“¿Contra qué selección del mundo erró un penal Diego Maradona en el Mundial de Italia ‘90? A: Camerún, B: Yugoslavia, C: Italia D: Rumania”, preguntó Martín Liberman en Los 8 escalones del millón. Mientras que Jorge eligió la opción C, Horacio fue por la B, que era la correcta y se hizo acreedor del millón de pesos.
Apenas le acercaron el cheque y sonó la música que lo consagraba, se emocionó y al repasar qué haría con el premio, sorprendió a su familia, ya que el motivo no se lo había contado ni a los más íntimos. “Y lo que pasa es que yo el auto lo quería arreglar, aparte del techo de mi casa, porque mis viejos viven en Necochea y ya están grandes, entonces me costaba mucho poder ir a visitarlos”, contó casi entre lágrimas el carpintero que también hace las veces de musicalizador en una emisora de Necochea.
Por la distancia, no le resulta fácil ver a los suyos: “Con esto puedo arreglar el auto e ir a verlos, a mi mamá Isabella y a mi papá Ramón, que seguro me están viendo allá en Necochea, y no saben que estoy acá, tampoco”. “Ah, ¿No saben?”, quiso saber Guido Kaczka y agregó: “¡Uh! ¡La alegría que van a tener!”.
Entonces el carpintero dijo que podría imaginar cómo estarían sus papás: “Me emociono por eso, porque si Dios quiere se puede arreglar el auto y los puedo ir a visitar allá a mis padres”. Ante la pregunta de fuego, tal vez hasta más crucial que las del jurado, respecto a si quería regresar, dijo muy seguro que sí: “Volvemos, volvemos”. El lunes por la noche estuvo nuevamente en la competencia y aunque quedó en los escalones del medio, realizó en su paso una muy buena performance.
El jurado, ayer por la tarde integrado por Liberman quien hizo la última pregunta, Carmen Barbieri, Nicole Neumann, Santiago Do Rego y Evelyn Von Brocke, que fue invitada especial de esa emisión, aplaudió emocionado al gran ganador de la tarde.
En el estudio siempre se mueve mucha energía y más de una vez participantes, jurados y hasta el conductor se emocionan y lagrimean al compartir historias. Hace un mes, Guido acompañó y se identificó por ejemplo con una mujer que recordó a su papá. “No lo puedo creer. Gracias a todos”, dijo feliz Anabella al ganar el millón en la emisión del 6 de julio y se emocionó: “Hoy seria el cumpleaños de mi papá, que falleció, es una señal”. Luego rompió en llanto y no pudo seguir hablando. Sin dudarlo, el anfitrión del ciclo de El Trece fue hacia ella. “Ay Anabella Anabella”, dijo Kaczka, se acercó y poniendo el micrófono a un lado la abrazó. El papá de él, que murió hace casi veinte años hubiera cumplido años también por esos días, el 1 de julio exactamente.
“Es creer o no”, dijo ella, sintiendo la señal de su padre cuyo nombre era Leonardo Israel, “para que no queden dudas que era judío”, dijo y Guido quiso saber, con la voz un tanto quebrada: “Leonardo, ¿era un buen papá?”. “Sí, excelente”, afirmó ella y cuando el conductor preguntó si ella era buena hija bromeó: “Sí, yo era la preferida, queda entre nosotros esto”. Luego recordó que cuando era chica su padre siempre la llevaba a la cancha a ver a Argentinos Juniors y en ese punto nuevamente él no pudo evitar identificarse: “¿Era de Argentinos? Como mi papá. Ay no lo puedo creer”, cerró con un abrazo en ese momento.
SEGUIR LEYENDO: