Y al tercer día, la polémica llegó a Canta Conmigo Ahora. Todo se venía desarrollando por los carriles normales en el nuevo programa de Marcelo Tinelli en El Trece hasta que este miércoles se vivieron los primeros chispazos en el jurado. Era de esperar que existiera algún cortocircuito, entre cien artistas de diferentes corrientes y maneras de percibir la música. Sin embargo, las rispideces llegaron en un terreno inesperado.
El responsable de disparar la tensión fue Ignacio Luna, un joven de 23 años oriundo de la ciudad de Córdoba, músico desde que era pequeño y estudiante de programación. “Me dedico a sentir las canciones y compartir. Me encanta jugar, saltar y convertirme en lo que sea en el escenario”, adelantó en el backstage.
A la hora de la verdad, Igna, tal su nombre artístico, revalidó sus palabras y con mucha actitud recorrió de punta a punta el escenario con una oscilante versión de “Beggin’”. De a poco, los jurados se fueron levantando de sus asientos y se dejaron llevar por el baile, dejándole al participante un fondo con una mayoría de luces amarillas y una posición expectante de cara a ocupar un lugar en el podio.
Sin embargo, alguien no apretó el botón ni se paró de su asiento, siguiendo el mismo comportamiento de cada una de las interpretaciones previas. Se trata del cantante y actor Alejandro Paker que desarrolló un perfil de jurado ultra exigente y así se mantuvo durante todo el miércoles. Ignacio no fue la excepción, y aunque le rescató algunas condiciones, no fue suficiente para darle su voto.
“Creo que moverse tanto lo dispersó un poquito. Pero me encantó lo que trajiste, me encantó tu mecánica...”, desarrolló el reconocido actor de comedias musicales, mientras empezó a escuchar el murmullo de sus colegas cuestionando su extrema severidad. Sin embargo, siguió con su devolución“. Pensé que tenías la letra en el piso”, ironizó, cuestionando la mirada del participante hacia abajo. “Son esos ajustes que me distraen”, añadió.
En medio de los abucheos, desde la tribuna más alta se escuchó un grito. “Sáquenle el botón”. El pedido correspondía a Raúl Sencillez, de Los Caligaris, que salió en defensa de su coterráneo y llevó la discusión al terreno geográfico. “Él es rosarino. Cuando venga un rosarino lo vamos a votar. El cordobés la rompió”, señaló el percusionista y cantante. Su compañero de banca y de banda, Juan Taleb, fue más directo: “Yo pondría en venta ese botón, lo tiene al pedo”, sugirió. “Lo que pasa es que él es el botón”, se sumó Raúl.
Por si fuera poco, desde la fila de abajo Magui Olave sumó su voto a la causa. “Lo re defiendo, porque estaba re nervioso y después pegó un vozarrón que se soltó”, argumentó la cantante, prima del Potro Rodrigo. “Parece una cosa de Córdoba contra Rosario”, deslizó Marcelo Tinelli, que a esa altura se ubicaba en el medio de la pelea. “No somos como una secta en Córdoba, pero nos re bancamos siempre”, respondió Magui, dándole la razón. “Somos una plaga, lo estamos logrando, pero bien el maestro, gran performance”, cerró Taleb.
Más allá de las discusiones, Ignacio sumó 75 puntos que le permitieron momentáneamente ocupar el tercer lugar en el podio. Hasta que llegó Luciano Sagua, un sanjuanino que aseguró tener mitad de su corazón en Río Cuarto. “Para mí, medio sanatero Cuando vio que había muchos cordobeses..., desconfió Tinelli con ironía. De cualquier manera, el participante logró desplazarlo gracias a los 81 puntos que obtuvo versionando “Penumbras”, el clásico de Sandro. Como era de esperar, los dos Caligaris y Magui le otorgaron su voto, mientras que Paker, una vez más, permaneció sentado. ¿Cómo continuará esta historia?
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