Hace poco más de 50 años se estrenó El padrino, que más que una película, se convirtió en una pieza fundamental de la historia del cine. Durante medio siglo los fanáticos del film revivieron la trilogía una y otra vez, y como todo clásico, mantuvo su vigencia incluso en las nuevas generaciones. En la era de los memes, las frases del film son utilizadas más de una vez en las redes sociales, además de algunas escenas icónicas que resultan atemporales. En el marco de un nuevo aniversario del estreno, la casa donde vivía el protagonista Vito Corleone, en la piel de Marlon Brando, está disponible para alquilarla de manera temporal.
El largometraje dirigido por Francis Ford Coppola llegó a la pantalla grande en 1972, y fue un verdadero boom cultural. A través de la plataforma de alquiler Airbnb, los dueños de la mansión ubicada en el distrito neoyorkino Staten Island, en el corazón del barrio Todt Hill, ofrecen la posibilidad de rentarla a 50 dólares la noche. Tal como se aprecia en las fotos del anuncio, con el correr de los años hicieron distintas renovaciones, pero la fachada conserva la similitud con las imágenes que quedaron registradas en la película.
Todo el mes de agosto se podrá reservar cuantas noches desee el huésped, pero no sería de extrañar que algún admirador quisiera desembolsar 1550 dólares para disfrutar de una estadía mensual por el valor simbólico del lugar. La propiedad de 580 metros cuadrados fue construida en 1930, y hace siete años la compraron por 2,4 millones de dólares, el doble del precio al que se había vendido en 2012. Dada la antigüedad de la casa, en la última década optaron por una remodelación integral, pero mantuvieron la distribución original de los ambientes y algunas molduras de madera originales.
Con capacidad de hasta cinco huéspedes, cuenta con cinco habitaciones y siete baños. La lujosa cocina es uno de los espacios que se rehizo por completo, de gran tamaño, distribución funcional, con horno industrial y todos los electrodomésticos ubicados en alacenas a medida hasta el techo. Además tiene una pileta de agua salada -ubicada en el jardín del patio trasero, donde se filmó el casamiento de la hija de Don Corleone-, un bar en el sótano, un gimnasio privado, sala de juegos y un despacho que recuerda aquellas reuniones cruciales que mantenía el protagonista.
La carga emotiva no termina en todos los detalles mencionados anteriormente, ya que la propiedad vecina es la casa que se usó como vivienda principal de Michael Corleone, interpretado por Al Pacino. De esta manera, quienes paseen por la avenida Longfellow al 110 tendrá la oportunidad de sacarse una foto en la puerta de la mansión para inmortalizar semejante coicidencia.
La combinación de elementos que compone la película fue uno de los pilares de su éxito: la ambición estética, actores que habían brillado a lo largo de la historia y artistas de dos continentes. A Nino Rota, el músico por excelencia del cine italiano, se sumaba el gran actor del método Marlon Brando, a quien acompañaba una generación de rostros nuevos. La Edad de Oro había terminado y la cultura cinematográfica parecía buscar nuevos rumbos, que resultaron atractivos para los espectadores y para los directores, que encontraron la inspiración para reinventar los contenidos.
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