Hace un año Coki Ramírez contó que iba a instalarse en Miami por un tiempo, y manifestó la sensación de angustia por dejar su querida Córdoba. La cantante fue en busca de cumplir el sueño de grabar un disco en la ciudad norteamericana, y mantuvo un bajo perfil durante su estadía. Actualmente se encuentra en su provincia natal, y desde allí sorprendió a su más de 236.000 seguidores de Instagram con una romántica foto junto a un misterioso joven.
Sin texto ni emojis, lo cierto es que la imagen habló por si sola: una postal abrazados frente al espejo, cómplices y a pura sonrisa. Entre sus seguidores se encuentra el muchacho en cuestión, Juanchi Bergel, quien replicó la misma storie a los pocos minutos. En su perfil revela que es santafecino nacido en el departamento de Vera, y un apasionado por el deporte. Tal como muestra en su cuenta, dedicó su carrera al básquet y estuvo en distintos clubes locales hasta que llegó la oportunidad en el ámbito internacional.
Pasó por Estudiantes de Concordia, Sionista de Paraná, Ciclista de Junín, Unión de Santa Fe, UNCAus de Chaco, Central Entrerriano, Belgrano de San Nicolás y luego de acumular experiencia fue contratado por el club Maccabi Haifa de Israel, en el que juega actualmente. Al parecer la pareja se encuentra en la ciudad de Villa Allende, donde la artista está brindando algunos conciertos y desde principios de junio se reencontró con el público de su localidad natal.
Ambos de bajo perfil, recibieron las felicitaciones por este feliz presente sentimental, que decidieron compartir con sus seguidores. Cabe recordar que Ramírez había hablado con Juan Etchegoyen por Mitre Live el año pasado, y allí se explayó sobre la oportunidad laboral que recibió para trabajar en el exterior. “Es agotador lucharla en la Argentina; es todo el tiempo vivir de ese sueño y hay días que bajas los brazos”.
“Hasta siento que esta puerta que se me está abriendo es por toda la preparación que tuve, me siento un toro a punto de salir porque allá te tenés que subir al escenario y cantar”, reconoció en aquel entonces. “A mí me gusta cantar para que la gente me escuche, y me falta eso. Si Dios quiere, lo voy a lograr con este viaje”, palpitaba. Sin embargo, la cordobesa de 41 años que tuvo su auge de popularidad en 2010 -cuando acompañó a la Mole Moli en el Bailando por un sueño de ShowMatch- recalcaba que no tardaría en volver a su “lugar en el mundo”.
“Amo al país, me cuesta la idea de irme aunque sea Miami con sus playas y palmeras. Es ir a ver con qué me voy a encontrar, y acá está todo muy complicado”, sostuvo sobre los esfuerzos que hizo para triunfar con su música en Buenos Aires.“En la industria musical de la Argentina siempre me dieron la espalda, todo lo hicimos a pulmón, llamando con mi hermana. Es triste, pero no significa no ser profeta en mi tierra, porque sí siento que lo soy. Para generar algo, uno se va a estas grandes usinas, Miami o México, y que un productor haya puesto su ojo en mí significa eso”.
Luego de vivir la experiencia laboral en Estados Unidos, Patricia Silvana Ramírez -su verdadero nombre- regresó a nuestro país, y se mostró contenta por el presente que atraviesa, tanto a nivel profesional como personal.
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