Allá por los años ‘90, Toti Ciliberto logró su pico de popularidad de la mano de Marcelo Tinelli en el viejo VideoMatch. Y, desde entonces, se ganó el cariño de la gente que lo siguió acompañando a lo largo de estas tres décadas. Sin embargo, el cómico que tantas sonrisas ha sabido arrancar gracias a sus recordados personajes, tuvo que atravesar momentos muy difíciles relacionados a su salud. Y, en una entrevista reciente que le brindó al diario El Argentino, contó que logró adelgazar 25 kilos y detalló lo complicado que resultó para él llegar a esta transformación física.
“No es que lo decidí, sino que no me quedó otra alternativa. Me ayudó, en principio, una retracción de encías que me hizo ir dos veces por semana al odontólogo. Y eso hizo que volviera, a veces, dolorido, sin ganas de comer y me alimentaba con caldo”, empezó a explicar Ciliberto. Y luego señaló: “Volvía desganado por lo invasivos que son los tratamientos. Y eso empezó a deshincharme, a bajar de peso y ahí me entusiasmé. Pero ya lo tenía pensando, obviamente, por un tema de salud. La comida es una adicción muy fuerte y se hace muy complejo dejarla”,
Según explicó el cómico, ese problema odontológico fue el involuntario trampolín que lo impulsó a lograr su objetivo. “Esa retracción bucal me ayudó y, después, continúe. Una vez que el estómago se achica, la cosa empieza a ser un poquitito más fácil. Ahora llevo adelgazados unos 25 kilos. Espero seguir así”, se sinceró Toti, dejando en claro que el esfuerzo para luchar contra la obesidad es permanente.
Lo cierto es que, para logar los resultados esperados, Ciliberto tuvo que cambiar sus costumbres alimenticias que tenía adquiridas. “Fui entendiendo qué alimentos son mejores y peores para el organismo, que hay algunos que son más saludables que otros. Y comencé a manejarlo comiendo mejor, más sano”, explicó el cómico.
Por otra parte, Toti dejó en claro que necesitó de ayuda psicológica profesional para poder superar su compulsión por comer en exceso. “Siempre las terapias son importantes. Y más cuando hay una adicción de por medio, en este caso la comida, que a mi criterio es la más difícil porque uno no puede evitar no verla o no usarla o no consumirla porque es comida y hay que comer. Tenerla en el plato, tenerla enfrente hace que sea muy complejo. Toda ayuda terapéutica o psiquiátrica, de acuerdo a la distancia por la que el cuerpo de uno este pasando, siempre va a ayudar y a contener”, dijo.
Y dejó en claro que el hecho de tener la posibilidad de darse un gusto de vez en cuando es fundamental para llegar a buen puerto. “Lo que si puedo recomendar o más bien compartirlo porque a mi me ha dado resultado, es que tengo un día en que me doy permiso para comer lo que tengo ganas”, confió. Y, para terminar su relato, aclaró: “Ese día que tengo hace que no me desbarajuste. Porque he visto gente que entra en una dieta, lo hace y lo hace, nunca se toma un respiro y eso termina haciendo efecto rebote y siendo contraproducente”,
SEGUIR LEYENDO: