“Regalo del cielo, mi amor eterno, mi dulce Rufina, tu nombre acuno, gracias a la vida, gracias a Dios que nos escuchó y nos dejó la gran tarea de cuidarte con amor”, reza el tema “Sueño hecho amor”, que en el 2019 Lucas Díaz escribió para su hija Rufina de dos años. Sabe que en algún momento lo podrá grabar y se lo dará como regalo. La música es uno de sus leitmotive y el miércoles por la noche el joven de 30 años no solo obtuvo el voto de los cien jurados de Canta Conmigo Ahora, en una noche especial donde había concursantes con 100 y 98, sino que los emocionó, a varios hasta las lágrimas.
Antes de ingresar al escenario a a interpretar “¿Y cómo es él?” de José Luis Perales, advirtió: “Para que los cien jurados se paren voy dejar todo, como en cada escenario y voy a dejar mi corazón, mi alma, mi vida, que es mi pasión, la música que tanto amo”. Y como el que avisa no traiciona, así fue. “Me enternece que sea militar, es un oficio militar, es una profesión respetable y dura y me hubiese gustado serlo, es una profesión de muy alta, como el maestro”, le dijo con lágrimas Cristian Castro en su devolución.
Los versos del tema de 1982 pasaban y los artistas en la tribuna se paraban, algunos cantaban, otros hasta lloraban. “En ese momento no me daba cuenta (que se paraban), trataba de concentrarme en la performance, la parte escénica, de mirarle la cara y justo veo a Melina De Piano mirando y me quedo para cantarle y ella interactuaba y detrás del escenario me dijo ‘pensé que me cantabas a mí’”, dijo a Teleshow y esa fue la clave para el jurado, comprar la historia. ¿A quien le cantaba? A su mujer Julia y a sus hijas Martina y Rufina, que lo esperaban admiradas a un costado del escenario.
Fue justamente su pareja quien lo anotó para concursar. “¡No, estás loca!”, había sido su primera respuesta cuando le dijo que se inscribiera, “no me tenía fe”, confesó. El 20 de julio estaba celebrando el Día del Amigo con una amiga en su casa y vieron la promo del casting: “Miramos en Youtube que se había hecho en en otras partes del mundo y me copó la idea, pero no quería saber nada. A la semana siguiente me contactaron. Me designaron un coach vocal, armamos un repertorio de siete u ocho canciones e hicimos todo por zoom”.
Lucas es de Salta, donde vivió hasta los 22 con sus ocho hermanos y sus padres. La música estaba desde ese momento presente: “Siempre había una guitarra en casa, después arranqué con el bombo en la iglesia, la mayoría en mi familia tocan la guitarra. Nos llevaban a la iglesia y uno tocaba el órgano, otro la guitarra, el bajo, me gustaba la percusión. Armamos un grupo, y a los quince mi viejo me regaló una batería, que toqué hasta los 18 cuando me incorporé al ejército”.
Él no imaginaba que en la milicia podría darle rienda suelta a su amor por la música. Fue su cuñado quien al terminar el colegio secundario su cuñado lo convenció para entrar. “Hice la carrera como soldado y cuando me dieron la opción, elegí formar parte de la banda, no lo dudé y ahí empezó la formación, la parte técnica de lectura musical”, contó sobre sus inicios en el Regimiento 28 de Tartagal.
A sus 22, lo destinaron a Concepción del Uruguay, al Batallón de Ingenieros Blindados 2, donde además de cumplir con sus labores, toca el trombón en la banda militar. Fue en Entre Ríos donde conoció a su mujer, Julia y en el 2018 se casó. Papá de Martina de 9 y Rufina de dos, fue a ellas a quien les dedicó la canción sobre el escenario.
Al terminar su performance, con cien puntos, luego de que conductor anunciara el corte, se fundió con ellas en un abrazo: “Lo pienso y me vuelvo a emocionar, es mucho esfuerzo, tantas horas de bancar de estar detrás mío. Pensaba, ‘tengo mi gente y no los defraudé, más allá del resultado’, hacerles vivir este momento, que el día que mañana digan ‘mirá qué loco’ y que sientan orgullo. Cuando terniné, lloramos y fue muy lindo todo”.
“Los nervios a la hora de cantar fueron tremendos, el día previo estaba tranquilo y seguro, pero ese día cuando se encendieron las luces... te ponés nervioso pero esta la contención de productores, de los coach, la atención que te dan para sentirte más importante y con confianza. Y cuando me paro delante de la escalera para subir al escenario el primero que me aparecía era Cristian (Castro) y decía ‘¿dónde estoy?’, es un sueño y a lo que vine. Trataba de que las luces y cámaras no me inhibieran y pudiera estar tranquilo y dejar todo”, contó y fue por eso que apenas terminó el tema no pudo más y descargó sus nervios. En ese momento sintió la contención de Marcelo Tinelli, que lo abrazó.
Es que en ese sentido, para la mayoría de su generación la presión es doble, ya que está frente al hombre con el que crecieron frente a la televisión: “En la pausa me quedo hablando con él, es un genio de la tele como maneja todo, me preguntó por mi vida y es muy loco estar con él, tantos años mirándolo de chico por la pantalla, en Salta poníamos VideoMatch cuando tenía 7 y se me hacía lejano estar ahí”.
Lucas no hace música de manera profesional fuera de su trabajo en el batallón. Solo compuso la canción para Rufi, como cariñosamente llama a su beba que nació en plena pandemia, lejos de sus abuelos que estaba en salta. “Cuando mi mamá pudo conocerla fue muy lindo, soñaba con ser papá, ella fue querida y planeada y quería que mi mamá me viera siendo padre y sintiera ese orgullo. Con la pandemia no se pudo pero cuando vino, fue fuerte”, recordó y se volvió a emocionar por la situación que le tocó vivir a miles de bebés que nacieron durante el confinamiento, solo con al abrigo de sus papás.
Siempre está ligado al canto: “Me gusta comer asado, juntarme con amigos, vamos siempre a un bar del padrino de mi hija y cada viernes guitarreamos, canto, capaz algún que otro músico que invitamos de la ciudad y con mis nenas hacemos karaokes”.
Sobre si sueña con lanzarse a la música o si prefiere que quede como un hobby puertas adentro, no lo tiene definido y espera que las cosas se vayan dando como se fueron dando, como anoche: “No rechazaría nada, no proyecto, pero si se abre una puerta lo pensaría. No arme mi banda, salieron proyectos para hacer cosas que se esfumaron, nunca se concreto nada, toco en la banda militar y hacemos shows con temas populares que me toca cantar”. Es que aunque no lanzó discos ni hizo una carrera solista, tiene la fortuna de poder vivir de lo que le gusta y ama: la música.
Lucas Díaz seguirá en carrera y tras haber obtenido el segundo puesto (en un desempate con el trío Woman to Woman ellas salieron primeras) deberá competir con Nicolás Reina, que obtuvo 98, para ver quién ocupa un lugar en la final. ¿Cuál fue su clave para sacar cien votos? “La interpretación. Estaba la vara muy alta, me tocó pasar último y antes de entrar pensé, ‘voy por los cien’”.
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