Cada emisión de Los 8 escalones del millón (El Trece) es una verdadera caja de sorpresas ya que siempre deja un momento insólito o bizarro, de la mano de los participantes, de los jurados o bien de su enérgico conductor Guido Kaczka.
Esta vez, quien dio la nota fue Honorio, un joven estudiante de Bioquímica que sorprendió a todos en el estudio por su inesperada reacción luego de haber ganado el millón de pesos que estaba en juego. Todo comenzó cuando se produjo la definición entre él y Agustina en la pregunta de Patricia Sosa, la jurado invitada.
“Honorio, un millón de pesos… ¡Honorio lo hizo! 20 años, vive con sus papás, tiene a su hermano llamado Benjamín, su perra… toca la guitarra, mira fútbol, hace taekwondo, tiene el millón de pesos…”, dijo el conductor, mientras iba describiendo y dando datos de la biografía del ganador. “Es estudiante de bioquímica. ‘Mi sueño es terminar la carrera’, eso es lo que puso como sueño el estudiante”, agregó Guido sobre Horio, quien apenas esbozó una sonrisa, tomó el premio entre sus manos y saludó al resto de los participantes sin pronunciar palabra alguna.
“Me parece irreal. No estoy nervioso ni nada porque esto siento que no es real”, dijo Honorio mientras era consultado por Kaczka, totalmente en shock por la reacción de Honorio. “Como que no está pasando…”, le acotó el conductor. “Ahora salgo y me desmayo afuera”, le respondió con humor el ganador.
“Cuando lo miro en mi casa respondo las preguntas a la ligera, pero acá... No sé”, cerró el ganador, quien a pesar de no haber sido demasiado expresivo en la victoria, aceptó el desafío y seguirá participando para ganarse más millones de pesos en el programa.
La semana pasada se dio otro momento insólito, pero de parte de alguien que perdió. La protagonista fue Elena, una jubilada y licenciada en Psicología quien fue a participar del certamen y reaccionó de una manera inesperada. Es que después de que se dieran las dos vueltas de preguntas iniciales, solo cuatro de los ocho participantes pasaron al siguiente escalón, es decir al número 7, teniendo la potestad de decidir quién se quedaba afuera de la competencia. A su vez, esto permitía que los otros tres concursantes ascendieran en la escala.
Entonces, sucedió que los ya clasificados se juntaron para decidir a quién dejaban afuera del juego. Y tras llegar a un acuerdo casi unánime, tres votos contra uno, a quien le tocó en desgracia el momento de retirarse fue a Elena. La mujer no se bancó la decisión y evidenció todo su fastidio en su rostro y un gesto adusto, el cual fue captado inmediatamente por Martín Liberman, uno de los jurados estelares del programa.
“Debe estar pensando en la que se equivocó Elena”, analizó Guido una vez que anunció quiénes eran los participantes que continuaban en la carrera hacia el premio grande. “No te gustó nada, Elena, que te dejaran abajo, no te lo esperabas”, la pinchó Liberman. “No”, reconoció la señora muy cortante y después de tomarse unos segundos para contestar la acotación del periodista de deportes, mientras negaba con su cabeza moviéndola de un lado hacia el otro.
“El juego de Los 8 escalones es así y así va pasando con todos, salvo los dos que llegan a la final”, apuntó el conductor, tratando de aplacar los ánimos y dando una pizca de sentido común al reiterar la dinámica del juego.
Sin embargo, y de manera inesperada para todos en el estudio -y después de que Christian fuera designado como el siguiente participante eliminado en el escalón número 7, con los demás ubicados en el sexto- Elena desairó a Kazcka. Primero, rechazando un vaso de agua y una silla que le ofreció el conductor para que estuviera más cómoda. A continuación se vio que la mujer comenzó a llamar a la asistente del programa haciéndole señas con la mano para que la acompañara afuera del set. Y no tuvo ningún reparo en retirarse por detrás de todos los jugadores, mientras el programa continuaba al aire.
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