El 23 de septiembre pasado la noticia de la muerte de Carlitos Balá entristeció a varias generaciones de argentinos. Su recuerdo quedó para siempre asociado a la niñez, a esos momentos de felicidad eterna, y sus canciones, sus ocurrencias y el inolvidable chupetómetro afloraron en modo de recuerdos.
Entre tantas voces, una de las más conmovidas fue la de Laura Franco, Panam. La animadora infantil compartió espectáculos y temporadas teatrales con el actor a quien sintió como un padre y un mentor, y de alguna manera fue la encargada de presentárselo a nuevas generaciones.
Laura estuvo en Intrusos (América) casi un mes después de la muerte de Carlitos. Y después de ver un video de su obra junto al actor no pudo evitar que pase ante sus ojos parte de la película de su vida. “Es fuerte, sabíamos lo que iba a suceder, pero ahora que lo veo de lejos, siento que se volvió a morir mi papá”, señaló emocionada, y recordó que su papá biológico falleció cuando ella era chica.
El clima emotivo se vivió en todo el estudio, y Flor de la V opinó que ella tenía la sensación que Balá era inmortal. “Yo siento que es eterno”, concedió la invitada. “Para mí está presente. De hecho, ahora hice un show y le hice un homenaje al final porque la gente estaba también muy conmovida”, contó. Y a raíz de esto, la conductora le preguntó cómo se le ocurrió convocarlo a su espectáculo.
“Estaba con mi marido mirando un homenaje que le estaban haciendo. Yo lloraba de emoción, como todos los argentinos que veíamos a Carlitos”, rememoró la animadora. En eso, Ricky, su esposo, le propuso la idea: “Llamalo, que no te de vergüenza. Sos Panam”, la animó. “Así que tomé coraje y lo llamé”, recordó sobre aquella invitación a formar parte de su espectáculo infantil.
La propuesta de Laura para Carlitos fue concreta. Le contó que tenía una canción sobre la amistad incondicional, y que así era cómo sentía el vínculo entre ellos. Y le manifestó su deseo de cantarla juntos. Balá la invitó a su casa y Panam no durmió en toda la noche, pero los nervios valieron la pena. Llevó con una carta que le había escrito hacía tiempo y nunca se animaba a entregársela. La recibieron en familia, y la invitación que era para un año, terminaron siendo diez. “Ese ídolo que yo tenía de chiquita realmente superó lo que era en la tele. Lo que yo veía. En lo humano te daba cátedra del buen vivir”, relató conmovida.
El día de la muerte de Carlitos, Panam lo había despedido con un emotivo texto en Instagram. “¡Amado Carlitos! Seguirás latiendo por siempre en mi corazón y en el de todos tus amados balacitos. Gracias por hacerme parte de tu familia, gracias por tu arte, por tu generosidad, por desvivirte para hacernos reír y llenarnos el corazón de ternura”, comenzó escribiendo con gratitud.
Y continuó en el mismo sentido: “Gracias por sembrar tanto amor sobre ésta tierra. ¡Me imagino con qué abrazo te estará recibiendo Dios! ¡Siempre serás mi horizonte y el ejemplo del buen vivir! Agradezco a la vida la bendición de haberte disfrutado tanto, cada charla, cada juego, cada enseñanza. “Te amodoro hasta el cielo ida y vuelta ! ¡Vuela alto MAESTRO! #CarlitosEterno”.
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