En el verano europeo, Nora Colosimo se sumó a las vacaciones de sus dos hijas, Wanda y Zaira Nara, en Ibiza, España. También viajaron en esta escapada sus cuatro nietas: Isabella y Francesca Icardi, así como también Malaika y Viggo Von Plessen.
En su cuenta oficial de Instagram, la señora compartió con sus casi 200 mil seguidores varias imágenes de los paseos que realizó por diversas ciudades del Viejo Continente. “Un lugar del que nunca nos queremos ir”, escribió en la red social al publicar postales con bellos paisajes. Incluso, aprovechó para navegar en barco.
Luego de disfrutar esta escapada, Nora regresó a París, Francia, donde viven Wanda y Mauro Icardi con sus hijos. Seguramente, se encargará de reunirse con el resto de sus nietos, a quienes cuida cada vez que sus hijas deben trabajar o realizar algún viaje.
Recientemente, las hermanas dieron qué hablar con sus publicaciones en la paradisíaca isla española, y compartieron el minuto a minuto de su estadía. Además de disfrutar de las playas, aprovecharon para realizar salidas nocturnas, como ir a un recital de Ozuna. Durante el show, Wanda subió varias stories en las que se la veía feliz, luciendo un top y con el cabellos sin extensiones, mientras coreaba los temas del cantante oriundo de Puerto Rico.
Sin embargo, en un momento la situación pareció descontrolarse. Es que un muchacho llamado Eddie Rodríguez, que no quedó claro si llegó con el grupo o se sumó allí, se acercó a la empresaria y le dio un beso en los senos. Como si esto fuera poco, después el joven en cuestión intentó convidarle a Wanda un sorbo del trago que estaba tomando, y ella se resistió mientras su hermana le gritaba: “¡No lo tomes!”. Lo cierto es que, al ver que la empresaria seguía grabando el momento, Zaira le advirtió: “¡Borralo, borralo!”. Pero ella no le hizo caso y siguió bailando mientras fumaba un cigarrillo electrónico.
Por otra parte, la esposa de Icardi fue noticia cuando trascendieron imágenes exclusivas de la mediática luciendo una bikini azul con estrellas y detalles verdes. Completó el outfit con un gorrito y unos anteojos oscuros para protegerse del sol. En esas postales, se la pudo ver sin ningún tipo de filtro y, tal como suele suceder en estos casos, las redes reaccionaron: muchos de sus fans destacaron su belleza, pero también hubo haters que la criticaron.
Siempre atenta a lo que se comenta de ella, la empresaria no dejó pasar esos comentarios negativos y, fiel a su estilo, compartió una contundente reflexión. “Chicas, si yo estando así tengo tanto éxito, les recomiendo que empiecen a darle a las pizzas sin culpa”, señaló. Luego, continuó: “Obviamente nadie sube una foto donde se ve mal. Cuando me enfermé de COVID, no subía fotos arruinada en la cama. Todos (los que tenemos la posibilidad) ponemos la foto comiendo sushi o un balcón con buena vista. Me la paso comiendo polenta, arroz y fideos con manteca, pero no son muy instagrameables, como también mis hijas lloran y tampoco las subo así. Espero que estén de buen humor para hacerles una foto...en fin, el retoque puede beneficiar o perjudicar”.
“Les puedo asegurar que amo a cada centímetro de mi cuerpo ¡Sí! Tengo celulitis, como todas tenemos. También acné. Y en verano raíces porque descanso de la tintura”, siguió. Y concluyó: “En fin...¡soy real! Y elijo mi mejor perfil para subir a mis redes”.
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