadio y, cual hinchada, gritaba “Olé, Olé, Olé, Coldplay, Coldplay”. Esa fue la energía para Viva la Vida, un sencillo lanzado en 2008 que sigue emocionando corazones como el primer día; aún habiendo terminado las personas no podían dejar de saltar al ritmo de un estribillo a capella.

Luego del romance melódico de Let Somebody Go, junto a la telonera H.E.R, llegó uno de los clásicos: “Me encanta cantar con ustedes. Pero también me encanta escuchar cuando ustedes están cantando a nosotros”, dijo Chris Martin antes de que el ritmo de las baterías delatara el inicio de “Música Ligera” y el inicio de uno de los pogos más grandes de la noche.

Por momentos la multitud parecía
Por momentos la multitud parecía contagiarse del espíritu del estadio y, cual hinchada, gritaba “Olé, Olé, Olé, Coldplay, Coldplay”.

Con el vocalista en todo momento usando la bandera argentina en la cintura, siguieron “Clocks”, “The Light Club”, “Something Just Like This”, “Midnight” y “My Universe”, la colaboración esperada entre Coldplay y BTS. Mientras las fans gritaban cada vez que en las pantallas de fondo aparecían videos de los artistas coreanos bailando, plateas y campo se cubrían de confeti blanco a modo de nevada en plena primavera.

A Sky Full of Stars -un cielo lleno de estrellas- fue una ocasión especial. “Nos gustaría recordarlo solo con nuestros ojos, nos gustaría conectarnos con ustedes sin las pantallas”, aseguró Martin antes de pedirle a la multitud que deje los celulares y rompa el récord de baile y gritos.

El vocalista miraba a los ojos a los fans extasiados para cantarles “te voy a dar mi corazón”, al tiempo que corría por la pasarela que separaba el escenario A del B. Hacia el final, cayeron estrellas blancas “del cielo” y explotaron cerca de una decena de fuegos artificiales.

El enfoque humanista también estuvo de la mano de la canción de Baraye, en colaboración con la artista iraní Golshifteh Farahani y como claro guiño hacia los países en donde la libertad de las mujeres se encuentra restringida.

La foto que publicó Jin
La foto que publicó Jin en su Instagram, luego del show.

Hacia el final, llegó el momento esperado por las jóvenes que usaban caretas de cartón de BTS. El Monumental se tiñó de violeta y las luces de las pulseras también: Jin apareció sorpresivamente en el escenario B y corrió hacia Martin para fundirse en un abrazo.

Fuegos artificiales, gritos de “sos el amor de vida”, carteles de “Jin Army is Here” (el ejército de Jin está acá) y algún que otro llanto de emoción formaron el momento perfecto para presentar por primera vez ante el mundo la canción The Astronaut.

El show de Music of the Spheres terminó con Biutyful, una canción con títeres que caracterizaban a cada uno de los integrantes. La noche del viernes terminó con mariposas de colores cayendo del cielo, fuegos artificiales, globos gigantes con forma de planeta y confeti a tono con la bandera argentina.

Jon Buckland, Guy Berryman, Will Champion y Chris Martin se despidieron con una enorme ovación antes de bajar de nuevo al submundo del escenario y prepararse para un nuevo show de sorpresas.

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