A casi una semana de haber sido liberado, acusado de formar parte de la asociación ilícita que manejaba el centro de rehabilitación La Razón de Vivir, y luego de romper el silencio en televisión, Marcelo Teto Medina compartió videos de otros espacios terapéuticos donde él colaboraba, festejando que salió de prisión.
“Gracias Clínica Amanecer”, escribió el ex VideoMatch en un posteo con un video en el que un grupo de hombres del lugar lo saludan. “Marce”, “¡Vamos Teto!”, “¡Vamos Negro!”, “Te queremos mucho cabezón”, “Fuerza Teto” y “Acá te estamos esperando, un beso enorme”, le dicen desde el lugar. De inmediato, llegaron comentarios de apoyo: “Me alegro todo salió bien Marcelo . Fui una de las que vio tu labor en ayudar a los chicos a salir de la peor situación. Fue injusto pero como dijiste esto te tiene que dar más fuerzas a seguir”, “Gracias por todo lo que haces para la recuperación de los chicos, fuerzas” y “Sos un orgullo amigo querido. A seguir con más fuerzas que nunca éxitos y muchas bendiciones”.
Luego, subió otro video en el que el “Pastor Gustavo” le hacía escuchar a un grupo de hombres en medio de una celebración, un audio que anunciaba la liberación de Medina, de inmediato, todos comenzaron a festejar. “Bueno, para los que no se enteraron, es todo para la gloria de Dios, el Teto salió el libertad”, de inmediato los presentes comienzan a aplaudir y el hombre al teléfono agrega: “Una de las primeras cosas que él dijo al salir fue que iba a seguir dando las charlas”.
Marcelo Medina fue detenido el 22 de septiembre en el marco de una investigación por “asociación ilícita, reducción a la servidumbre y trabajos forzados”. El conductor se presentaba como el “operador socio terapéutico” de un centro de rehabilitación especializado en adicciones en Berazategui llamado La razón de vivir, donde se realizaron los allanamientos y algunas detenciones.
Seis días después el conductor fue liberado luego de que el juez Adrián Villagra ordenara su excarcelación. Se le impuso presentarse en el juzgado el primer martes hábil de cada mes a las 10 de la mañana, además de una restricción de acercamiento a las víctimas, así como a los lugares allanados, según la decisión judicial a la que accedió Infobae.
Este lunes, en una entrevista con Jorge Rial, Medina rompió el silencio y comenzó contando su historia: “Hace unos años muere mi papá y caigo en una depresión grave. Yo siempre fui un tipo alegre, tomaba jugo y era deportista, pero a los 48 años entré en el mundo de las drogas. Y me encuentro que no sabía qué hacer con mi vida... La droga te lleva a un lugar donde no te importa nada, donde sos una basura y no te querés. Y además, pasa que hay que dejar el ego de lado y pedir ayuda. Tuve la valentía de hablar con mi hija y decirle que estaba mal, que hiciera algo porque no podía conmigo. Había tenido dos o tres episodios personales de estar tirado en la cama y decir si matarse era esto, yo lo hacía”.
“Conocí a una persona que estaba charlando y me dice: ´Pintó ahí´. Mi cabeza estaba destruida, porque esto es una cuestión de autoestima, digo: ´Voy a quedar como un idiota´, y entré. Tomé cocaína y sos Superman, es algo muy engañoso. Caminé diez pasos y me caí adentro de un pozo lleno de caca. Pude salir y ahora estoy parado en la puerta del pozo y les digo que se desvíen. Yo por las drogas perdí todo, no tengo ni auto”, dijo sobre su postura actual.
“Cuando termino mi tratamiento de internación -continuó-, empiezo a ir a grupos y juntarme con gente en rehabilitación. Ahí aparece el Teto Medina, la tele me salvó la vida. Porque cuando entro en los grupos, decían: ´Estoy internado con el Teto´. Y llego a coordinador de grupo, empiezo a sentir que necesitaba vivir en recuperación. Y vivo feliz”, agregó y sobre su rol, dijo que empezó a armar grupos con comunidades y a visibilizarlo.
Al ser consultado sobre su imputación, aclaró: “Me llama la atención que si eso hubiera pasado, yo hablaba con los chicos aparte. Yo a ese lugar iba los martes a las 11 de la mañana y a las 17 estaba en mi casa. Explicame qué puedo saber yo si iba nada más que seis horas por semana. Pero lo que le dije al fiscal es: ¿por qué ningún chico me lo vino a contar? Nunca vi nada, ni una fábrica de nada, lo desconozco y ningún chico me lo vino a plantear”. Y detalló, sobre las condiciones edilicias del lugar: “Yo las habitaciones nunca las vi. Almorzaba con los chicos, comían bien. No se querían ir”. En ese sentido admitió que cobraba un porcentaje por cada chico que se internaba: “Sí, 2500 pesos. Estamos hablando de seis chicos en un año. Yo desconozco cómo es la incorporación”.
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