Después de una separación definitiva, Flor Vigna y Nico Occhiato volvieron a verse las caras para repartirse la conducción de El último pasajero, programa de Telefe que se emite los domingos por la noche. Y si bien en pantalla se pudo palpar buena sintonía entre ambos a la hora de llevar adelante el ciclo, trascendió que en realidad se llevan muy mal detrás de cámara.
Este jueves en Socios del Espectáculo (El Trece) dieron detalles de la pelea entre la hoy cantante y el conductor de Nadie dice nada (Luzu TV), la cual se dio con equipos técnicos y los participantes del ciclo como testigos.
“Su relación profesional es espantosa y así lo describen tanto sus compañeros como los participantes del programa, que fueron testigos de momentos muy incómodos”, contó Adrián Pallares, uno de los conductores. Su compañero Rodrigo Lussich añadió: “Trascendió una frase que habría salido de boca de Flor Vigna y es: ‘No sé cómo pude haberme enamorado de vos’. Las grabaciones terminaron ayer, pero circuló que, si no terminaban, Flor no iba a volver a grabar”, aseguró el periodista uruguayo.
“Se llevan muy mal”, consideró Pallares. Y Lussich justificó el punto con episodios tensos entre Vigna y Occhiato que terminaron saliendo al aire del programa. “Las grabaciones siempre fueron complicadas. En el ciclo, ella hace días expuso que él le revisaba el celular. Eso lo podrían haber evitado y editado desde la producción, pero no lo hicieron y se notó que el momento fue tenso”, contó sobre aquella puja.
Los conductores del programa de El Trece contaron que en la última semana de grabación hubo escenas de “gritos, reproches, enojo, furia y llanto”. “Aparentemente, muchas veces, según cuentan los testigos, tenían que ver con ciertas trabas al aire de Flor, ciertas equivocaciones y un Occhiato poco tolerante. Y hubo frases de ella, como: ‘El agrande que tiene este tipo, la soberbia, no se entiende, no lo conozco. Lo desconozco’”, acotó Lussich.
“Personalmente me tocó enterarme hace un par de semanas por compañeros de colegio de una de mis hijas que fueron al programa y participaron de la grabación y fueron testigos de estas situaciones. Como por ejemplo algunas dificultades de Flor para hacer un chivo y la impaciencia, el fastidio de Nico Occhiato. El programa tendría que haber terminado a una determinada hora, porque son menores de edad, y siguió hasta casi las 12 de la noche: la grabación se extendió, había problemas, no se terminaba...”, contó Pallares.
“A mí me cuentan que Occhiato te clava el visto y no responde a nadie. Desde que Mario Pergolini lo subió al ring y tuvo un ida y vuelta, se cree el ‘Susano Giménez’ de Telefe. A ese nivel. No responde teléfonos a los periodistas que lo consultan. Los técnicos se quejaron de que nunca llevó nada para compartir, que se lleva todos los canjes y que los ignora. Todo el mundo me habla muy bien de Flor y muy mal de Nico”, agregó la panelista Luli Fernández.
“En la intimidad de la grabación, cuentan testigos, Vigna se la pasa diciendo por todos lados que él es un agrandado, que es un soberbio, que nadie lo quiere en el equipo. Y explotó todo cuando lo trató de soberbio públicamente”, cerró Lussich.
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