A través de sus redes sociales, Jimena Barón le contó a sus seguidores que a raíz de un intercambio de preguntas y respuestas en Instagram, se dio cuenta de que podía hacer realidad uno de sus sueños pendientes. Hace cinco años se lanzó como cantante y tras el éxito de “La Tonta”, llegaron nuevas composiciones y shows con coreografías de baile, dejando en claro que el amor por la música la lleva a sumar facetas. Esta vez sorprendió con un anuncio relacionado al arte, pero en un ámbito académico, que era uno de sus anhelos y ahora se volverá realidad.
Todo surgió a raíz de la pregunta que le hizo un usuario de Instagram, donde tiene casi seis millones de followers: “¿Te gustaría estudiar en alguna universidad algún día?”. En ese momento respondió con la foto de un cuadro y respondió: “Me gustaría estudiar historia del arte”. Algunos días después, al despertarse comunicó las novedades mientras tomaba los primeros mates del día: “Muchos me preguntaron qué me hubiera gustado estudiar en caso de haber elegido una carrera y yo siempre respondo: Historia del arte, porque toda la vida quise estudiar eso”.
Y explicó: “La cosa es que me quedó dando vueltas en la cabeza el por qué no lo estudié. Y bueno, quiero contarles que finalmente me anoté y que voy a estudiar Historia del arte; así que estoy muy feliz”. Con el efecto de aplausos de multitudes, celebró la decisión, y fiel a su estilo irónico, remató: “Sobre todo la gente de producción está chocha, que ahora estamos armando nuevo show y salí con esto de estudiar historia del arte”. A pesar de sus compromisos como actriz, cantante y compositora, se animará a cursar algunas materias y organizar sus tiempos.
En su agenda diaria también hay momentos para el amor: está en pareja hace más de un año con Matías Palleiro, y compartieron viajes junto a su hijo Morrison -fruto de su relación anterior con Daniel Osvaldo-. En este sentido, unas horas antes había compartido una reflexión sobre la maternidad, que conmovió hasta las lágrimas a Cinthia Fernández. “Siempre me quedo con Momo en su cama hasta que se duerme (ahora que se independizó). A veces (como hoy) apenas siento que se queda dormido me largo a llorar sin mucha razón”, relató.
“Hace pocos años entendí (o más bien sentí) que la vida de verdad pasa volando, y que muchos momentos que mi hijo vive como ordinarios y cotidianos, son en realidad extraordinarios y mágicos, y sobre todo, son la cima, no hay nada más arriba que eso”, aseguró. Y agregó: “El truco es que yo lo sé y el no, y por más que se lo explique hasta que no sea grande no lo va a entender, es una especie de hechizo llamado infancia u oro”.
Luego, en otra placa negra, apuntó contra su expareja, a quien le dejó en claro que en algún momento no se hizo cargo de su hijo: “No puedo no pensar cuán respetadas y admiradas deberían ser todas las mamás que se quedan como un roble siendo mamás, desprendiéndose sin dudar, sin ni siquiera pensar, en el dolor, en la traición, en la soledad, en la humillación, en el abandono, en hasta ser mujeres, para antes que todo, seguir siendo mamás”.
Y completó contundente al postear una foto llorando: “Las admiro y abrazo hasta la luna, sobre todo a las que les costó y les sigue costando tanto, y dejan todo abajo de la alfombra hasta que ellos se duerman para poder llorar un rato, dormir un poco y seguir al día siguiente. Hay recompensa allá arriba y también acá abajo, cuando ellos crecen y se vuelven incondicionales, por que saben, ellos saben más que nadie”.
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