El mundo del espectáculo está de luto con la partida de Carlitos Balá, el popular actor y conductor infantil que partió a los 97 años el jueves a las 21.30, según lo confirmó su nieta Laura Gelfi a Teleshow. “Estamos devastados pero unidos. Y así se fue él: con la familia unida y mucho amor”, dijo con tristeza la joven sobre la partida de su abuelo.
El artista estaba internado desde ayer en el Sanatorio Güemes. “Tuvo mareos en su casa, lógico de su edad, y lo llevaron al sanatorio. Los médicos decidieron dejarlo en observación”, informaba por esas horas su representante, Maximiliano Marbuk. Lamentablemente falleció en la clínica privada y este viernes será velado en la Legislatura.
A poco de la confirmación de la partida de Balá, Marbuk expresó su tristeza y no pudo evitar llorar al recordarlo en una entrevista con Arriba Argentinos (El Trece): “Estoy arruinado, no puedo más. Sacando que trabajé con él, para mí era mi abuelo. Es un desastre esto. Siento que se me fue un trozo de mi vida. Lo quería mucho”.
“Lo bueno es que él vivió bien. Era feliz. Le gustaba estar con la gente. Todos pensamos que iba a ser eterno, pero no”, aseguró el representante en diálogo con el conductor Marcelo Bonelli. Además, reveló cómo fueron sus últimas horas: “Estaba perfecto. Obviamente, tenía 97 años, pero el jodía con eso ‘97 años y no es caro’. Nunca perdió la alegría. Hacía chistes. Estaba perfecto”.
“Anoche, se descompensó y entró en un paro cardíaco. Ahora está allá arriba, haciendo reír”, explicó Marbuk, muy dolido. Luego, recordó cómo empezó su relación laboral con Carlitos: “Estábamos un día almorzando. Su representante Oscar había fallecido, y le dije ‘Carlitos, ¿te puedo representar?’. Y él me dijo ‘dale, pibe’”.
“Empecé a trabajar con él y me fui enganchando más. Yo no lo sentía como un trabajo, era como estar con mi abuelo. Estuve como 10 años con él. Y la que siempre estuvo con Carlitos fue Laura, Panam”, dijo Maximiliano, muy emocionado.
Carlos Salin Balaá nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio de Chacarita. Su papá Mustafá era un inmigrante llegado de Damasco que tenía una carnicería. En el local, Carlitos solía inventar obritas de teatro. Sus amigos amaban sus chistes. Quizá por eso uno de ellos lo incentivó a realizar una prueba para el programa éxito de la época: La revista dislocada. Carlitos se animó a hacerla con el seudónimo “Carlitos Valdez”. Cuando su voz salió por la radio su padre no lo reconoció, entonces Carlitos Valdez le dio paso a Carlitos Balá.
Sus inicios fueron en la radio, pero en la televisión encontró el éxito y la explosión de su talento. En1961 apareció en el programa La telekermese musical que salía por Canal 7 y no se detuvo más. Tres años después tuvo su propio ciclo en Canal 13: El soldado Balá. Su programa más recordado fue sin dudas El Show de Carlitos Balá. Allí se presentaba con su característico peinado de pelo lacio con flequillo –que mantuvo toda su vida- y batía récords de audiencia con personajes como el Indeciso, el Mago Mersoni y el Hombre invisible. En la última etapa de su carrera, compartió escenario con Panam. Su legado vivirá en la memoria de varias generaciones que se divirtieron con su humor y alegría.
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