Paso tras paso, el sonido de las monedas lo sigue a todas partes: se golpean una contra la otra en la lata que lleva. Una silla, un recipiente y su guitarra, Nahuel Pennisi no necesita nada más. Busca llegar a su esquina favorita, una de las calles más transitadas del centro de Buenos Aires. Sabe que ahí, donde el público lo recibe, es su escenario. Ahí donde levanta la mano y los aplausos y las monedas no faltan. Ahora, 16 años después, ya no son simples palmas, son ovaciones. Vuelve a levantar la mano, pero esta vez no recibe plata, sino premios.
Nahuel no deja de sonreír, como si siempre estuviera de buen humor. Es que más allá de los contextos y del escenario, el sentimiento es el mismo. ”Ahora es con micrófono amplificado con un equipo de trabajo, pero el corazón es el mismo. Y creéme que la calle me dio algo maravilloso que no me lo dio otra cosa: la conexión con la gente. Fui artista callejero, o en realidad lo soy, lo sigo siendo, más allá de estar acá. Uno hace la música para todos de la misma forma. La manera de hacer música, la entrega y el amor por lo que hago no cambió, al contrario”.
Su voz y su alegría inspiran calma, aún cuando las emociones y la adrenalina lo rodean. No se deja perder entre las luces y el éxito. El artista encamina la última parte del año con su debut actoral en el musical Regreso en Patagonia, en el Metropolitan Sura, junto a Fernando Dente, Franco Masini y Cande Molfese, la conducción de un programa de radio en Vale (97.5). Además se prepara para su show en el Teatro Opera Orbis, el 17 de diciembre. Será la forma ideal de cerrar un 2022 que empezó con todo, al punto de que se convirtió en el primer artista en conseguir la doble consagración en los festivales de Jesús María y Cosquín.
Ni de chico, ni de grande, Nahuel Pennisi nunca conoció sus límites. Ni la edad, ni el miedo, ni la ceguera, nada lo frenó. Así, de la mano de una enorme curiosidad, se animó a explorarlo todo. “La ceguera nunca fue una barrera para mí; al contrario, fue una característica como cualquiera. La música se encargó de dejar eso en un segundo plano. Entonces que hoy hablen de mí como un músico es muy fuerte, es muy emocionante. Y al mismo tiempo es un mensaje para que todos se animen”, sostiene.
Parece que no hay objetivo que no pueda cumplir, encara un año en el que se animó a salir de su zona de confort, el folclore, y explorar otros géneros, como la cumbia –con La Delio Valdez en La Noche– o el cuarteto. Este último le valió su consagración, junto a La Konga, en los Premios Gardel por mejor canción de cuarteto por su colaboración en “Universo Paralelo”.
Pero más allá de la nominación, era algo que el cantante no se imaginaba conseguir: “Me pareció muy loco. Yo digo, me dedico a otra cosa y de repente ganar en este rubro me pareció algo extraño, pero emocionante”.
Se cierra así un círculo perfecto, ya que el cuarteto fue uno de los primeros géneros que Pennisi tocó a sus ocho años, cuando recién empezaba a dar sus primeros pasos en la música. Sentado en su cama, con el bajo sobre sus piernas, llenaba su pieza con los acordes del Potro Rodrigo: “Era fan en esa época y bueno, pasó el tiempo. El cuarteto no lo tuve más y de repente vuelvo con esto. Entonces siento que un poco de mi infancia está acá. Evidentemente, el cuarteto estuvo siempre en mí”.
Así como una etapa se cierra otra se abre. El éxito de la canción le puso a su alcance un mundo de posibilidades. Según Nahuel, nunca había vivido un momento de tanta fama: “Representa mi debut en esto de encontrarme con tanta popularidad de golpe. Obviamente, algunos me conocían, pero de repente esto me llevó a otros lugares que no esperaba, a otros terrenos”.
—¿Por qué “Universo Paralelo” es un tema tan especial? ¿Qué significa para vos?
—Lo que tiene esta versión cuartetera es que la gente se anima a sacar afuera lo que tiene guardado en esos universos, esos amores platónicos, esos amores no correspondidos, que a veces uno se los guarda, hace silencio. Pero a veces la música lo saca y creo que eso fue lo que terminó siendo el motivo por el que la gente la cantó tanto.
—¿Qué temas sentís que marcaron tu carrera?
—Que difícil... Pero me quedo con “Avanzar”. Fue un tema muy importante de mi carrera porque me hizo ganar Viña del Mar. Después “Primavera” también porque es un tema que me dio a conocer con los medios, con la gente. Es de mi primer disco, y también tiene que ver con una historia que viví. Por último “Uno más uno”, del segundo disco. Me llevó años hacerla y en realidad, primero tenía un sentido de amor, de cantar a una persona, de imaginarse con una mujer al lado, de una compañera, pero cuando nacieron mis hijos tuvo otro sentido. Esto de uno más uno igual uno, con un hijo somos uno, porque un hijo es un pedacito de uno. Entonces, lograr eso me cambió mucho la vida, la carrera y la percepción de muchas cosas del mundo.
—¿Le inculcás la música a tus hijos?
—Sí, es una cosa diaria. Siempre nos juntamos con Mateo, que tiene tres años, y bjugamos a inventar canciones. Entonces vamos al jardín y le tiro: “El Mateo va al jardín”, y él me responde: “Ía, ía oh”, y después le busco una letra nueva: “Con papá, a cocochito, con papá”, y siempre estamos como jugando un poco. Más que nada para aprender un poco la música, para dialogar, para tener otras formas de diálogo. ¿Viste que también con los hijos es “mamá hace una cosa y papá hace otra”? Entonces es encontrar qué es lo que más nos une y la música está siempre ahí. Matu se acuerda muchas muchas letras. Siempre le hago escuchar cosas de Charly (García), el Flaco (Spinetta), le digo: “Bancate este tema de cinco minutos, hasta dónde va tu atención”, y siempre con mucha diversión y con alegría. Los hijos te dan lo que uno necesita y compartir, lo que uno ama es algo soñado. Con ellos la paso muy bien y trato de de ser yo como lo soy ahora, como lo soy en cualquier lado, en mi casa también, y bueno, con mis hijos ni hablar.
—Hiciste colaboraciones de cuarteto y cumbia, ¿te animarías a otros géneros?
—Me llama la música urbana, me voy encontrando más cosas, pero hay algunas que me gustan mucho, por ejemplo, el último disco de Trueno: me parece espectacular lo que hizo, lo que logró, la fusión que tuvo con diferentes artistas, de distintas épocas, de distintas escuelas. También me encantó lo que hizo con Nathy Peluso, me gustan cosas de Wos.
—¿Con qué artistas te gustaría colaborar?
—Con Trueno me encantaría, con Nicki Nicole también; me gusta lo que hacen. Ca7riel me parece un tipo creativo, algunas cosas de Duki también están buenas. Sería loquísimo, a mí me encantaría, no me lo imaginaba hace un par de años, pero bueno, tampoco imaginaba cuarteto, tampoco me esperaba cumbia. Ya se va a dar. y sobre todo si uno lo busca también es más fácil.
—¿Cómo te sentís con tu nuevo rol en la radio?
—Es un mundo que me encanta, que me apasiona. Arranqué mi primer programa y la verdad estoy muy agradecido. Yo me crié con la radio, es como mi televisión, todo el tiempo me informaba por la radio, escuchaba el top de música, me divertía con las noticias, con la temperatura, a ver cómo estaba el tránsito. Todo eso a mí me acompañaba cuando era chico, era de ser más solitario, no porque no tuviera amigos sino porque era algo que elegía, y la radio me acompañó mucho, desde el fútbol, desde la música. Estoy muy contento con esta experiencia.
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