Después de disfrutar de dos semanas en España, Pampita Ardohain se reencontró con Roberto García Moritán en Buenos Aires, y retomó sus compromisos laborales. La hija del matrimonio, la pequeña Ana, cumplió un año el pasado 22 de julio, mientras estaba en Ibiza con su mamá y sus tres hermanos. Sin embargo, el empresario y diputado no había podido estar presente en la celebración que organizaron en un lujoso hotel de la paradisíaca isla, y por eso este fin de semana volvieron a celebrar con una fiesta en la casa de Nordelta, rodeados de amigos y familiares.
En la misma propiedad donde se reunieron luego del bautismo de la bebé en diciembre último, la pareja convocó a sus seres queridos para disfrutar de una divertida tarde, llena de actividades para los más chicos. La larga mesa ubicada frente al lago fue el lugar elegido para almorzar, con una decoración de flores de punta a punta bajo una arboleda natural. Entre los invitados dijeron presente Gabriel Oliveri, Barbie Simons, Barby Franco, Puli Demaria y Julieta Novarro, quienes mostraron en sus respectivas cuentas de Instagram algunos momentos del cumpleaños.
La temática giró en torno al payaso Plim Plim, junto a otros seis animadores que interpretaron a los amigos del personaje con sus respectivos trajes. La torta de dos pisos fue inspirada en el mismo concepto, al igual que los souvenirs y los colores que eligieron para el sector infantil. Tampoco faltaron los juegos, el trencito, las rondas, y las sonrisas de la carismática Ana. Sobre el final le cantaron el feliz cumpleaños, y su padre se acercó para encender la velita mientras la conductora la sostenía en brazos.
Por estos días Roberto y Carolina transmiten la emoción a flor de piel, por el recorrido que vivieron juntos desde el flechazo que los sorprendió, la excepcional propuesta de casamiento, y luego la llegada de su hija. “Nos recomendaron caminar. ¿Será hoy?”, escribía Moritán en sus redes sociales junto con un video de Pampita “paseando” por la calle, en plena cuenta regresiva un año atrás. Unas horas más tarde, le daban la bienvenida a la nueva integrante de la familia ensamblada.
El nombre de la beba, el cual estaba consensuado previamente, se dio a conocer el mismo día que llegó al mundo. “Ana” quiere decir: “benéfica, compasiva, llena de gracia”, pero además para la conductora de El Hotel de los Famosos es especial por otro motivo, que ella misma contó en varias entrevistas: “Yo me llamo Ana y mi papá me dijo así siempre. Él eligió ese nombre y me llamó así. Mi papá se fue cuando yo era muy chiquita y no me llamaron más así, me empezaron a decir Carolina. Siempre sentí que había desaparecido esa parte de mí”.
Lo cierto es que madre e hija se volvieron inseparables. Gracias las comodidades que su trabajo le brinda, la modelo no la lleva a la guardería ni la deja en su casa al cuidado de algún familiar o de una niñera durante las extensas jornadas de grabación, sino que la lleva con ella. El año pasado en los estudios de LaFlia le habían dado un camarín especial, amplio y con todo lo necesario para que mientras ella grabara Anita pudiera jugar y descansar con alguien de confianza. Por esos días a solía cuidarla Luciana, su madrina, y otras veces se quedó con su papá.
Los últimos meses, una de las condiciones para ser la cara de la primera temporada del reality de El Trece, fue que pudiera ir con su hija y que la pequeña tuviera su lugar. La producción destinó una de las cabañas del predio de Cañuelas, similar a la del staff, para ellas, y además contó con la ayuda de Brisa, su sobrina, que llegó desde La Pampa para trabajar como niñera de la menor de sus primas.
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