El flechazo entre Benjamín Vicuña y Eli Sulichin fue casi instantáneo. Casi tanto como su ruptura, que trascendió en las últimas horas. Todo había comenzado en diciembre, en una situación bastante particular: el bautismo de Ana, la hija de Carolina Pampita Ardohain y Roberto García Moritán. O eso era lo que había trascendido, porque después fue el actor el encargado de aclarar que también había sido el de Benicio, uno de los niños que tiene en común con la modelo, y por eso es que había sido invitado al evento. Ella, una mujer hasta entonces desconocida por los medios, resultó ser la hija de una de las grandes amigas de Pampita, que enseguida les dio su “bendición”.
A los pocos días, la temporada de verano comenzó y, lejos de esconderse, se los pudo ver relajados en un restaurante de Punta del Este, donde la familia de ella tiene una casa. Él hacía tan solo unos meses que había confirmado su ruptura con Eugenia La China Suárez, con quien también tiene hijos en común, Magnolia y Amancio. Pero el amor no sabe de tiempos ni de edad -Eli tiene 32 años, Vicuña 43-, y rápidamente decidieron formalizar. Tanto fue así que, a los pocos días, ella utilizó su su cuenta de Instagram privada para compartir una foto junto al chileno y un grupo de amigos, mientras disfrutaban de un atardecer en esa ciudad uruguaya. “Team sunset”, escribió junto a la postal.
En febrero, llegó el primer viaje a solas de la pareja. En plan romántico, partieron rumbo a París, desde donde publicaron algunas imágenes en sus respectivas redes sociales. Y fue allí cuando llegó el primer gesto de Ardohain hacia la flamante pareja: le dio “me gusta” a un romántico video que Benjamín había publicado. “Quiero muchísimo a la mamá de Eli, que es mi amiga. A Eli la conozco hace muchos años, es una mujer de muy buen corazón y bueno... Lo que tenga que decir, se los digo en privado”, había dicho la exconductora de El Hotel de los Famosos a poco de conocerse la nueva relación de su ex. Poco después, siguieron varios viajes a Chile, donde Eli conoció a la familia de su novio, y ya todo avanzaba a pasos agigantados.
En mayo, ambos viajaron a Nueva York y Miami, donde combinaron trabajo y placer: Benjamín tuvo reuniones por nuevos proyectos y también se hizo un lugar para disfrutar de la playa, del descanso y de las tardes de compras. Ese fue quizás el punto de inflexión en el tenso vínculo con La China, que se mostró molesta por su rol como padre. “Con respecto a mi maternidad... las mujeres que vivimos con nuestrxs hijxs 24/7 (salvo algún día que el padre los tiene, cuando puede, por supuesto, pues viaja mucho por ‘trabajo’) hacemos lo que podemos. Y les aseguro que lo hago muy bien. Dejen de joderme porque no me callo”, había manifestado enojada, luego de se la cuestionara por haber pasado la noche en un hotel con su nuevo novio, el cantante trapero Rusherking.
Lejos de querer entrar en una polémica con la madre de sus hijos menores, Vicuña prefirió ser cauteloso con sus declaraciones: “No hablo. No voy a hablar ni de ella ni de su momento. Me parece que no me corresponde. Las cosas que debemos hablar, que son de nuestros hijos, tenemos una forma y listo. El resto, no puedo salir a comentar cosas que no me corresponden”, sostuvo en ese entonces.
Siempre con perfil bajo, pero sin ocultarse de los flashes, la pareja de Eli y Benja siguió adelante, con algunas románticas señales en las redes. Incluso, a mediados de agosto y en medio del delicado estado de salud de su padre, ella lo había ido a visitar al teatro donde él protagoniza El método Grönholm, junto a Laurita Fernández y Rafa Ferro. Y él no dudó en agradecerle el gesto a su amada: “Gracias por estar”, expresó a través de sus Instagram stories junto a una imagen abrazados en el camarín, donde se los ve reflejados en un espejo que está decorado con varias postales junto a sus hijos.
Por eso quizás es que sorprendió la repentina separación, que este lunes fue confirmada por Yanina Latorre en LAM. “Ayer domingo por la noche, ella dio por terminada la relación”, comenzó informando la angelita. Y continuó relatando: “No hubo conflicto ni pelea, creo que los dos se quieren mucho, no hay terceras personas. De hecho, yo los había visto el viernes en el cumpleaños de Mica (Tinelli) y se los veía súper bien. Pero bueno, ella es bastante más chica, él es más grande y tiene muchos hijos...Diferencia de agenda, de momento (...) Está enamorada, pero con cinco pibes es difícil, ella no tiene hijos”.
De todas formas, Yanina aclaró: “Están en comunicación constante, ella le va a bancar todo lo del papá (que está muy enfermo e internado en Chile)”. “Creo que él no se la esperaba, estaban bien, pero bueno, tienen vidas muy diferentes, viajes. No hubo una discusión, es más, no se descarta que en algún momento vuelvan a estar juntos. Es como que no es el momento de los dos: él está haciendo teatro, ella viaja muchísimo por laburo (...) Están en distintos momentos de la vida”, analizó. Solo el tiempo dirá si se darán o no una segunda oportunidad.
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