El radical cambio de Matías Alé: lejos de los medios y con restaurante frente al lago

El actor bajó notablemente su perfil y se instaló en Villa Carlos Paz donde tienen su local gastronómico

Matías Alé

Matías Alé supo ser una de las personas más mediáticas del espectáculo: sus idas y vueltas amorosas ocupaban los títulos de los sitios de noticias y él no tenía problema en declararle su amor a una pareja o pelearse frente a cámara. Sin embargo, tras el brote psicótico que tuvo hace siete años, el actor bajó notablemente su perfil y aunque aparece esporádicamente en televisión, ya no se expone como antes.

Invitado al ciclo PH, Podemos Hablar, el ex de Graciela Alfano habló sobre su presente y sorprendió al contar que tiene un restaurante en Villa Carlos Paz. “Me puse un local de sushi, está en frente del Lago San Roque. Lo puse con Ariel Blanco, Tati, Maxi y toda una gente linda que está esperando que yo vaya para hacer el lanzamiento. Empezamos a hacer delivery y va muy bien. Así que estoy muy contento”, sorprendió.

Se trata de una cadena de sushi que tiene varias sucursales en todo Córdoba y él, junto con sus socios, están a cargo de la que está en la plaza teatral.

(Instagram: @matiale77)

En el verano en Intrusos ya habían adelantado sobre el deseo de Alé. “Tenía reparos primero, pero se va a instalar de manera definitiva en Córdoba. Dijo que siempre tenía ganas de quedarse en Carlos Paz, poner un café, tener un programa de radio y, cuando sea la temporada, estar para alguna obra”, explicaron en ese momento.

“Los cordobeses me hacen sentir como que todo sigue tal cual estaba en mi última temporada aquí en la ciudad. Hace cinco o seis años de la última vez que vine y parece que no pasó el tiempo por la forma en que me hace sentir la gente. Estoy súper agradecido a esas muestras de cariño y es una ciudad en la que pienso que me voy a venir un tiempito a vivir”, había contado en diálogo con Diario Alfil, de Córdoba en el verano.

En su paso el sábado por el ciclo de Telefe, Matías se había mostrado triste al recordar a su padre, quien falleció cuando él tenía nada más que 19 años. “Mi viejo se me fue hace muchos años, allá por el ‘97. No me vio haciendo lo que hago. En ese momento la que tomó la posta fue mi vieja, que se la bancó solita.Se murió en el cementerio jugando un partido de fútbol. Nosotros jugábamos todos los lunes con mi hermano, porque había un campito que estaba destinado ahí para jugar”, contó.

Sus padres se habían separado hacía poco y a él y a su hermano Elías les tocaba irse de vacaciones con su papá. Por la mañana, Matías llevó a su madre a Ezeiza, porque se iba a pasar unos días sola a Brasil, y al volver recibió un llamado de su padre para invitarlo a jugar el partido, pero se negó. “Tengo la casa sola, vos no estás, mamá tampoco, y mañana nos vamos 15 días de vacaciones. Dejame que haga un asado con mis amigos, si total mañana nos vemos”, le había dicho para convencerlo.

Mientras compartía el asado en la noche previa a salir de viaje, se le acercó un amigo de su padre con la noticia que nunca pensó que iba a escuchar. “Tu papá tuvo una descompensación y lo están llevando a una clínica”, le dijeron. “Y se me murió ahí, porque el servicio médico no le alcanzó para el infarto que él tuvo. Salieron los médicos tipo película para decirme: ‘No pudimos hacer nada’. Además tenía 44 años mi viejo; yo 19, mi hermano 15, imagináte lo que era eso

En ese momento tuvo que llamar a su mamá y contarle. Desde ese entonces, según su relato, ella se tansformó en su “sendero y lucero”: “Fue la persona que me ayudó a salir de toda mi enfermedad”.

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