En la tarde argentina del viernes, Mauro Icardi sacudió la modorra de las redes y sorprendió con un vivo de Instagram que activó una nueva línea temporal del multiverso Wandagate. Desde Turquía, donde vive desde que juega en el Galatasaray, el delantero se despachó con más de media hora de transmisión en la que contó su versión de la crisis con Wanda Nara, de la que se está por cumplir exactamente un año.
Con una audiencia que promedió las 100 mil visitas, el futbolista mantuvo cautivo a sus seguidores respondiendo preguntas y dejando su opinión de estos tiempos convulsionados, desde su affaire con la China Suárez en París que desencadenó la crisis hasta los recientes rumores que vinculan a su esposa -muchas veces enfatizó que todavía no están separados- con L-Gante.
Para darle más ribetes de culebrón, Mauro transmitió desde su casa y en compañía de parte de su enorme familia ensamblada. Sus hijas Francesca e Isabella, quienes estaban durmiendo en la temprana noche turca. Los hijos de Wanda y Maxi López -Valentino, Constantino y Benedicto-, quienes participaron de cuerpo presente y con sus mensajes de la transmisión. Es más, el mayor, Valentino, parece ya haber aprendido el juego mediático, y se destapó en las últimas horas con un contundente mensaje apuntando al cumbiero a quien vinculan con su madre.
Hasta allí los residentes habituales de su estadía en el país de Medio Oriente, que completa naturalmente Wanda, que regresará la próxima semana luego de terminar sus compromisos en Buenos Aires. Pero como si se tratara de un almuerzo dominical, también estaban su padre Juan, su todavía suegra, Nora Colosimo y la pareja de ella, Rafael. Ah, Mauro también se encargó de aclarar que entre los consuegros no hay nada más que una buena relación.
Se sabe, cada vez que una noticia lo amerita, las redes sociales ejercen su transmisión paralela entre reacciones, comentarios y los infaltables memes. Y si Icardi habla por primera vez en casi un año, nadie se lo quería perder. Online, lo dicho, un promedio de cien mil visitas entre las que se contaron personalidades como Wanda Nara y L-Gante, que no quisieron perderse lo que decía de ellos. También, por las dudas, Ana Rosenfeld, abogada de la empresaria. Y mientras todo esto ocurría, los héroes anónimos de Twitter dejaban su obra en forma de memes.
Entre fotos, gifs y stickers, las producciones oscilaron entre los clásicos -el infaltable Michael Jackson comiendo pochoclo de Thriller, la mirada llena de complicidad y picardía de las hermanas Nara-, hasta producciones originales y esa usina inagotable que son Los Simpsons. Todo completado con la pluma de los usuarios para expresar quejas -”Llegué re al final del vivo de Mauro Icardi y dicen que hablo 40 min y dijo todo”-; orgullo patrio -”me vi todo el vivo del psicópata de Mauro Icardi. Amo mi país”- y confesiones -”sí, gente. Me clavé todo el vivo de Mauro Icardi”.
Todo había ocurrido pasadas las 17 horas en la Argentina cuando Icardi encendió las alarmas del mundo virtual. “Estaba tan aburrido, se hablaron tantas cosas que tengo que salir a aclarar”, dijo el futbolista desde Estambul y prendió el ventilador. “Es el hazmerreír del mundo entero con su comportamiento, con sus actitudes. La verdad no estoy preparado para seguir bancando esto y defender lo indefendible”, dijo respecto a Wanda y se dispuso a contestar algunas preguntas.
Por supuesto que uno de los temas que querían saber los seguidores era su opinión sobre los rumores entre Wanda y L-Gante. Al respecto, dijo que para él era “todo publicidad”, y admitió que Tamara Báez, la ex del cantante, le escribió preguntándole algunas cosas de la empresaria. “Le dije que no era verdad lo que me decía, que yo conozco bien a mi mujer. No le tiré onda como salieron a decir”, aseguró. Y se refirió al estado legal de la relación: “No estamos divorciados, las cosas se hablan en persona, no poniendo mensajitos”, cerró.
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