Pasó otro programa de PH, Podemos hablar y como acostumbra, unió anécdotas y vivencias de cinco personalidades de diferentes ámbitos. Betiana Blum, Mauricio Dayub, Sol Pérez, Matías Alé y Callejero Fino estuvieron presentes en el ciclo de Telefe para poner en común similitudes y diferencias. En la primera parte del programa, el conductor Andy Kusnetzoff pidió que pasaran al Punto de encuentro aquellos “que tienen un vínculo especial con sus padres”. Y en un clima de emociones fuertes, en el que todos los invitados dejaron su testimonio, Matías Alé reveló la triste historia que rodeó a la muerte de su padre.
“Mi viejo se me fue hace muchos años, allá por el ‘97. Yo tenía 19 años, no me vio haciendo lo que hago”, lamentó el actor con los ojos vidriosos. “En ese momento la que tomó la posta fue mi vieja, que se la bancó solita”, agregó, antes de contar algunos detalles reveladores de su padre. “Se murió en el cementerio jugando un partido de fútbol. Nosotros jugábamos todos los lunes con mi hermano, porque había un campito que estaba destinado ahí para jugar”, relató, ante la mirada atónita del conductor y los invitados.
Matías contó el hecho ocurrió un 6 de enero, en pleno período de vacaciones. Sus padres se habían separado hacía poco y a él y a su hermano Elías les tocaba irse de vacaciones con su papá. Por la mañana, Matías llevó a su madre a Ezeiza, porque se iba a pasar unos días sola a Brasil, y al volver recibió un llamado de su padre para invitarlo a jugar el partido, pero se negó. “Tengo la casa sola, vos no estás, mamá tampoco, y mañana nos vamos 15 días de vacaciones. Dejame que haga un asado con mis amigos, si total mañana nos vemos”, le dijo para convencerlo.
Mientras compartía el asado en la noche previa a salir de viaje, se le acercó un amigo de su padre con la noticia que nunca pensó que iba a escuchar. “Tu papá tuvo una descompensación y lo están llevando a una clínica”, le dijeron. “Y se me murió ahí, porque el servicio médico no le alcanzó para el infarto que él tuvo. Salieron los médicos tipo película para decirme: ‘No pudimos hacer nada’. Además tenía 44 años mi viejo; yo 19, mi hermano 15, imagináte lo que era eso”, expresó con dolor.
En medio de la conmoción, Matías debía avisarle a su madre que estaba sola en Río de Janeiro. “Le dije que había un temita que tenía que volver, que mi papá se había olvidado de hacerle firmar un poder para que pudiéramos salir del país”, reveló. Pero eso no fue lo único que le dijo “‘Si volvés, dice papá que te venís de viaje con nosotros’. Hizo un silencio y me dijo: ‘¿En serio? yo sabía que él se iba a dar cuenta’”, añadió.
En medio de la conversación con su hijo, Helena intuyó que había algo más detrás de esa llamada. “Yo sé que a tu papá le pasó algo, contame”, le dijo a Matías, que tuvo que decirle la verdad. La mujer emprendió de inmediato el regreso y su vínculo cambió para siempre: “Vino al día siguiente y desde ahí se transformó en mi sendero, en mi lucero. Fue la persona que me ayudó a salir de toda mi enfermedad”, cerró el actor con gratitud y emoción.
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