Cuando estaba terminando su segundo show en Vélez, un hecho histórico para el rap argentino, Duki recibió un abrazo por parte de sus compañeros de banda -Asan, Yesan, Andy Vilanova y Julián Montes- como para celebrar la faena de manera colectiva. En eso, desde el campo delantero comenzó a volar un vaso lleno de líquido que impactó en el rostro del autor de hits como “Goteo”, “Si te sentís sola” y “Hello Cotto”.
El artista miró con mucho enojo hacia el sector desde el que llegó el proyectil y lo fulminó con su mirada sin saber de quién se trataba. Pero durante el último fin de semana se viralizó un video en el que se vio la agresión desde la perspectiva del fan que arrojó el vaso plástico.
En las imágenes se ve cuál fue la reacción del joven que lanzó el recipiente y también de quienes estaban a su alrededor, repudiando el hecho. Al notar que le pegó a su ídolo en la cara, el fan se agarró la cabeza, como arrepentido del hecho. “Hijo de puta, hijo de puta”, corearon a su alrededor. Y el usuario que subió el video a Tik Tok le agregó la leyenda: “La re bardeaste, HDP”.
“Gracias por este momento, los amo, loco. Terrible, guachos”, había saludado Duki a su público en su primer recital en Vélez. Fue después de la tercera canción y se quebró de la emoción. Había pasado un fragmento de “Givenchy” -su última creación- seguido de “Rockstar” y “Si te sentís sola”, dos de sus primeros éxitos, coronados con ráfagas de fuegos artificiales que no hicieron ruido. Mientras se secaba las lágrimas, seguía hablándole a los suyos, a esa multitud que agotó las entradas y le sigue creyendo. “Me acabo de dar cuenta de donde estoy parado hace diez minutos y lo no puedo creer. Yo todos los días me levanto diciendo que en algún punto esto se lo merecen ustedes. Y esto lo logré gracias a ustedes. Gracias de verdad”, insistió y la emoción le volvió a cortar la voz.
“Muchas veces me pasa que me cruzo con gente que me dice: ‘Tu música me cambió la vida’. Que ustedes hayan escuchado mi música, me cambió la vida a mi, por eso siempre se los voy a agradecer. Y no quiero decir más boludeces porque cuando me pongo sentimental, me pongo re gil”, cerró.
Del “No vendo trap” inicial a los hits de la Temporada de reggaetón (“Unfollow”, “Top 5″), en el show Duki también trazó el recorrido de su propia parábola con este show rebosante, excesivo, definitivamente celebratorio. Y en esa versatilidad estuvo sólido, no se le quebró el flow ni abusó del autotune. Además, se lo notaba relajado: después de una siesta en el camarín, salió tranquilo y a comerse el escenario de a poco, vestido con un chaleco oscuro sobre una remera blanca, para nada ostentoso como tal vez ameritaría una cita como esta.
“El día que ustedes me miren y sientan que yo ya no soy el mismo de antes, quiero que me lo digan. Porque yo hasta el día que me muera, voy a ser un pibe más como ustedes. Y voy a seguir diciendo que los sueños se cumplen, porque los sueños se cumplen”, voceó más adelante en el show, como diciendo que el trap no se mancha.
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