El nuevo anuncio de Wanda Nara sobre su separación de Mauro Icardi hizo que muchos argentinos se remitieran a la vieja fábula de El Pastor Mentiroso, que se leía en las escuelas para enseñarle a los niños a que debían ser honestos. En el cuento, el pastorcito solía bromear diciendo que había venido el lobo y que las ovejas de su rebaño estaban en peligro, haciendo preocupar en vano a todo el pueblo. Y tanto jugaba con esta mentira que, cuando finalmente ocurrió en serio, nadie le creyó ni acudió en su ayuda. La moraleja, entonces, es que quien miente pierde credibilidad y luego todos desconfían de él aún cuando dice la verdad. Algo así pasa ahora con la empresaria.
Desde que hace un año comenzó el recordado Wandagate, en el que el actual jugador del Galatasaray tuvo un affaire con Eugenia La China Suárez, la actual investigadora de ¿Quién es la máscara? dio varios indicios de separación, ya sea por sus propias publicaciones en las redes sociales como por comentarios filtrados a través de sus personas cercanas. Pero luego de que los medios reflejaran la noticia terminada desmintiendo cualquier ruptura y mostrándose, nuevamente, junto al padre de sus hijas Francesca e Isabella.
Sin ir más lejos, hace apenas unos días dio lugar a especulaciones en torno a una ruptura mientras Icardi ultimaba los detalles de su préstamo del París Saint-Germain al club de Turquía. Pero luego el futbolista la sorprendió con sus niñas en Miami, adonde había ido a lanzar su línea de cosméticos, y poco después se mostraron todos felices Estambul, incluidos Valentino, Benedicto y Constantino, los hijos que Wanda tuvo con Maxi López y que esta semana comenzaron las clases en un colegio de ese país donde se suponía que se iba a instalar la familia.
Así las cosas, cuando el jueves pasado la empresaria volvió a hablar de su supuesta separación a través de sus stories de Instagram, muchos dudaron si no se trataba de una movida de prensa. Sobre todo, porque una vez más ella confirmaba la ruptura al mismo tiempo que su marido aseguraba que estaban enamorados, que el próximo año celebrarían una década de casados y que les gustaría tener un varoncito juntos. Y esto, como era de esperar, dio pie para que ingenio popular se hiciera eco de la situación.
“No hay álbumes, figuritas, fotocopias ni nafta súper. No vendo figuritas, no voy a vender, o sea no hay. Ni idea si está separada Wanda”, decía uno de los insólitos carteles utilizados por los kiosqueros a raíz de la falta de figuritas del mundial que recopiló un posteo de la cuenta de Infobae. Y, tomándose con humor su propia realidad, la mediática no dudó en compartirlo.
Cabe señalar que, en esta oportunidad, tanto la hermana de la empresaria, Zaira Nara, como su abogada y amiga, Ana Rosenfeld, confirmaron que el matrimonio llegó a su fin por decisión de Wanda. Aunque, según la letrada, no está claro si la separación es definitiva o si aún hay posibilidades de reconciliación. Por lo pronto, la mediática disfruta de sus días de soltería en la Argentina, dónde se la pudo ver de ronda por distintos boliches nocturnos. Pero niega los romances que se le adjudicaron tanto con L-Gante como con el jugador de Boca Junior, Martín Pallero.
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