Pasaron ocho meses y las imágenes siguen siendo escalofriantes. Mientras disfrutaba de unas vacaciones en un centro de esquí de Aspen, Colorado, Verónica Lozano cayó desde la aerosilla que la trasladaba a siete metros de altura e impactó sobre la nieve. Después del estupor, con el correr de los días, empezaron a llegar las buenas noticias, las primeras atenciones en Estados Unidos y la rehabilitación en Buenos Aires, que fue documentada en su programa de Telefe.
Uno de los momentos más emotivos ocurrió durante la ceremonia de los Martín Fierro, en los que fue distinguida con el galardón a mejor magazine por Cortá por Lozano. Esa noche en el Hilton, aminó como pudo hasta el escenario, asistida por su equipo y bañada en aplausos y recibió el premio de manos de Catalina Dlugi.
Este sábado, las dos protagonistas volvieron a comunicarse en el programa de la periodista en La Once Diez y recordaron aquel momento estremecedor. La conductora aseguró que no tuvo real dimensión de lo que había pasado hasta que vio las imágenes. Que se apoyó en su sentido del humor a prueba de todo y en el sostén de su marido, Jorge Corcho Rodríguez, sus familiares y sus seres queridos. Y también reveló sus sentimientos más profundos a ocho meses del accidente.
“En los tiempos que uno vive de locura, pienso que lo que pasó fue una mierda. Pero siento que ya está, no me quedó trauma”, aseguró la conductora. Y reveló que no tiene pensado abandonar las pistas: “Volvería a esquiar, cuando estén mejor mis patitas”.
“Me asesoré bien y no nos conviene hacer ninguna instancia legal, porque tenemos pocas posibilidades de ganar un juicio”, admitió Lozano. “Ellos se hicieron cargo lo que costó la intervención quirúrgica, y no quería volver a pasar por todo eso”, agregó la conductora, y se refirió a los tiempos judiciales: “El juicio era de acá a dos años, quería soltar esa energía”, cerró.
Con su habitual estilo descontracturado, Verónica repasó los días más difíciles del post operatorio, y reveló que recién salida de la operación ya estaba al tanto de las planillas de rating. Y que ni bien tuvo la oportunidad, quiso volver a eso que la hace tan feliz. “La gente va a trabajar en silla de ruedas”, graficó en una animada charla en Agarrate Catalina.
Luego de caer de siete metros de altura, Lozano sufrió la fractura de ambos tobillos, y a los pocos días fue operada en Colorado. De vuelta en Buenos Aires, empezó la rehabilitación, primero con las botas ortopédicas, luego con vendaje y finalmente después de que le sacaran los puntos pudo volver a usar zapatillas, aunque siempre sin hacer fuerza de apoyo. “Paciencia, alegría, gratitud, amor”, fueron las cuatro palabras con las que describió sus sentimientos al ver cómo estaban sanando sus pies a lo largo de este último tiempo. A los pocos días volvió a trabajar y de a poco fue recuperando la cotidianeidad.
El 15 de mayo, Vero recibió de Catalina el segundo Martín Fierro de su colección y dio uno de los discursos más emotivos de la gala. “Estoy re contenta”, alcanzó a decir entre lágrimas. “Han sido mi cielo”, les agradeció a sus compañeros, con la respiración agitada por la emoción. Y se refirió al accidente que casi le cuesta la vida. “Cuando me caí vi el cielo. Y dije, ‘hay vida’”, señaló con gratitud.
“El laburo dignifica sobre todo en una situación compleja”, continuó conmovida antes de enumerar sus compañeros actuales y pasados a quienes hizo partícipe del premio. “Hacen que hagamos un programa hermoso todos los putos días de nuestras vidas. Gracias APTRA y gracias a todos por vernos todos los días desde casa”, cerró con el brazo en alto, el premio en la mano y la felicidad de estar viva.
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