Pasó otra noche de anécdotas, diversión y emoción en PH, Podemos hablar, el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff en Telefe. En el punto de encuentro se dieron cita cinco personalidades bien diversas, dispuestas a compartir sus semejanzas y dialogar sobre sus diferencias. Y amenizar la pantalla en una cita habitual de cada sábado por la noche.
El doctor Alberto Cormillot, el músico Joaquín Levinton, la periodista Lola Cordero, el actor Gustavo Conti y la influencer Charlotte Caniggia fueron los convocados en esta oportunidad. Una de las consignas de Kusnetzoff fue que pasaran al frente quienes quisieran compartir alguna anécdota de sus conflictos con la ley. Levinton tardó en ajustar los recuerdos de su memoria, hasta que finalmente dio en el punto. Según su relato, el hecho ocurrió en la provincia de Chaco, con una noche amarga en la comisaría que se saldó mucho tiempo después.
El músico había viajado a la provincia norteña para dar un concierto con su banda Turf. Pero la cosa no salió según lo planeado y al bajar del escenario comenzaron los problemas. “Después de tocar, nos invitan a un asado unas personas que no sabíamos quienes eran, nos meten droga y cuando salimos, me subo a un remis que no arranca”, planteó el cantante, dando cuenta de lo dramático de la situación.
Fueron pocos segundos de incertidumbre hasta que entendió lo que pasaba cuando la policía cerró las calles y se dio cuenta que en lugar de un remis estaba en un patrullero de civil. Los oficiales requisaron a los músicos y encontraron las sustancias que Levinton contó que les habían plantado. “Chaco en ese momento era muy raro, la policía no tenía ningún tipo de identificación”, recordó para darle más condimento a la historia.
En ese panorama, se dirigió al jefe del operativo, según sus palabras no con ánimos de confrontar, sino de consensuar, aunque lo hizo de una manera particular: “Haga lo que tenga que hacer, y terminemos con esta farsa. Porque yo tengo cierto poder, y puedo hacer una canción que lo nombre a usted y la escuche todo el país”, planteó el músico, sin obtener respuesta. En cambio, supo que en simultáneo la policía revisó las habitaciones de los músicos en el hotel, aunque en ese caso no encontraron nada ilegal. Al día siguiente, todos hablaban de ellos: “Pasamos la noche en la comisaria, salimos en la tapa de los diarios como si fuéramos Guns N’ Roses”, graficó el ex Masterchef Celebrity. Finalmente, los músicos recuperaron la libertad y regresaron a sus casas.
Pasó el tiempo y volvieron a llamarlo de la Municipalidad para contratar sus servicios. Y su respuesta fue categórica. “No voy ni en pedo, cada vez que voy me meten preso”, alegó. Pero del otro lado le hicieron una propuesta a la que no pudo resistirse: le daban la inmunidad policial por escrito y le ponían un policía a su cargo: “Es el día más feliz de mi vida”, lanzó el autor de “Pasos al costado”, casi arrodillándose al recordar la situación. “Hicimos abuso de la inmunidad policial”, admitió. Pero lo que más disfrutó fue la noche del concierto, cuando recordó su incidente en la comisaría, sacó el documento de inmunidad policial y escuchó la ovación de la gente. “Lo leí antes de tocar era Jim Morrison”, cerró.
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