En televisión pueden surgir imprevistos y mucho más si se trata de programas que tiene varios invitados, como es el caso de Almorzando con Juana Viale, el ciclo que conduce la nieta de Mirtha Legrand todos los domingos al mediodía. Así sucedió en la última emisión, cuando Betiana Blum sufrió un ataque de tos y tuvo que socorrerla Cae, otro de los presentes.
Todo comenzó mientras la chef Jimena Monteverde estaba presentando el menú que degustarían. Justo en ese momento, la actriz empezó a toser y la conductora se preocupó. “¿Estás bien vos? Te emocionaste”, le dijo a la artista. “El aire, creo que hay un poquito de aire”, le respondió Betiana, que se mostraba visiblemente afectada. Acto seguido, Juana le pidió a la producción que corten la refrigeración del ambiente. Luego de hacer una pequeña publicidad, la anfitriona dio paso a que sus invitados puedan empezar a comer, pero la exprotagonista de Esperando la carroza continuaba tosiendo.
Entonces, haciendo gala de su caballerosidad, el intérprete de “Te recuerdo” le alcanzó un caramelo, gesto que impactó a la conductora: “Mirá, un galán…Muy bien, siempre preparado, eh”. Divertido, el cantante cerró, a modo de broma: “Ya lo dijo Platón, tenés que llevar siempre un caramelito de miel por si te encontrás con Betiana y la gargante la hace Blum”.
En el plano laboral, la actriz es una de las protagonistas de El buen retiro, una de las últimas series que se estrenó en Flow y en la que comparte elenco con Mirta Busnelli, Claudia Lapacó, María Leal y Luciano Castro. Además, también trabajan Monica Cabrera, Gustavo Garzón, Mey Scapola, Andy Kusnetzoff, Raul Rizzo, Brenda Gandini, Renato Quattordio y Agustina Mindlin. “Mi personaje vive en falta, debe todo”, dijo entre risas Blum. Y agregó: “La filmamos los primeros meses de este año. El tema es la vida, cómo todo el tiempo te sorprende y tenés que hacer cambios, cómo te vas adaptando y cómo a veces traicionás a la gente”.
La trama gira en torno al personaje de Castro, que se anima a encarnar un personaje distinto, con una problemática muy humana: tironeado entre el deseo de su madre en coma (Busnelli) de pasar los últimos días de vida con sus tres amigas y el de su mujer (Scápola) que pretende pensar en la familia que formaron, vender la casa y cobrar la parte que le corresponde de la herencia. Finalmente, elige cumplir con la voluntad de su madre y, apostar a la convivencia de las cuatro mujeres que sueñan con pasar todas juntas sus últimos años.
Pero de esa fraternal propuesta inicial, saldrán a la luz varios secretos. Entre ellos, al final del primer capítulo ya se revela el gran interrogante que recorrerá la trama: en la propiedad se encuentra escondido muchísimo dinero y habrá que buscar hasta encontrarlo. Los guiones son potentes, con buenos diálogos y personajes atractivos, mezclando situaciones de misterio, drama y algo de humor.
Esta producción nacional, creada por Martín Kweller, sorprendió por su enorme calidad, tanto técnica como artística, y cuenta con un corte cinematográfico que nada tiene que envidiarle a los producciones internacionales. Una fotografía destacada, puestas de cámara cuidadas y una gran dirección de actores que evidentemente es uno de los fuertes de Pedro Levati, el director, que supo aprovechar al elenco que le tocó dirigir. La serie tiene 8 capítulos de 40 minutos cada uno y fue la ganadora del concurso Renacer audiovisual 2021, el programa de fomento a la ficción nacional creado por el gobierno argentino.
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