En LAM (América) surgió una conversación en torno a Luis Miguel y rápidamente Nazarena Vélez contó que conoció al célebre cantante mexicano y mantuvo un encuentro íntimo en la noche de Buenos Aires.
Ocurrió a mediados de los años 90, época en la que eran muy habituales y frecuentes las visitas de El Sol de México, quien agotaba las localidades del estadio argentino en que le tocaría presentarse. “Yo también estuve con él... Y me chapó”, confesó Nazarena súbitamente. “Me dio un beso acá, en la parte de abajo”, dijo y se señaló el labio inferior. Y agregó otro detalle picante: “Yo tenía 22 años, estaba saliendo con (Hernán) Caire”, dijo.
La velada tuvo lugar en el hotel Sheraton y Naza llegó a través de una productora amiga que “le llevó como diez chicas” a Luismi. “¿Fuiste tipo gato al Sheraton?”, le preguntó Ángel de Brito. Y Vélez dijo sin rodeos: “Sí, sí, fui como gato”.
“Iban como diez chicas que lo querían conocer. Entonces le dije a mi amiga: ‘Lo quiero conocer’. No me invitaron, yo me invité. ‘Llevame, yo quiero ir’, le dije a mi amiga. Yo era fanática y tenía la oportundiad de ir al hotel, lo amaba”, agregó la mamá de Barbie Vélez.
“Yo re fui a su habitación y sabía que estaba quedando como un gato, lo sabía. Pero no me interesaba, porque lo quería conocer”, remarcó Nazarena. También dijo que de las otras diez chicas que estaban allí, “ninguna era conocida, pero eran todas bombas. Yo estaba con un enterito de jean y todas estaban espectaculares”, recordó.
“¿Como es la situación de estar ahí?”, quiso saber el conductor. “Te invita a comer a la habitación. Él tomó champagne y comía almendras. Fue súper respetuoso y caballero. Estábamos como en un living, todos tomando un trago como si fuera una reunión. Él de repente te decía: ‘¿Cómo te llamás? ¿Cómo te va?’, y hablaba con cada una de nosotros”, graficó.
Luego, Naza contó que logró quedarse a solas con el cantante. “Yo le dije que soy conductora y tenía una foto de Barbie, acá, una cadenita con Barbie. ‘¿Y ella?’, me preguntó. ‘Es mi hija’, le dije. Y empezó a hablar conmigo, a tener buena onda. ‘¿Vos tenés novio?’. ‘Sí, tengo novio’, le dije. Las chicas se me empezaron a reír. La pasé mal, no fue muy agradable, porque las chicas estaban como compitiendo. Y lo último que yo quería era garchar con él. Yo lo quería conocer, no me interesaba eso”, siguió contando.
“¿Y qué te dijo él cuando se dio cuenta de que no íban a hacerlo?”, le preguntó Fernanda Iglesias. “Nada, igual se quiso quedar conmigo hablando, fue muy caballero”, volvió a decir Naza. “El beso entre nosotros se dio cuando me estaba por ir. ‘¿No te querés quedar a dormir conmigo?’, me preguntó. Y yo no me quedé porque era una imbécil”, fue como Vélez cerró aquella noche.
“Es más, le dije: ‘Me voy y vivo en Quilmes’. Y me puso el chofer. Antes de irme, me dio un beso en la boca. yo me fui y me arrepentí tanto...”, remarcó. “¿Besa bien?”, quiso saber de Brito. “Hermoso. fue un chuponcito”, dijo Naza riéndose y como recordando aquel beso. “¿Cómo huele?”, insistió el conductor. “Riquísimo, súper perfumado, todo vestido de negro”, cerró.
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