“¿A qué te dedicás, Marcelo?”, quiso saber Guido Kaczka al frente de Los 8 Escalones Kids. “Soy cantante lírico”, le dijo el hombre que había acompañado a su hija, Valentina a participar por un viaje a Disney. “Ohhh”, reaccionó el animador. “Pero, ¿cantás ‘O Sole Mío’?”, lo desafió, en referencia a la famosa canción que Luciano Pavarotti popularizó por todo el mundo. Ante la respuesta afirmativa del participante, Guido volvió a desafiarlo: “A ver”. Y Marcelo cantó, y ante la evidencia, el jurado terminó aplaudiendo de pie su interpretación. “Ohhh... ¡pero qué me contás! ¡Muy bien lo hacés!”, atinó a decir el conductor impactado, sin encontrar las palabras para describir lo que acababa de suceder en el estudio.
Si bien, padre e hija no llegaron a la final ni se ganaron el viaje a Disney, todos quedaron maravillados con ese artista que acababan de escuchar e incluso le pidieron que cante algunos temas más a lo largo de la emisión. Pero lo cierto, es que no se trataba de un improvisado. Marcelo Gómez tiene 41 años y vive en Bernal. Y además de ser el padre de Valentina, tiene una extensa trayectoria en el ambiente musical. En el 2015 ingresó al coro estable del Teatro Colón en donde se luce hasta la actualidad, compartió escenario con Norma Aleandro, recorrió el país y el mundo con su voz, y hasta le cantó el feliz cumpleaños a Mirtha Legrand en un festejo privado.
Siempre fue un apasionado por la música, aunque en su familia no se registran lazos con el ambiente artístico. Su madre Ana María es peluquera y atiende en su casa; su padre Valentín era plomero -falleció en 2001- y todo comenzó, sin planearlo, en el club de su barrio. “Fue una tarde en el Club Bernal, escuché un coro y me apasioné. Llegué a mi casa y dije que quería cantar. Tenía 13 años y por suerte me apoyaron. Estudié en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón la carrera de Canto Lírico y mis primeras oportunidades fueron en la comedia musical. A los 18 años, mientras terminaba la secundaria, me comencé a presentar a las audiciones”, cuenta en diálogo con Teleshow.
La lista de obras en las que participó es extensa: Frankenstein, el musical de un alma perdida; Sweeney Todd con Julio Chávez y Karina K; Master Class con Norma Aleandro; entre otras. En paralelo, comenzó su carrera solista como cantante lírico, participó en Juventus Lyrica, una compañía de Ópera de Buenos Aires y protagonizó sus primeras obras. “La muerte de mi papá fue como un ladrillazo, estaba estudiando y tuve que pausar todo para ayudar económicamente a mi familia. Ahí comencé a trabajar de otras cosas, atendí al público en una ferretería, en una casa de los antiguos Todo por 2 pesos, en un local de artículos de limpieza y también fui plomero e instalé aires acondicionados”, recuerda sobre aquellos años.
Pese a las adversidades, nunca se desvió de su sueño y recorrió todos los escenarios del país. En 2004 creó el dúo M&M Tenores junto al reconocido Martín O’Connor -quien actualmente integra Les Luthiers, en reemplazo de Daniel Rabinovich-. “Fue un desafío enorme, salíamos los jueves con mi Peugeot 504 y volvíamos los lunes a la mañana. No nos quedó lugar por visitar, compartimos mucho de trabajo y de la vida. Es como mi hermano, es un orgullo que hoy esté en el lugar que está, me crié escuchando Les Luthiers”, asegura quien ahora está en pareja con Carolina Gómez. Con ella montó su nuevo espectáculo, con el que también realiza giras y eventos privados. “Caro es soprano, nos conocimos trabajando, fuimos amigos muchos años y luego esa amistad se convirtió en otra cosa”, cuenta sobre su compañera.
La pequeña Valentina, hija de un matrimonio anterior, también parece seguir sus pasos. “Desde que estaba en la panza de la madre me escucha, yo le cantaba mucho. Ya desde chiquita, me la llevaba al teatro, Norma Aleandro la cuidaba en el camarín. Todo fue muy natural para ella, tiene un oído increíble, una afinación superlativa, actúa bien. Los hijos van mejorando lo que uno hizo. Ya dice que cuando sea grande quiere ser cantante y actriz”, cuenta sobre su hija de 13 años.
Un detalle de color en su carrera es cuando Marcela Tinayre lo llamó, por recomendación de una amiga, para que vaya a cantar al cumpleaños de Mirtha Legrand. “Fue en la casa de Marcela, el año pasado. Eran 18 personas y fue una experiencia muy linda”, asegura. Una sorpresa similar fue cuando hace unos meses lo llamaron de la AFA para que canten con su pareja el himno en el microestadio del Parque Roca, en un campeonato de futsal que la selección local -tanto masculino como femenino- jugó contra Chile.
Ahora, a sus obligaciones laborales diarias, le sumó un nuevo proyecto que lo tiene muy entusiasmado y para el que busca apoyo económico: “Empezamos hace muy poquito pero queremos llevar la música lírica a los colegios primarios y jardines de infantes absolutamente gratis, por eso buscamos sponsors para poder sostenerlo. Vamos acompañados de compañeros del Teatro Colón y aparecemos en los recreos, sin que los chicos sepan nada, y cantamos para mostrarles esta música que no escuchan en ningún lado, porque no se suele difundir. Como me pasó a mí, que escuché un coro en el club y ahora es mi pasión, queremos mostrarles que esto es la Ópera, que se canta así y que somos personas normales”.
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