Este martes, la muerte de Magdalena Ruiz Guiñazú causó un gran impacto en la sociedad argentina. Líder indiscutida del periodismo de los últimos años, su voz acompañó a generaciones de argentinos y dejó en el marco de las paritarias 2022 una gran lección en quienes trabajaron con ella. En el caso Marcelo Bonelli, ese vínculo es especial, porque se remonta a sus inicios en el éter, integró su equipo durante 14 años y la relación profesional continuó hasta los últimos días de Magdalena detrás de un micrófono.
El conductor de Arriba argentinos (El Trece) compartía la medianera radial con la recordada periodista en la mañana de los sábados de Radio Mitre. Él con Sábado tempranísimo y ella con Magdalena y la noticia deseada, y en ese pase intercambiaban análisis, vivencias y opiniones de la vida cotidiana, cada uno con su estilo, y con esa complicidad que solo dan los años de relación. De conocerse con una mirada y de anticiparse con un gesto.
Minutos después de conocerse la noticia de la muerte de la periodista, en Mediodía Noticias (El Trece) se contactaron con Bonelli para conocer un poco más de esa intimidad del diálogo cotidiano con Magdalena. “Tristísimo, apenado, una pésima noticia. Por más que en los últimos días Magdalena no estaba bien. Pero ella tenía una fortaleza enorme, y había sorteado momentos difíciles”, dijo el periodista en diálogo con su colega Luis Otero.
Bonelli repasó sus comienzos en el medio y compartió algunas de las enseñanzas profesionales que dejó Magdalena: “Me crie y me formé en la radio con ella y trabajé 14 años, tuve ese privilegio. Una persona íntegra, con una ética impresionante”, afirmó, y destacó la importancia de su figura en los últimos 50 años. “Fue líder del periodismo argentino durante muchísimo tiempo. Y con todo ese bagaje, tuvo la valentía de luchar contra la dictadura, cuando los generales tenían el poder y mandaban a matar, y después integrar la Conadep, el Nunca Más, ese hecho histórico”.
Además, Bonelli se refirió a la Magdalena de cuando se apagaba el micrófono, esa a la que solo tuvieron acceso unos pocos elegidos: “Era una persona con mucho humor, con mucha clase y compañerismo. Cuando se iba de vacaciones, volvía con regalos para todos y era una señal de lo que pensaba en el equipo. Era mamá de su familia, compañera de sus hijos y de sus nietos, siempre hablaba de ellos y organizaba planes en forma conjunta para toda su familia. Además, era una luchadora”, agregó y en este punto se refirió a los últimos años de la conductora.
“El sábado pasado no trabajó, pero todos los anteriores sí -afirmó Bonelli-. La pandemia la golpeó mucho, porque ella tenía una gran vida social, le gustaba el teatro, salir con amigos, la música. Pero se sobrepuso, y estaba todos los sábados en la radio, cuando terminaba mi programa, arrancaba ella. Siempre con un gran sentido de la realidad, el periodismo crítico y el sentido del humor”, resumió.
Dentro de esa intimidad, Bonelli reveló que la enojaba “cuando se daba cuenta que los entrevistados mentían o sanateaban. Ha tenido enfrentamientos históricos con muchos funcionarios”, evocó. “Coraje, cultura, profesionalismo y cariño. Era todo lo bueno que una persona quiere ser”, enumeró Otero. “Y mantuvo su pasión por el periodismo hasta el último minuto, esa llama que hay que preservar la mantuvo siempre”, completó Bonelli. Una llama que hoy se apagó, a sus 91 años. Pero que permanecerá viva en su legado eterno y en el recuerdo de sus colegas y oyentes.
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