“Cumbia 420, mi sueño es tocar con L-Gante”, expresó Nahuel Escalante en diálogo con Infobae apenas cuatro días atrás. El niño no vidente de 13 años oriundo de Florencio Varela conquistó a todos con sus ilusiones y la resiliencia que lleva como bandera. Aquella frase que repitió como mantra durante la entrevista, empieza a materializarse gracias a la viralización de su historia. En las últimas horas el cantante le dedicó un sentido mensaje en Instagram, además de expresarle toda su admiración por la perseverancia y la actitud con la que se propone seguir adelante con su vocación artística.
“Te voy a explicar qué fue lo que me pasó con Elián (Valenzuela). Una noche cuando me fui a dormir soñé con él. Estábamos tocando juntos, y podía escuchar que me decía que lo había logrado; entonces cuando me desperté, sabía que eso un día va a ocurrir”, relató Nahuel en la entrevista que le brindó a este medio. Y sentenció: “L-Gante un día me va a llamar, lo soñé. Tengo ese pensamiento en la cabeza”.
Definitivamente, su deseo llegó a oídos del creador de Cumbia 420, quien compartió un video del niño haciendo su versión de “Perrito malvado” de Damas Gratis en su barrio, y escribió: “¡Dale, Nahuel! Mandale cumbia, perrito. Te quiero. Sos una máquina”. Y etiquetó en su saludo también a Pablo Lescano, para que lo escuchara: “Con Nahuel ya ganamos, Pablito”.
L-Gante atraviesa un exitoso momento en su carrera, que ya incluyó viajes a España y la posibilidad de construir su casa soñada en el General Rodríguez. Sin abandonar nunca sus raíces, también realiza algunas participantes en el programa Canta Conmigo Ahora, donde hace tentar de la risa a Marcelo Tinelli cada vez que intercambian palabras en alguna devolución. En medio de su ajustada agenda, y la vida familiar con Tamara Báez y su pequeña hija Jamaica, siempre encuentra algunos momentos para seguir cumpliendo sueños, tanto propios como ajenos.
Todo indica que el encuentro entre Nahuel y su ídolo está más cerca que nunca. Y el posteo sirve de prueba para reforzar que la intención de ir a conocerlo está intacta. Tiempo atrás Escalante pudo conocer a otro de sus grandes referentes musicales: Nahuel Pennisi. “Quiero ser como él, porque los dos aprendimos solos y no podemos ver”, proyecta el pequeño gran artista que no se rinde frente a las adversidades. Toca el piano, pero a su instrumento le faltan dos teclas. “Nada me impide avanzar. Yo practico para poder ser famoso”, asegura.
Nunca pudo pagar una clase de música, y tuvo que aprender de manera autodidacta. Cuando tenía tres años su abuelo le regaló una guitarra, y desde ese día jamás abandonó la música. La nobleza está a la vista en su personalidad, que sirve de cátedra incluso para los adultos que lo rodean. A los 9 años empezó a tocar en las plazas de Florencio Varela, con el objetivo de conseguir una máquina de sistema de braille para el colegio. Lo consiguieron, y así pudo continuar con sus estudios.
“Soy la persona más feliz del mundo cuando estoy arriba del escenario. Es mi lugar, puedo escuchar la emoción de los que están ahí”, expresó durante la nota, dejando en claro que la conexión con la melodía y las reacciones del público lo recargan de energía. Otros días, no tiene quién lo lleve al colegio, y se ve obligado a quedarse en la casa. La movilidad es todo un problema, confesó su madre durante la entrevista con Infobae. Pero incluso en esos momentos, busca el costado positivo y se refugia en su creatividad. “Cuando me quedo en la casa, salgo a crear mis propios instrumentos musicales. Con latas usadas armó tambores, y si no juego a el carpintero: agarro palitos y los trato de unir para formar algo nuevo”, reveló Nahuel.
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