Luego de su conflictiva separación, Paulo Londra y su ex pareja y madre de sus hijas Isabella y Francesca, Rocío Moreno, llegaron a un acuerdo por “compensación económica”, en el que además él se compromete a suministrarle a sus hijas todo lo que necesiten para tener una buena calidad de vida, lo que incluye entre otras cosas, una casa donde vivir.
En los últimos días, la joven cordobesa que vivía hasta ahora en al casa que compartía con el trapero y que quedaba en el mismo terreno que la de sus suegros, se mudó a la casa que el artista puso a su nombre y compartió imágenes de su nueva morada.
El video, en el que se ve la gran casa con jardín y cómo ella y sus amigos acomodan los muebles y disponen todo, estuvo acompañado por una reflexión: “Gracias a mi familia que me acompañó y me supo guiar. Gracias mami por ponerte el caso al hombro y luchar junto a mí por el bien de mis nenas. Gracias a mis amigos por levantarme cada vez que me encontraron agotada y muy triste”.
Además, hizo una mención especial a sus abogadas Ana Rosenfeld y la cordobesa Luciana Ulla, quienes siguieron su casa hasta poder arribar a un acuerdo con el músico. “Más que feliz y agradecida de que las nenas tengan su especio para crecer, un hogar. Nueva etapa donde vamos a hacer de esta casa nuestro verdadero hogar las tres unidas como siempre”.
Una de las primeras en comentar el posteo fue Marina, mamá de Rocío: “Gracias a vos por demostrar siempre integridad y lucha leal, fortaleza y honestidad entre otros tantos valores que como persona y madre los llevas a flor de piel. Feliz de verlas hoy en su verdadero hogar constituido con amor, verdad y respeto ante todo. El legado que le dejas a tus hijas es lo más valioso. Orgullosa de vos siempre, te amamos”.
La ex pareja llegó a un acuerdo casi un año después de haberse separado. Se trató según explicó la abogada de Rocío en Córdoba, se trató de un “mega acuerdo” que le garantiza a ella y a sus hijas todo lo necesario para vivir, acorde a las ganancias del músico, además de la “compensación económica”, que en un principio ella había reclamado por la vía judicial.
Entre los puntos del mismo están la mencionada compensación, ya que ella estudiaba Ciencias Veterinarias en las afueras de Córdoba Capital cuando él le propuso volver para mudarse juntos, cuota alimentaria y “todo lo que las nenas necesiten”, obra social, casa, para que Rocío y sus hijas vivan en un hogar nuevo, no en el inmueble que está al lado de sus ex suegros y que Londra había comprado cuando comenzaron a convivir y régimen Comunicacional, aunque Londra siempre tuvo las puertas abiertas para ver a sus hijas cuando él quisiera.
Rocío y Paulo comenzaron su relación en el 2015 cuando estaban terminando la secundaria. Por aquella época él soñaba con ser cantante y ya iba a las batallas en las plazas hasta que en el 2017 él comenzó a hacerse famoso y a realizar sus primeros shows. El año siguiente los encontró muy bien en cuanto a lo profesional, pero lejos el uno del otro. Ella comenzó a estudiar veterinaria en una ciudad en las afueras de Córdoba Capital donde se instaló por lo que se veían muy poco tiempo: de lunes a viernes Rocío cursaba y los fines de semana él trabajaba.
Decidido a querer estar juntos en el 2019 él compró una casa (un amplio terreno con dos inmuebles, uno para él y otro para sus padres) y le propuso, a pesar de su corta edad, irse a vivir juntos. Enamorada y convencida de querer acompañarlo en su carrera como cantante, ella tuvo que elegir, y apostó al amor: dejó la facultad y empezó la convivencia. Su amor se coronó un año después con la llegada de Isabella en julio y al año siguiente ella quedó embarazada de Francesca. Fue en ese momento él comenzó a salir y a ausentarse de la casa, hasta que se separaron sin haber tenido ni siquiera una charla formal.
En enero ella dio una extensa entrevista a Teleshow y dijo que no podía explicar qué le pasó al músico: “No creo que sea susto, tiene que ver las influencias, el entorno y él que no tiene madurez para saber dónde está y lo que debe hacer”. Lo que sí sabía era que ya no había “nosotros”. “No elijo vivir así, ni para mí, ni para mis hijas. Hoy tengo unas sensaciones de enojo y angustia... Soy una explosión de sentimientos. Nos une una relación de por vida, pero como papás”, cerró en ese momento.
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