“Los sueños no se hacen... los sueños se hicieron realidad”, le escribió su mamá, Mónica, en una carta hace unos días. Y es que el 31 de diciembre del 2021 al alzar la copa para brindar, Lucas Loccisano, Locho, no imaginó que su 2022 sería el año en que todo por lo que venía trabajando desde chico se cumpliría. Es por eso, que el próximo primero de octubre, como todos los años irá caminando a Luján, pero esta vez no pedirá, sino que irá a “agradecer y agradecer”.
Entre grabación y grabación, el jurado de Canta Conmigo Ahora charla con sus compañeros -se armó un gran grupo donde reina la buena onda, los chistes y la camaradería- se toma un café y habla con Teleshow. Es como en la tele, sonriente, atento y charlatán, en el buen sentido de la palabra. Aún está “sorprendido y tratando de entender qué pasa”. Es que desde octubre del año pasado cuando dijo que “no” a la propuesta para participar de El Hotel de los Famosos, hasta el presente, muchas cosas pasaron.
“Estoy abrumado, digo ‘What the fuck?’ Siento que estoy soñando, pero es el karma, tantos años peleándola y laburándola desde el bien, el compañerismo, que se termina dando, la vida y Dios te dan lo que querés si sos buena persona y trabajás por eso”, dice y en el pasaje de la nota su fe es protagonista.
“Soy creyente y podría hablar horas de Dios, tengo fe en él y en mí. Uso siempre un rosario y tengo a la Virgen tatuada. El primero de octubre es la peregrinación a Luján y voy a ir, desde los 17 voy, solo no fui en pandemia. Quiero llegar, es difícil parar cuando empezás a caminar”, dice quien fue al rededor de una decena de veces a venerar a la Virgen. Es muy personal, pero si bien varias veces fue a pedir, esta vez irá para “agradecer y a compartir un buen momento”.
Es que está pasando por un gran momento laboral, y también personal. “En el cuarto mes de embarazo de mi mamá, desde la panza le decía ‘Marcelo Tinelli, Marcelo Tinelli’”, bromea, es que, como muchos de “los cien” él se crió mirando Ritmo de la Noche, VideoMatch y ShowMatch y frente al televisor, se imaginaba ahí, cara a cara con el conductor, donde está ahora. “La estoy pasando bomba. Siempre digo que sueño con trabajar de lo que me gusta y hacer lo que me gusta y hoy en día es esto, el día de mañana me puede gustar hacer agricultura y lo haré, o trabajar de oficinista y eso quiero hacer, dedicarme toda la vida a lo que me hace bien y me pone feliz”.
—¿Y qué es lo que te pone feliz en materia laboral?
—La música. Siempre quiero que me acompañe la música. Veo por ejemplo a Jey Mammon y es un live show que le da protagonismo a la música. Quiero que lo que haga esté ligado a la música porque es una de las cosas más lindas que tenemos los seres humanos.
—¿Y a El Hotel de los Famosos cómo llegaste? ¿Fue un trampolín en este camino?
—Me llamaron en octubre y dije que no, fue lo mas gracioso. Yo en ese momento estaba en La ruleta de tus sueños, con Pamela David y no me podía bajar, después terminó el ciclo de forma inesperada y mandé yo un mensaje a la productora diciéndole que me había liberado, pero ya no buscaban más integrantes. No hablé más, y a la semana me llamaron y me dijeron que había una posibilidad porque renunciaba Rodrigo Noya por cuestiones personales.
—Y entonces entró Locho a El Hotel... ¿si hubieras estado desde el principio tal vez tu ingreso no hubiera generado lo que generó en tus compañeros y por ende la empatía de la gente que lograste de inmediato?
— No sé qué hubiera pasado si entraba de una, sé que eso me acompañó y se dio todo y eso para mí fue una bendición. Es como las cosas se presentan y miles de casualidades o causalidades convergen.
Sus semanas en el ciclo conducido por Pampita y el Chino Leunis no fueron fáciles y en más de una ocasión sus compañeros, o parte de ellos, el grupo autodenominado “la familia” liderado por el Chanchi Estévez, lo hicieron a un lado, además de nominarlo cada ronda. Aún así, él prefiere no usar la palabra “bullying”: “Fue fuerte, pero me llegan mensajes tan fuertes de chicos que vivieron cosas tan difíciles, que compararme a mi, que tenía doscientos productores cuidándome, a mi familia esperándome y la elección de irme, no. Es incomparable con lo que realmente se sufre en las escuelas”.
Un mensaje entonces para los jóvenes que lo siguen: “Peleen por sus sueños. Dedicarte a lo que soñás o no dedicarte, se puede dar o no, pero dedicándole todos los días huevo y trabajo tenés más chances”. Sus palabras no son ajenas a la realidad y sabe que en el camino, a la espera de que esas metas se materialicen, muchas veces hay que hacer otros trabajos. Él por ejemplo, fue repositor en un supermercado: “Pero lo hacía poniendo mi sueño delante”.
Aunque por momentos no la pasó bien en El Hotel... “nunca digas nunca”: “Había estado en otro reality y había dicho que nunca más me encerraba, y a los seis meses estaba ahí. Hoy diría que no lo haría otra vez, pero mejor no lo digo, porque no quiero ser esclavo de mis palabras”.
En una “H” tuvo un ataque de pánico y en esos trances difíciles pensaba en cómo estarían sus papás, viéndolo del otro lado de la pantalla y ahí, nuevamente aparecen las casualidades que hacen que las cosas se acomoden: “Llegué a mi casa después de perder, justo el día que se transmitía ese episodio, y en realidad, ahora creo que no fue casualidad que yo estuviera para para que mis viejos no vieran eso sin mí, fue difícil para ellos y yo estuve ahí”.
En las situaciones complicadas dentro del juego, siempre estaba el hombro de Majo Martino para acompañarlo -y viceversa-. “Cuando estaba mal, ella me abrazaba, nos apoyamos y eso hizo que nos enamoremos, fuimos grandes amigos y hoy grandes novios, pero seguimos siendo grandes amigos”, recalca sobre el valor del compañerismo en las relaciones y asegura que todo está “excelente”.
“Es el sueño del pibe”, bromea ya que hace unos meses la miraba por Instagram y le escribía, y suma con una sonrisa: “No me gané los diez palos pero me llevé a Maji, estamos enamorados, contentos y acompañándonos en esta estapa muy loca porque los dos tuvimos exposición y somos grandes compañeros en esta novedad”.
En Canta Conmigo Ahora es señalado como uno de los que siempre aprieta el botón para votar a los participantes, es que en ellos, se refleja: “Acá tengo 100 compañeros con una energía increíble y somos el participante y nosotros, somos un grupo de amigos, estamos contentos, hay buena onda, un piano en la carpa, hay ciertos personajes que tienen camarín y están siempre acá, tomando un café riéndonos, seguro querían camarín, ahora están libres y todos en la carpa”.
Sobre el futuro, tiene ganas de hacer teatro, hay incluso rumores de que haría con Majo temporada en Villa Carlos Paz, pero aún nada cerrado... “estamos cerquita”. Y por supuesto, disfruta la popularidad que buscaba desde hacía tiempo, fruto de su trabajo: “En la calle me tratan como si fuera amigo de todos, el kioskero me abraza, la gente no tiene vergüenza de acercarse y me encanta, es lo que mas me gusta de trabajar en los medios, el cariño de la gente, como si fueran todos tu mamá, tu papá, tu amigo”.
Siempre adelante, con una sonrisa y mirando el lado positivo de las cosas. “El otro día en un boliche me tiraron un hielo y lo cabeceé, para mí era la buena onda de la gente que vio que tenía un trago caliente”, cierra con una sonrisa, consciente de que el humor es la mejor manera de sobrellevar las situaciones y dando cuenta de que como se lo ve en pantalla, es en la vida.
SEGUIR LEYENDO: