En Los 8 escalones del millón no solo se pone a prueba el conocimiento de cada aspirante a ganar el premio, sino que también se intercambian historias de vida. Desde el destino que le darían al dinero, los sueños que faltan por cumplir, hasta curiosos amuletos que llevan a modo de cábala para afrontar el nerviosismo de estar en televisión. El miércoles se presentó Ulises, un joven de 20 años, y mientras avanzaba a paso firme hacia la gran final, conmovió a todos los jurados cuando explicó el significado del collar que eligió para esta especial ocasión.
“Vive con su madre, Natalia, y es voluntario en una asociación que hace simulacros educativos en las Naciones Unidas. El millón lo usaría para ayudar a su familia”, detalló Guido Kaczka, antes de fijar su mirada en uno de los accesorios del muchacho. “Son dos púas que me hizo mi abuelo cuando era chico y las uso como collar, es una forma de tenerlo siempre presente conmigo”, contó el participante. Y entre risas, explicó: “Él está vivo, aclaro porque parece que lo estoy matando; pero representa mi pasión por la música y que él siempre fue un gran apoyo y fomentador de buena música”.
El conductor le preguntó cómo se llama su “gran abuelo”, y Ulises reveló que lo apoda “el abuelo Lalo”, aunque su nombre de pila es Orlando. Sin embargo, también le dedicó un cariñoso saludo al resto de su familia: “Tengo cuatro abuelos fantásticos y agradezco día a día poder haberlos conocido a todos y tenerlos en mi vida. Me siento muy afortunado”. Después de responder el escalón musical y acertar, superó cada pregunta de forma exitosa hasta conseguir ser finalista.
Se enfrentó a Luciana, y ambos estuvieron parejos hasta la última pregunta, que fue crucial para definir al campeón. El periodista y escritor Osvaldo Bazán fue el encargado de formular el interrogante de literatura: “¿Cuál de las siguientes novelas no pertenece al autor Manuel Puig?”. Y desplegó las opciones: El beso de la mujer araña, Pubis angelical, Boquitas pintadas y Triste, solitario y final. Ulises eligió la “D”, mientras que su adversaria optó por la “C”, y la respuesta correcta era la que marcó el joven, así que entre emoción y la lluvia de papeles plateados, se consagró como el ganador.
“Gracias, muchas gracias a todos”, expresó, y tal como indica la costumbre del programa, saludó uno por uno a los expertos, además de a sus compañeros, mientras sostenía el cheque gigante en sus manos. Guido leyó otro fragmento de su presentación, y remarcó que fue su familia quien le pidió que se anotara porque desde la casa siempre acertaba. “Mucha insistencia porque siempre vemos los programas y me iba bien, pero algunas cosas de antes no me las sé”, aseguró con humildad.
También reconoció que sintió una gran presión cuando le confirmaron que iba a participar: “Cuando les conté, me dijeron: ‘Sí, te va a ir re bien’; y les dije: ‘No sé, puede pasar cualquier cosa’. ¡Así que no lo puedo creer! ¡Estoy muy contento más que nada por ellos!”. Poco después, el conductor quiso saber si regresará al programa para competir por el segundo millón. “Sí, vuelvo por los dos millones”, afirmó el flamante ganador.
“El hombre que se emociona… Walter Nelson”, reveló en los segundo finales Kaczka al ver que el periodista deportivo tenía los ojos llenos de lágrimas. “Lo que pasa es que me hizo emocionar cuando habló de los abuelos. Mi nieta también tiene a sus cuatro abuelos y dice que eso es maravilloso”, confesó Walter. Con una gran sonrisa, Ulises concluyó: “Yo soy un afortunado… totalmente. Somos muy afortunados”.
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