La triste e inesperada noticia de la muerte de Magdalena Ruiz Guiñazú sorprendió a todos. El primero en anunciarla fue su colega y amigo Jorge Lanata, que se mostró muy dolido en su programa de Radio Mitre, Lanata sin filtro.
“Me acaban de avisar, por eso desaparecí del aire unos segundos. 87 años tenía Magdalena (en verdad, 91) y está identificada con Mitre desde siempre, y eventualmente con Continental, fueron las dos radios que la acogieron. Si hay una voz reconocible de nuestra infancia, es la de Magdalena en la radio. Fue en su vida, una persona muy comprometida con los Derechos Humanos, formó parte de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). Estuvo en la radio y en la tele desde siempre”, comenzó expresando mientras de fondo sonaba la canción “Cantando bajo la lluvia”.
Y continuó recordándola: “La periodista del Fontana Show, con Cacho Fontana, era Magdalena Ruíz Guiñazú. En una televisión que no estaba acostumbrada a los grandes viajes, de golpe ella aparecía en África mostrándote cómo vivía la gente ahí, haciendo como una especie de documental en vivo. Parte de esto fue la vida de Magdalena, que era hija de un canciller, Enrique Ruíz Guiñazú y de María Celina Cantilo Ortiz Basualdo”.
En tanto, siguió sumando detalles de la vida de la emblemática periodista: “Vivía a una cuadra de donde estamos ahora. Lo que es hoy el Palacio San Martín era la residencia del canciller, y Magdalena transcurrió parte de su infancia en ese lugar increíble, que hoy está reservado solo para asuntos protocolares. Tuvo cinco hijos con su primera marido, uno de ellos murió a los 28 años de un infarto”.
Y se refirió a los inicios de Ruiz Guiñazú en su profesión: “Entró en el periodismo en 1954. En el 70 con Antonio Carrizo condujo un noticiero que se llamó La primera de la noche, en Canal 7. En aquel momento la raja José María Guillone, secretario de prensa de Isabel e integrante de la Triple A”. “Hasta hace dos semanas venía al aire. Se sentaba y se encendía frente al micrófono. Siempre con los diarios a cuestas, con la vulnerabilidad de los años, pero con tremenda vocación”, la elogió Lanata.
También en el mismo ciclo radial, Nicolás Wiñazki se quebró al recordarla. “Estoy bastante triste, pero a la vez agradecido por haberla conocido. Fue una mujer ejemplar, cabal y valiente. Yo empecé a trabajar con ella cuando tenía la columna de media hora en el programa”, comenzó. Y agregó: “Fue un ejemplo para todos, no solamente como periodista sino como persona y ciudadana. No solo por lo que hizo en el Nunca Más, sino por cómo se comportó después, cuando algunos hipócritas que no hicieron las cosas que había que hacer en su momento, se animaban a señalarla. Ella se lo tomaba con mucha paz. Fue la primera civil que entró en la ESMA y contaba lo fuerte que era. Todos saben el trabajo que hizo con el Nunca Más”.
“Se reía cuando la amenazaban con bombas en su casa. Fue una adelantada con cosas que hoy parecen normales. Por ejemplo, con su marido vivían en casas separadas. Fue una persona inolvidable. El día que ganó Alfonsín ella logró ubicarlo, lo sacó al aire, le agradeció por la nota y él dijo: ‘El agradecido soy yo’”, cerró con emoción el periodista.
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