Suele decirse que los compositores no siempre viven las historias sobre las que hablan sus canciones y eso es una verdad incontrastable. A muchos autores prolíficos les resultaría imposible tener tantas experiencias de vida como para contar en las letras que escriben casi a diario. Y qué sería de las licencias poéticas si esto en lugar de ser una excepción fuera una regla. Lo maravilloso que tiene la poesía en forma de canción es que cada tanto aparece un tema que esconde una pena de amor real. Y ese fue el caso de “Tus viejas cartas”, uno de los clásicos hits de Los Enanitos Verdes, una de las piezas que Marciano Cantero dejó para siempre en el cancionero del rock latinoamericano.
El músico al que llora un continente murió este jueves a los 62 años en su Mendoza natal. Allí donde en los ‘80 daba los primeros pasos con el grupo, que contaba entre su repertorio con “Tus viejas cartas”, un tema que no tardó en convertirse en los preferidos del público. Estaba claro que, cada vez que lo cantaba, un dejo de nostalgia recorría su cuerpo y se adueñaba de su voz. ¿Cuál era el desengaño que escondía esta letra? Pues, como era de esperar, la respuesta está en un nombre. Y ese es Viviana. El músico tenía apenas 21 años cuando, en 1981, la conoció en su Mendoza natal. Y se enamoró perdidamente de ella. Pero, después, la vida lo puso en una encrucijada.
En 1984, el grupo compuesto por Felipe Staiti en guitarra, Daniel Piccolo en batería y Marciano en voz, fue elegido como Revelación el el Festival de la Falda. Y este fue el impulso que necesitaba la banda para decidirse a mudarse definitivamente a Buenos Aires, con el gran objetivo de grabar su primer disco. Pero claro, este nuevo proyecto, era incompatible con el noviazgo de Cantero que, sin discusión de por medio, terminó a poco más de dos años de haber comenzado.
“Cuando nos fuimos con Los Enanitos dejamos de salir porque yo tenía que seguir, pero nunca tuvimos una pelea, terminamos bien”, recordó el compositor en diálogo con Bebe Contepomi para Todo Lo Demás También, en Mega 98.3. Y así fue como se terminó la pareja, pero no el amor...
En una época en la que todavía no existían los mails, los mensajes de texto, los whatsApp y, mucho menos, las redes sociales, el contacto entre Marciano y Viviana siguió por correo. Ella le mandaba misivas que él recibía en Buenos Aires. Y que, evidentemente, guardaba con tesón. Así fue como, estando de gira en Bogotá, un día el compositor se inspiró en esas cartas para escribir uno de sus más recordados temas.
“Siempre me preguntaba porque había pasado todo lo que pasó, la letra refleja el dolor de ese momento”, explicó el artista. La canción, que fue incluida en el famoso disco Contrarreloj de 1986, tenía una frase que quedará para siempre grabada en los jóvenes de la época cuando se preguntaba: “¿Y dónde quedó ahora, esa hermosa ilusión?”.
Pues bien, parece que esa ilusión se mantuvo intacta por más de 32 años. Hasta que, finalmente, en 2018 Marciano y Viviana se reencontraron en la tierra del buen vino. Y pudieron darle a esa historia un cierre de telenovela. “Afortunadamente nos volvimos a encontrar y nos casamos el año pasado”, relató Cantero, quien decidió radicarse nuevamente en la ciudad que lo vio crecer junto a su amor de la juventud.
La banda liderada por Mariano siguió trabajando activamente. Con más de cuatro décadas de trayectoria, se convirtió en el grupo de rock argentino más escuchado en Spotify. Sus canciones marcaron a varias generaciones a lo largo del continente que hoy lo lloran porque sienten que se va un pedazo de sus vidas. Pero los artistas se vuelven inmortales en su obra y eso trasciende cualquier tiempo.
La letra de Tus viejas:
Estuve leyendo tus viejas cartas
Donde me hablabas de amor
Usando palabras querías decirme
”Ya no puedo estar sin vos”
Y dónde quedó ahora, esa hermosa ilusión
De regalarte a vos, lo mejor de mi amor
Creímos que todo había cambiado
No había razón ya para estar mal
Pero el otoño golpeó nuestra puerta
Y como una hoja nuestro amor murió
Y dónde quedó ahora, esa hermosa ilusión
De regalarte a vos lo mejor de mi amor
A veces los sentimientos no se pueden manejar
Y cuando nos atrapan, no podemos escapar
Y es así, nuestro corazón sufre
Y sigue y sigue dando vueltas y vueltas
La loca rueda de la vida
Y sigue rodando en mi cabeza
El enigma cautivante del tu voz
Y dónde quedó ahora, esa hermosa ilusión
De regalarte a vos, lo mejor de mi amor
Lo mejor de mi amor, lo mejor de mi amor
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