El martes Mónica Gonzaga visitó Intrusos (América) y durante la charla abordaron todos los temas. Después de que la exmodelo recordara el romance que mantuvo con Julio Iglesias, la panelista Marcela Tauro hizo una confesión personal sobre rituales para atraer la abundancia material. Entre risas, dejó atónita a Florencia de la V y a sus compañeros, quienes quedaron atónitos al descubrir que lo había puesto en práctica algunos años atrás.
“¿Julio no era buen amante?”, quiso saber la conductora, y esa consulta a Mónica fue el puntapié del desopilante diálogo. “Sí, pero más que buen amante era un tipo completo; él fue el que me hizo estudiar inglés, me decía que tenía que saber idiomas y quería que me instruyera”, aseguró Gonzaga. “¿Y tenía las nalgas blancas?”, preguntó en tono de humorada por el característico bronceado del artista español. “No, porque tomaba sol desnudo, siempre”, reveló.
Así fue como surgió la charla sobre los curiosos métodos que cada uno estuvo dispuesto a poner a prueba en algún momento, y Tauro recordó el detalle que le comentó Santiago Del Moro -su compañero en el ciclo radial El Club del Moro (La 100)- hace un tiempo. “Me dijo que la luna llena te trae dinero, pero había que ir a mostrar la cola a la luna”. Luego la periodista contó que decidió hacer la prueba y relató: “Yo vivo cerca de los lagos de Palermo y una noche les pedí que me acompañen a mi novio y a mi hijo; y mi hijo me dijo: ‘Apurate mamá que viene gente’”.
Atónita por la anécdota, la conductora soltó una carcajada y reconoció: “¡No puedo creer que lo hiciste, Tauro!”. Fiel a su estilo, Flor lanzó un comentario en tono de humorada: “En los lagos de Palermo no te podés bajar la bombacha porque te ensartan”. Tras una carcajada general, la panelista explicó que fue una vez sola en plena madrugada y no volvió a aplicar el método. “A mí no me daba la luna en el balcón, sino lo hacés en el patio de tu casa”, justificó divertida.
En otro momento la charla cambió rotundamente hacia un tema serio, y Gonzaga habló sobre la causa judicial que enfrentó en Uruguay a raíz de una fiesta clandestina que organizó su hijo Adriano en el vecino país, donde la exmodelo tiene residencia. “Fue hermosa la pandemia hasta que un día yo me voy a mirar la serie Detrás de sus ojos y dejo en el quincho a ocho, nueve chicos: dos familiares, Alex y Lucas Sessa, otro, el hijo del dueño de una inmobiliaria muy importante de Buenos Aires, que no era muy amigo de mi hijo, más bien de los sobrinos”, dijo como para empezar a hacer memoria sobre aquel episodio.
“Todo estuvo bien hasta que a los chicos se les ocurrió mandarle la ubicación a dos colegios para que fueran chicas. Eran ocho boludones solos, no iban a festejar el cumpleaños entre ellos solos. Yo los entiendo, pero se viralizó”, se lamentó Mónica, quien aclaró que las 500 personas no estaban en su casa sino en la rambla. “Todo lo que está delante de mi casa, es rambla. No es mi casa. Yo no puedo meter 500 personas en mi casa. Ni Susana Giménez puede meter 500 personas en su casa”, puntualizó sobre esa cuestión.
“No podía creer lo que estaba pasando. Y cuando llega la policía, rajan todos por todas las casas de los vecinos. Los que estaban en casa se esconden en el cuarto de Adriano”, agregó Mónica para ilustrar cuál fue la reacción de los jóvenes al momento en que llegaron las autoridades. “Adriano dio la cara y firmó cualquier cosa porque tenía cagazo; y pasó que ya archivaron la causa y lo que hay es una multa. No nos dejaron declarar”, dijo Gonzaga y contó que aún no la pagaron.
“Son 30 mil dólares y va in crescendo”, describió sobre la deuda que mantienen con el poder judicial uruguayo. “Estamos hablando con mi abogado, porque la cosa no es como se pintó”, y admitió estar afectada por este inconveniente. “Es un grave problema que tengo, que me quita el sueño, pero espero que los uruguayos entiendan y que podamos hablar cara a cara y que la cosa se arregle”, cerró.
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