“Sos el verdadero amor, como digo siempre, porque me cuidas, porque nos encontramos, porque el universo quiso que estemos juntos”, dijo Raúl Biaggioni, conocido por todos como Larry de Clay, tomando las manos de Rosa Speratti y mirándola fijamente a los ojos. Luego de su casamiento legal, que tuvo lugar el viernes a mediodía en el registro civil de San Isidro, el cómico celebró su boda rodeado de familiares y amigos en Casa Catedral, un predio al aire libre en esa localidad de zona norte. Además del intercambio de alianzas, hubo música en vivo y baile hasta altas horas de la madrugada.
Para la ceremonia civil, tanto el ex VideoMatch como su novia habían optados por look muy descontracturados. Sin embargo, durante la noche él lució un impecable traje negro con moño y ella un clásico vestido blanco, con escote en “v” y corte princesa, que acompañó con un ramo de flores naturales. Y ambos se mostraron muy emocionados frente a sus cien invitados, que eran en su mayoría personas de su círculo más íntimo.
Tras haber recibido su libreta de matrimonio, Larry había hablado con Gonzalo Vázquez para Intrusos y aseguró en referencia a Rosita, cómo él llama cariñosamente a su flamante esposa: “Ella es un ser humano increíble, estamos felices”, A lo que la mujer agregó: “Él es re compañero, después de no haber tenido experiencias gratas... Compartimos todo, los chicos, la casa”.
En una entrevista con Teleshow, Larry dio detalles de la propuesta de casamiento que le hizo a su pareja: “La propuesta fue en Miramar, en la playa, con Isabella, que es la hija de ella, y Santino, mi hijo más pequeño. Estábamos ahí tomando algo y de golpe me surgió esa necesidad. Le dije ´bueno, ahora que están los chicos acá, te quiero hacer una proposición´. Hubo un segundo de misterio, y le pregunté si se quería casar conmigo”.
Además, el humorista detalló: “Los chicos saltaban de felicidad, ella también de alegría, porque fue muy sorpresivo. No lo había planeado, no tenía anillo, simplemente tuve esa necesidad de hacer eso ahí. Ella se emocionó mucho. Y después, en el teatro en Carlos Paz, estábamos haciendo función y Gladys Florimonte me apuró y tuve que hacer también la propuesta ahí”.
“Fue muy loco cómo nos conocimos”, destacó el actor. Y relató el primer encuentro que tuvieron, allá por febrero de 2017, cuando se cruzaron en un evento que él organizó junto a su amigo Oscar Paz, para recaudar fondos para los hijos de Leo Rosenwasser, que había fallecido recientemente y atravesaban una delicada situación económica. “Armamos un show para juntar plata para ellos en Liberarte, enfrente del Teatro San Martín. Estaba ahí en el medio del salón, saludando gente y viendo que estuviera todo ok, y me empuja. Y cuando me doy vuelta, ahí estaba ella, buscando una silla para una persona amiga y chocamos ahí”, rememoró.
Quedó tan impactado al verla que, más tarde, en los camarines, le preguntó a su amigo si era conocida suya: “Me dijo ´no, es una amiga de una amiga, ¿por?´, y le contesto ´no, no, nada´. Me había quedado pensando en ella y a los días me cruzo con esa persona por Facebook, y le dije ´mandale un saludo a tu amiga, la morocha, decile que me encantó´. Como un comentario al pasar, y él ya le quería pasar mi celular”. Finalmente, se concretó el tan esperado encuentro presencial.
“Empezamos a charlar y la invité un día a Café La Humedad a escuchar tangos, esa fue nuestra primera salida, y acá estamos. Fue hermoso, y aparte muy loco, armando algo solidario para un amigo que ya no estaba y que los hijos lo necesitaban. Ella no iba a ir porque trabajaba todo el día, estaba muy cansada, pero como era algo solidario, fue. Esas cosas de la vida. Era el destino, nos teníamos que encontrar”, cerró, muy enamorado.
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