Alberto Cormillot se refirió sus dichos sobre la obesidad en el programa de Flor Peña e hizo un mea culpa al aceptar que puede que se haya explicado mal. “Si hay algo por lo que me caracterizo en la vida es por decir que no está bien discriminar, trabajo hace 60 años con el tema de la obesidad”, contó.
“Si tengo que explicar es que algo no se entendió”, comenzó el nutricionista en Intrusos y siguió: “Hace 60 años trabajo con la obesidad, yo creo que en la nota decía que lo mismo pasa con hombres. Lo que quiero decir es que las personas con sobrepeso son discriminadas: en la oficina, en la escuela, en la búsqueda laboral, en el club, el cine, en televisión, sistema de salud y en todos los lugares, que yo diga que eso pase no quiere decir que esté de acuerdo con que pase”.
Luego ejemplificó: “Si una persona tiene 150, 180 o 200 kilos te puedo decir para hacerme el simpático que tiene el mismo sexo que los que pesan 70, pero lamento comunicar que no es así, sería una careteada, no puedo bajar de describir la realidad que vivo todos los días”.
Reiteró que él solo cuenta lo que ocurre, y que no está a favor de la discriminación. “Una persona que va a una cirugía con 150 kilos tiene un estilo de vida, después de la cirugía vuelve a subir al colectivo, no le gritan en la calle, tiene otra vida y tiene problemas de pareja, entre otras cosas porque se arrela. Mejora el autoestima, mejora la actitud”, agregó.
El licenciado en nutrición se expresó en contra de que los dichos discriminatorios contra las personas obesas se naturalicen y siguió: “Me caracterizó en la vida decir por que eso no está bien, pero no está bien la diabetes, la hipertensión”. Entonces explicó: “Es una enfermedad y trae complicaciones, las personas con exceso de peso tienen más posibilidades de tener temas neurológicos, Alzheimer y más de 250 enfermedades, y yo lo lamento. Lo que hago es contar lo que pasa y el tema de la discriminación es así, no está bajando”.
Luego de que Flor de la V mencionara a Estados Unidos, él comparó: “Tenemos el 70 por ciento de gordos, personas con exceso de peso quiero decir, igual que allá, la diferencia es que allá tienen más sobrepeso y se nota más, y que no se guardan, no se sienten observados, acá la gente se siente observada”.
Por otro lado por su experiencia y por la cantidad de pacientes que lo consultan a diario, afirmó que en líneas generales en Argentina “la gente obsesa se aisla, se encierra, está deprimida, sufre discriminación de ajenos y propios” y dijo que en muchos casos, “la primera discriminación se da en familia, en amigos, en la cargada, en la persona que llega a un asado y le dice ‘no vasa comer chorizo, esto no es para vos’”.
De la misma forma, celebró que desde hace un tiempo a esta parte los medios y las personas cambiaron e hizo un mea culpa: “Esto que dije hace diez años no era nada, está bien que la gente haya protestado. Si alguien lo sintió así, yo me expliqué mal. Seria fácil decir ‘vos no entendiste’, si yo me dedico a comunicar, expliqué mal. Pero lo que trato es de traer el problema, que es que las personas con sobrepeso están invisibilizadas y no reciben atención”.
Invitado al ciclo de Florencia Peña, La P... Ama, se había referido a cómo cambiaba la vida de alguien que pasaba de pesar 150 kilos a 90: “Se modifica su relación con los demás, con su cuerpo. El ejemplo que doy es la gordita de la oficina, que con 120 le ponen la mano encima como compañeros y baja 30 kilos y le ponen la mano encima con otra intención, puede parecer discriminatorio pero es así”.
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